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Kanban y Scrum son dos metodologías ágiles cuyas particularidades y diferencias son necesario conocer para acertar al inclinarse por una u otra.
La transformación digital de las empresas ha traído consigo una nueva forma de trabajar. Son las metodologías ágiles aquellas que permiten adaptarse a las peculiaridades de cada proyecto, aportando flexibilidad y generando respuestas más rápidas. Reducen costes y tiempos de entrega y aumentan la calidad del resultado y la productividad del equipo. Kanban y Scrum responden a esa definición de metodologías ágiles; la base y el objetivo es el mismo pero ambas herramientas son muy distintas.
¿Qué son Kanban y Scrum?
Kanban y Scrum pertenecen a las metodologías ágiles, son herramientas a implementar para optimizar recursos, provocando mayor rapidez en la respuesta. Ninguna pierde de vista el proceso ni el objetivo, la idea es aumentar la eficacia del primero, dividiendo y distribuyendo el trabajo para alcanzar el segundo.
¿Cuáles son las diferencias?
Conocer las diferencias entre Kanban y Scrum nos ayudará como Product Manager a elegir la más adecuada en cada caso.
- Scrum asigna los roles de product owner, scrum master y equipo de desarrollo. En Kanban no hay roles.
- Scrum trabaja con equipos polivalentes de modo que cualquiera de las personas que lo integran puede realizar diferentes tareas. Kanban permite esa opción pero también la de los equipos formados por especialistas en distintos ámbitos.
- En Scrum cada equipo tiene su propio tablero de trabajo y se borra al finalizar cada iteración. En Kanban varios equipos pueden compartir tablero y al tener un flujo continuo, este permanece, no se borra.
- Scrum define ciclos de trabajo a los que llama sprint, iteraciones cuya duración se fija dependiendo del tiempo que el equipo vaya a necesitar para poder finalizar el proceso. Kanban desarrolla todo el proyecto en un único ciclo, no hay iteraciones.
- Scrum fija una serie de reuniones (daily meeting, refinamiento del product backlog, planificación del sprint, revisión del sprint y retrospectiva). Kanban propone una stand up diaria, pero no es obligatoria.
- Scrum recurre a diagramas burndown para comprobar el desarrollo del proyecto. Kanban no define unos gráficos determinados.
- Scrum no permite hacer cambios en las tareas una vez que se han adjudicado y hasta que finalice el sprint. Si el equipo se ve obligado a un cambio urgente, se suspende el sprint y se fija otro. En Kanban se pueden hacer modificaciones siempre que el equipo pueda asumirlas.
- Scrum da prioridad a la pila del producto, las funciones que hay que llevar a cabo durante el sprint. Kanban prioriza el flujo.
- Scrum limita el WIN (work in process) por iteración. Kanban, por el estado del flujo del proceso.
- Scrum mide las tareas y la velocidad. Kanban, no.
¿Cuáles son las ventajas de Kanban y Scrum?
Indiscutiblemente, esas diferencias entre ambas metodologías hacen que una u otra se adapten mejor a un determinado proyecto, dependiendo de sus características.
Las ventajas de Kanban:
- La principal ventaja es que su uso es muy sencillo al tratarse de una técnica de gestión de tareas fundamentalmente visual. Basta con observar el tablero para conocer cuál es el estado de los proyectos.
- Se realizan varias tareas al mismo tiempo.
- Al visualizar el trabajo por fases, permite evitar la sobrecarga y calcular el tiempo en el que se debería completar cada tarea. También se puede conocer el grado de rendimiento del equipo involucrado.
- Detecta y soluciona los atascos que se producen cuando un equipo no es capaz de mantener el ritmo fijado para llevar a cabo las funciones que tiene asignadas. Kanban ofrece tres opciones para evitar este tipo de situaciones: ampliar el equipo, actualizar el límite WIN o flexibilizar las funciones.
- En el tablero podemos comprobar qué tareas se han resuelto, cuáles se están ejecutando y cuáles quedan pendientes. Esto ayuda a una mejora de la distribución de esas tareas.
- Al conocer constantemente el flujo de trabajo es más fácil cumplir los tiempos de entrega fijados por el cliente.
Las ventajas de Scrum:
- El dividir el proyecto en sprints hace que el trabajo sea más fácil de gestionar que si trabajamos en el proyecto al completo.
- Las reuniones diarias permiten que todo el equipo conozca la situación del proyecto. En cada etapa pueden identificarse los problemas y ponerles solución. Se reduce el tiempo de reacción ante cualquier imprevisto que pudiese surgir.
- Las fechas de entrega se ajustan más al ir haciendo entregas periódicas priorizando los beneficios que aportan al receptor. Por eso es la alternativa perfecta cuando las entregas son demasiado largas. Gracias a las entregas periódicas, el cliente puede poner en el mercado el proyecto antes de que esté finalizado y así testearlo.
- Implica un mayor compromiso del equipo, por lo que genera una mayor responsabilidad en todos los miembros.
- Se adapta perfectamente a aquellos proyectos que requieren plazos más cortos en los que se pueden aplicar iteraciones.
- La división del trabajo supone una mayor flexibilidad a los cambios. Estos se analizan e inmediatamente pasan a formar parte de las tareas.
Kanban y Scrum generan respuestas rápidas y autónomas, contribuyen a reducir gastos y aumentan la productividad de las empresas. Ambas promueven la capacidad de adaptación de los equipos de trabajo a las necesidades específicas de cada proyecto.