José Antonio Puentes Muñoz
Jesús Martínez es presidente del Organismo Certificador en Dirección de Proyectos (OCDP) de IPMA. Con él hablamos sobre la organización y sus objetivos.
Como ingeniero agrónomo y en biosistemas, Jesús Martínez ha dirigido más de 500 proyectos de desarrollo sostenible y rural en más de 40 países. Una labor que ha compaginado con la evangelización en desarrollo de competencias en dirección de proyectos y, más recientemente, con la presidencia del Organismo Certificador en Dirección de Proyectos (OCDP) de Asociación Internacional para la Dirección de Proyectos (IPMA, en sus siglas en inglés). Con él hablamos sobre esta organización y sus competencias.
¿Cuáles son los objetivos de IPMA?
La International Project Management Association fue creada y registrada en Zúrich en 1965. Sus objetivos son la defensa de la profesión y del profesionalismo basadas en competencias y conseguir que todos los proyectos sean exitosos a través de la sociedad.
¿Cómo es la organización a nivel internacional?
IPMA es una Federación de Asociaciones Nacionales (72 hasta la fecha), pero solamente tiene un cliente por país, su propia asociación nacional. Estos no son capítulos, sino asociaciones soberanas que comparten estatutos y gobernanza. En definitiva, IPMA es una confederación de asociaciones nacionales soberanas que trabajan en redes.
¿Cuáles son los objetivos de la sede en España?
La asociación se creó en el año 1993 y entró a formar parte de IPMA como asociación nacional en el año 1996. Su objetivo, en términos de Visión, Misión, Valores y Estrategia están alineados con los de IPMA a nivel mundial: conseguir que los proyectos sean exitosos a través de la sociedad, basada en cuatro pilares: desarrollo de competencias, calidad total, cocreación y digitalización. A nivel de gobernanza existe una junta directiva elegida por periodos de 5 años, con distintas vicepresidencias responsables de parte del ecosistema.
¿Cómo organiza IPMA su estructura de conocimiento y como la transmite a sus afiliados?
De entrada, a través de las Juntas Internacionales (IPMA Boards). Existe un desarrollo a nivel mundial – hay que recordar que IPMA es una Confederación Mundial, una especie de Naciones Unidas del Project Management -; de ahí debe alcanzarse el necesario consenso. Esto no es sencillo, porque la multiculturalidad exige un esfuerzo para entenderse, converger y consensuar. Una vez se consensuan los contenidos, productos y servicios es la Junta Directiva Mundial (IPMA ExBo) quien los supervisa y los somete a votación del Consejo Mundial (IPMA CoD). Tanto en las Juntas de Gobierno como en el ExBo y CoD participan representantes de las 72 naciones. Una vez aprobado por el CoD, se pone a disposición de las asociaciones nacionales para su uso y comercialización en su país y/o red regional.
¿Qué es la ICB?
La IPMA Individual Competence Baseline o ICB es la guía base para el desarrollo de las competencias individuales en dirección de proyectos, programas y portfolios de proyectos.
Define 3 dominios (proyectos, programas y porfolios de proyectos) y 3 ámbitos de competencias:
- perspectiva (5 elementos de competencia)
- personas (10 elementos de competencia)
- practica (14 elementos de competencia)
Cada ámbito y elemento de competencia describe que conocimiento, que habilidad y que destrezas debe tener la persona que desempeña algún rol en alguno de los tres dominios.
¿Por qué apuesta por las competencias en vez de por los procesos?
Porque como dice el refrán, “zapatero a tus zapatos”. Quiero decir, IPMA desde hace 56 años viene insistiendo en el concepto de desarrollo competencial, su mejora continuada y su medición, más allá del mero conocimiento. El concepto de competencia lleva implícito el conocimiento (procesos, prácticas, técnicas y herramientas), las habilidades y destrezas necesarias y la experiencia para cada nivel.
Los procesos son parte de las competencias técnicas, pero solamente con conocimiento no se puede garantizar el éxito del proyecto. Necesitamos gente que desarrolle funciones de administración de procesos, de gestión de recursos y de dirección de personas. Ahí es donde las habilidades y destrezas son tan relevantes o más que el propio conocimiento, para gestionar cómo se aborda la complejidad, la incertidumbre, la volatilidad, el impacto estratégico, la empatía o el liderazgo, por citar solo algunas habilidades y destrezas (competencias de personas y de perspectiva).
¿Cuáles son las competencias de práctica, de personas y de perspectiva?
Las competencias en los tres ámbitos: perspectiva (5 EC’s-elementos de competencia), personas (10 EC’s) y práctica (14 EC’s) definen que conocimientos, que destrezas y habilidades deben tener las personas que desempeñan algún rol en los dominios de dirección de proyectos, programas y porfolios de proyectos.
- Los elementos de competencia de perspectiva apuntan hacia la importancia que tiene el contexto, las regulaciones, cultura y valores, poder e interés donde los proyectos, programas y porfolios se dirigen.
- El ámbito de competencias de personas es el core del estándar ICB4 e invita a conocer que habilidades y destrezas son necesarias para dirigir PPP’s; entre ellas liderazgo, autorreflexión y autogestión, conflictos y crisis, inventiva, trabajo en equipo.
- Por su parte, las competencias del ámbito de práctica invitan a conocer y profundizar en la parte eminentemente técnica, clásica, de procesos, de procedimientos, de técnicas y herramientas.
Cada uno de los tres ámbitos y sus elementos de competencia tienen a su vez identificados los ICC’s indicadores clave de competencia y los ICD’s indicadores clave de desempeño, de tal forma que sea posible medir y evaluar el conocimiento, la aplicación, el progreso y el resultado de los distintos EC’s.
¿Crees que el triángulo del talento de PMI bebe de esta estructura de competencias de IPMA?
Efectivamente. El triángulo del talento es una adaptación del triángulo de la triple restricción a las necesidades del contexto, de su evolución. El ‘triángulo del talento’ del PMI (2016) se asemeja mucho al ‘ojo de la competencia’ de IPMA, vigente desde el año 2005.
¿Qué importancia le da IPMA a la gestión del riesgo y de la complejidad?
La gestión del riesgo y de la incertidumbre son dos aspectos que impactan en cualquier ciclo de vida del proyecto, independientemente del modelo de gestión. Normalmente suelen estar asociados a la complejidad de la dirección de este. De hecho, son requisitos de aplicabilidad para las certificaciones de alto nivel en IPMA a partir del nivel C y condicionan la certificación para los niveles B y A, donde se exige al candidato evidencias objetivas del grado de manejo y gestión exitosa en ambos, a lo largo de las distintas fases del ciclo de vida del proyecto.
Para concluir, ¿cuál es la apuesta de IPMA por la agilidad?
En IPMA la agilidad es parte de la manera en la que se gestionan determinados proyectos. Es un marco de referencia, por ello existe una extensión de la ICB4 específica para la agilidad en dirección de proyectos conocida como ‘Guía para el liderazgo ágil en proyectos ICB4’. Más allá de las metodologías ágiles, la extensión ICB4 para una dirección de proyectos ágil define indicadores clave de competencia y de desempeño en entornos ágiles. Es una invitación a un modo de gestión y dirección de proyectos adaptada al entregable, a su ciclo de vida, sus necesidades de gestión, requerimientos de las partes involucradas y a la complejidad del contexto donde se utiliza.