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La metodología NTP 330 se centra en la estimación del nivel de riesgo a partir de la probabilidad y las consecuencias.
En materia de PRL, la evaluación de riesgos es una obligación legal y, al mismo tiempo, una herramienta imprescindible a la hora de elaborar una estrategia eficaz en la gestión de la prevención de riesgos de las organizaciones. La NTP 330 es una metodología que permite obtener información precisa para proponer y planificar qué medidas son necesarias poner en marcha.
En el año 1982, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) ponía en marcha la colección de Notas Técnicas de Prevención (NTP) con un objetivo claro: desarrollar guías prácticas donde se traten temas preventivos, que sirvan de apoyo técnico para todos aquellos agentes sociales o profesionales que trabajen en el ámbito de la PRL.
Uno de estos documentos es la NTP 330, una metodología simplificada de evaluación de los riesgos basada en la comprobación y supervisión de las posibles deficiencias que puedan presentarse en los centros de trabajo. Para ello, se recurre a cuestionarios de chequeo.
Partiendo del hecho de que los recursos necesarios para analizar cada posible riesgo y ponerle solución al problema son limitados, es necesario recurrir a aquellas metodologías que nos permitan obtener el mejor resultado. Hay dos cuestiones fundamentales a tener en cuenta: la probabilidad y las consecuencias. Ambas determinarán el nivel de riesgo, por eso es necesario estimarlas. Tomando como base la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, el riesgo se define como “la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo”.
Descripción de la metodología NTP 330
La NTP 330 permite estimar el nivel de los riesgos englobados dentro de la especialidad preventiva de Seguridad en el Trabajo y, por lo tanto, establecer prioridades a la hora de corregirlos. Lo primero que se busca son las deficiencias que hay en los lugares de trabajo; después, se calcula la probabilidad de que pueda producirse un accidente y la magnitud de las consecuencias de este. Así se deduce el riesgo que supone cada una de las deficiencias encontradas.
Al no tratarse de un complejo sistema de evaluación, se manejan niveles en lugar de valores. Es decir, no aparecen reflejadas unas cifras reales de riesgo, probabilidad y consecuencias, sino el nivel de riesgo, probabilidad y consecuencias.
Esta metodología tiene una estrategia a seguir durante todo el proceso:
- Valoración del riesgo a analizar.
- Diseño del cuestionario de chequeo que se va a utilizar.
- Determinación del nivel de importancia de los factores de riesgo.
- Cubrir el cuestionario en el centro de trabajo y valoración de la exposición y sus consecuencias.
- Cálculo del nivel de deficiencia del cuestionario.
- Cálculo del nivel de probabilidad a partir del nivel de deficiencia y del nivel de exposición.
- Contraste del nivel de probabilidad.
- Valoración del nivel de riesgo a partir del nivel de probabilidad y del nivel de consecuencias.
- Definición de los niveles de intervención.
- Cotejar los resultados obtenidos con los estimados a partir de otras fuentes.
Nivel de deficiencia
Para calcular el nivel de deficiencia (ND), debemos conocer los factores de riesgo y en qué grado pueden ser la causa que provoque un accidente. El INSST recomienda recurrir a cuestionarios de chequeo que analicen esos factores de riesgo y en los que deben indicarse cuatro posibles niveles de deficiencia:
- Muy deficiente: existen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que se produzcan fallos. Las medidas preventivas existentes no están funcionando.
- Deficiente: existen algunos factores de riesgo y es necesario incrementar las medidas preventivas.
- Mejorable: los factores de riesgo detectados no son significativos y no disminuyen la eficacia de las medidas preventivas.
- Aceptable: los riesgos están controlados.
Nivel de exposición
El nivel de exposición (NE) calcula la frecuencia con la que se está expuesto al riesgo detectado.
Nivel de probabilidad
El nivel de probabilidad (NP) se halla teniendo en cuenta el nivel de deficiencia y el nivel de exposición: NP = ND x NE
Nivel de consecuencias
Para determinar el nivel de consecuencias (NC) se han fijado cuatro niveles, atendiendo tanto a los daños físicos como a los materiales:
- Mortal o catastrófico: puede provocar una muerte o más y la destrucción total del sistema.
- Muy grave: provoca lesiones graves que pueden ser incurables y la destrucción parcial del sistema. Repararlo supondría un elevado coste.
- Grave: causa lesiones con incapacidad laboral transitoria y para reparar los daños en el sistema es necesario parar el proceso productivo.
- Leve: sus lesiones no necesitan hospitalización y no es necesario parar el proceso para reparar los daños.
Nivel de riesgo y nivel de intervención
El nivel de riesgo (NR) resulta de multiplicar el nivel de probabilidad (NP) y el nivel de consecuencias (NC): NR = NP x NC
Una vez conocido, estableceremos el nivel de intervención necesario y, para ello, hay que tener en cuenta tanto el aspecto económico como la opinión de los trabajadores.
Contraste de los resultados
Los resultados obtenidos han de ser cotejados con los resultados de otros estudios que se hayan llevado a cabo. Esto nos permitirá determinar la precisión de los datos finales y comprobar cuál está siendo la evolución de estos.
No podemos perder de vista que la NTP 330 ofrece valores orientativos y no valores reales, por lo que es recomendable tener en cuenta otro tipo de evaluaciones o estudios siempre que hayan sido elaborados con criterios más precisos y objetivos.
