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Los rotuladores de punta pincel con base de agua son básicos para hacer lettering, así como el papel suave y muy satinado con un grosor superior a 120 gramos.
El lettering es una técnica que consiste en dibujar de forma creativa letras, palabras o frases. Esta disciplina, que ha resurgido en los últimos años y que también ha pasado al ámbito digital, requiere de constancia y paciencia. Para ponerla en práctica resulta indispensable conocer el material para hacer lettering que todo aficionado o profesional necesita. No obstante, los elementos que decidamos usar dependerán en parte del grado de experiencia (no es lo mismo ser principiante que experimentado), así como de la técnica que queramos emplear y el uso que le queramos dar.
Para iniciarse en el lettering es importante conocer las particularidades de las letras, sus partes y tipos de tipografías (caligráfica, gótica, manual…). Además, se debe seguir una regla fundamental: el trazo que sube será fino mientras que el que desciende, grueso.
Papel
En principio se puede utilizar cualquier tipo de papel para hacer lettering aunque el rugoso, con textura, es el menos indicado. En cambio, el suave y muy satinado es el más recomendable, ya que facilita el deslizamiento de los rotuladores.
Si ya tenemos controlada la técnica del lettering y usamos agua para hacer degradados, difuminar… es aconsejable que el papel no sea tan satinado porque interesa que absorba el agua. En estos casos, una posible opción es papel especial para acuarelas. Lo que sí es importante siempre es el gramaje (lo ideal es un grosor de entre 120 y 300 gramos) para evitar que los rotuladores traspasen el papel.
Entre el papel utilizado para lettering se puede diferenciar:
Papel punteado
Con el mismo formato empleado en el bullet journal. Se trata de cuadernos con pequeños puntos que sirven de guía para dibujar las letras y conseguir que todas tengan un tamaño similar. Entre las posibilidades con más éxito están los blocs de Rhodia, con opción de espiral o sin ella y en tamaño folio o cuartilla (A5).
Papel sin marcas
Libretas u hojas sueltas tipo folio blanco con gramaje alto y acabado satinado como las de Rhodia o Canson.
Papel carbón
Blocs con el papel en negro perfectos para hacer lettering con rotuladores blancos, plateados o dorados.
Papel de acuarela
Papel más rugoso para aquellos que ya controlen la técnica del lettering y utilicen rotuladores acuarelables. El de Pelikan o Canson son dos posibilidades.
Papel vegetal
Se puede utilizar al principio para pasar a limpio los bocetos.
Lápices
En principio, valdría cualquiera aunque cuanto mayor sea su dureza (3H, por ejemplo) menos manchará su mina, por lo que habrá que apretar más. Por eso, es ideal para marcar inicialmente y repasar después, ya que se borra fácilmente.
Cuanto más blando sea, más manchará el papel.
Gomas de borrar
Para rectificaciones cuando utilicemos el lápiz, aunque hay que tener cuidado de no estropear el papel.
Reglas
En el caso de los principiantes es aconsejable utilizar pautas, retículas o cuadrículas para lograr que todas las letras midan lo mismo y evitar así inclinaciones. En todas las tipografías se emplea la altura de la “x” como medida estándar de las letras minúsculas.
Rotuladores
Un material clave para el lettering. Aunque en el mercado hay disponibles diferentes tipos de rotuladores (con punta fina, gruesa, biselada, con tinta opaca, de tiza, metalizada, aptos para diferentes materiales como tela o pizarra…) los más recomendables para la técnica de dibujar letras son los hechos a base de agua (los de alcohol traspasan con facilidad el papel) con punta pincel flexible. Estos brush pen, a su vez, se pueden clasificar por:
- Tipos de punta: de goma/nylon, pelo sintético o fibra (fieltro).
- Firmeza: duro, medio y suave (blando).
- Grosor: pequeño, mediano y grande.
- Cantidad de tinta: húmedo, medio y seco.
Los rotuladores de punta pincel permiten realizar trazos de diferentes grosores una vez se aprende a controlar su presión, para lo que es necesaria mucha práctica.
Entre las marcas del mercado destacan los Tombow, con tamaños pequeño y grande, tanto con flexibilidad dura y blanda como suave. Su modelo dual —en 96 colores diferentes— ofrece dos rotuladores en uno, ya que en un extremo es un brush pen flexible y en el otro un rotulador fino redondo.
Pentel es otra marca especializada en rotuladores para lettering, con opciones de brush pen con punta de cerdas de nylon acuarelables perfectas para crear degradados.
Otras marcas recomendables son Ecoline o Sakura.
En la técnica del lettering también se pueden utilizar pinceles, acuarelas, tizas, plumillas o plumas. En este último caso se necesita mucha práctica y un tipo de sujeción y presión muy específica.
Plantillas y libros específicos
Para hacer lettering, especialmente al principio, resultan muy útiles las plantillas de abecedarios para practicar diferentes tipos de trazos y conocer las particularidades de cada letra. En Internet están disponibles múltiples plantillas descargables.
Otra opción son los cuadernos específicos de lettering (con diferente niveles de dificultad) como los de Caligrafía creativa de Rubio, Los grandes secretos del lettering de Martina Flor o El arte del lettering de Marta Velázquez.
Esta técnica artística ha resurgido en los últimos años tanto a nivel amateur como profesional en formato físico y digital. Por eso, cada vez más los diseñadores gráficos la incorporan a su porfolio para ganar en creatividad y exclusividad.