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Willian T. Fine propone la evaluación objetiva de los riesgos mediante un algoritmo matemático. Estos se determinan a través del producto de tres factores: consecuencias, exposición y probabilidad.
El método William T. Fine consiste en valorar tres parámetros y posteriormente otorgar una puntuación a cada uno. El grado de peligrosidad se obtiene multiplicando las consecuencias por la exposición y por la probabilidad.
La evaluación de los riesgos que están presentes en cada puesto de trabajo, junto con su identificación, valoración y control, forma parte de las tareas fundamentales del departamento de Prevención de Riesgos Laborales. William T. Fine siempre defendió que estas contingencias eran evaluables de manera objetiva y demostró que pueden expresarse matemáticamente a través de un algoritmo muy simple.
El objetivo de William T. Fine al idear esta metodología de análisis no era únicamente poder catalogar los riesgos según su envergadura, sino ahorrar en las medidas de seguridad para proyectos de ingeniería. Fine consideraba que a menudo las soluciones de altísimo coste no quedaban justificadas por los niveles de riesgo real que trataban de mitigar.
El procedimiento William T. Fine, también conocido como cuantitativo-mixto, fue publicado el 8 de marzo del año 1971 por el Naval Ordnance Laboratory, bajo el título Mathematical Evaluation for controlling Hazards, puesto que en aquel momento Fine era jefe de seguridad de este organismo naval estadounidense.
¿Cómo funciona el método William T. Fine?
El método William T. Fine para el análisis de los riesgos laborales englobados dentro de la Especialidad Preventiva de Seguridad en el Trabajo, determina el grado de peligrosidad valorando tres parámetros:
- Las consecuencias (C)
- La exposición (E)
- La probabilidad (P)
A cada uno de ellos se les otorga una puntuación determinada. El procedimiento de William T. Fine asigna valores numéricos concretos a diferentes ejemplos de cada uno de los tres factores.
El grado de peligrosidad se obtiene multiplicando esas puntuaciones. Así, la fórmula para puntuar el riesgo o grado de peligrosidad es la siguiente:
R = C x E x P
Las consecuencias (C)
Fine las define como los daños debidos al riesgo a considerar, incluyendo desgracias personales y daños materiales. Los valores numéricos que asigna William T. Fine para las consecuencias más probables de un accidente son:
- Catástrofe con muertes múltiples: 100 puntos.
- Varios fallecimientos: 50 puntos.
- Muerte con daños: 25 puntos.
- Lesiones graves con riesgos de invalidez permanente: 15 puntos.
- Daños que impliquen una baja médica: 5 puntos.
- Lesiones sin baja: 1 punto.
La exposición (E)
Es la periodicidad con la que se presenta una situación de riesgo. Cuanto mayor sea la exposición a una situación potencialmente peligrosa, más grande será el riesgo asociado a esa situación concreta. Los grados establecidos por Fine sobre la frecuencia de la exposición son:
- Continuada a lo largo del día: 10 puntos.
- Frecuente, con periodicidad de al menos una vez al día: 6 puntos.
- De forma ocasional, semanal o mensual: 3 puntos.
- De manera irregular, de una vez al mes a una vez al año: 2 puntos.
- Algo excepcional, con años de diferencia: 1 punto.
- De modo remoto. No se sabe con certeza si se ha producido, pero tampoco puede descartarse: 0,5 puntos.
La probabilidad (P)
Este factor analiza la posibilidad de que, una vez se presenta la situación de riesgo, sucedan en el tiempo los acontecimientos de la secuencia completa del accidente. Se tiene en cuenta la causa del posible accidente y los pasos que pueden desencadenarlo, puntuando así:
- Si el accidente es el resultado más probable de haber hecho la actividad: 10 puntos.
- En caso de que el episodio sea factible: 6 puntos.
- Aunque no es muy probable, el suceso ha ocurrido o podría pasar: 3 puntos
- El accidente sería producto de la mala suerte, pero es posible que ocurra: 1 punto.
- Es muy improbable, casi imposible, que el suceso ocurra, pero aun así, es concebible: 0,5 puntos.
- Es prácticamente imposible. No se ha producido nunca, pero podría suceder: 0,3 puntos.
Una vez que se aplica este método a la actividad que se desea evaluar, se obtiene el valor GP o grado de peligrosidad que deberá emplearse para justificar la acción correctora a utilizar. Con ese grado de peligrosidad en la mano habrá que analizar qué disminución del riesgo se obtendría aplicando las acciones preventivas que propone la organización.
A pesar de que el método William T. Fine cuenta con más de medio siglo de existencia, sigue plenamente vigente, siendo una de las metodologías más utilizadas para evaluar los riesgos laborales de seguridad, junto con la metodología binaria y el método simplificado de la evaluación de riesgos (NTP 330), ambos desarrollados por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).
Los trabajadores responsables de la ejecución del plan de prevención de riesgos laborales de la empresa deben ser conocedores de este y otros métodos de análisis de riesgos. Formaciones como el Máster en Prevención de Riesgos Laborales online (PRL) de UNIR incluyen en su plan de estudios asignaturas en las que se exponen metodologías para identificar, analizar, valorar y controlar los diferentes riesgos presentes en el trabajo.