Alberto Pascual García
La Prevención en Riesgos Laborales es el conjunto de medidas previstas dentro de una compañía para garantizar la seguridad y la salud de sus empleados. La pandemia la ha situado en primera línea corporativa.
Los empresarios tienen el deber de proteger a sus trabajadores frente a posibles riesgos laborales garantizando así su seguridad y su estado físico y mental. Esto implica todos los aspectos relacionados con su puesto, mediante la integración de una actividad preventiva específica y la adopción de las medidas que sean requeridas para ello. Tener en cuenta todos estos detalles supone para las compañías un esfuerzo por llevar a rajatabla la prevención de riesgos laborales. En UNIR, te explicamos qué es PRL, qué hay detrás de estas tres letras y cómo se aplica en la actualidad.
Esta forma de actuar está reglada a través de la Ley 31/1995, del 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (PRL). En ella, se especifican las medidas que es necesario adoptar para evitar o disminuir los posibles problemas que se deriven de la actividad de un trabajador y que puedan afectar a su salud, ya sea física o mental.
Según informa el Ministerio de Trabajo, el empresario deberá tomar en cuenta todo lo que se describa en esta normativa atendiendo a estos principios generales. El primero de ellos y el que da sentido a esta norma es evitar a toda costa cualquier tipo de riesgo, y en caso de que no se pueda garantizar, evaluar de qué manera afecta a la empresa para poder solventarlos cuanto antes. Una vez se hayan identificado, es necesario valorar la manera de combatir estos riesgos desde su origen. De esta forma, estaremos cortando el problema de raíz y procuraremos que no afecte en un futuro a nuestros empleados.
¿Cómo aplicar la prevención de riesgos laborales de forma adecuada?
Para llevar a cabo una planificación sobre la PRL, se deberá adaptar el trabajo a la persona y a sus necesidades básicas que vayan en la línea de asegurar su salud y bienestar. Para ello, hay que tener en cuenta detalles como la elección de equipos y los métodos de trabajo y producción. Sobre todo, en aquellos puestos en los que una actividad monótona y repetitiva puede ser contraproducente para la salud.
Otros detalles que es imprescindible valorar en la prevención de riesgos laborales:
- Tener en cuenta la evolución de la tecnología, de manera que sea una palanca para la mejora de la salud de las personas en su entorno laboral.
- Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro. Parece básico, pero es elemental saber identificar aquellos detalles o elementos que suponen un problema constante y buscar opciones más seguras.
- Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual. Para ello, no solo se tendrá en cuenta identificar los pasos a seguir, sino que también se deberá informar de manera adecuada al conjunto de la empresa de las instrucciones a seguir. En caso de que alguien en particular deba seguir otras medidas, se le explicarán específicamente los riesgos que implica su cometido.
- Planificar la prevención, teniendo en cuenta factores como la técnica, la organización del trabajo, las condiciones en las que se realiza, las relaciones sociales existentes y la influencia de los factores ambientales en el trabajo. Esto implica desarrollar un plan de prevención en riesgos laborales.
¿Cómo funciona la prevención en riesgos laborales según el sector?
Valoramos cuatro de los principales sectores del mercado. En todos ellos, el técnico en prevención de riesgos laborales deberá identificar y evaluar adecuadamente aquellos elementos o actividades que puedan suponer un problema.
Construcción
El sector de la construcción presenta numerosos riesgos laborales y un elevado riesgo de siniestralidad, de hecho, es el que mayor porcentaje de mortalidad presenta. Entre los factores que propician esta situación se encuentra la variedad de tareas que se realizan, su complejidad y el peligro que conllevan.
Los problemas más habituales son las caídas, la falta de orden y limpieza, la proyección de partículas, el posible riesgo eléctrico, los golpes contra objetos y herramientas, los atrapamientos o el sobreesfuerzo.
Informática
Aunque los riesgos laborales en informática no son tan elevados en comparación con la construcción, sí que existen situaciones que es necesario prevenir. Estas tienen que ver con la fatiga visual y muscular, posibles golpes o caídas, el contacto eléctrico, la carga mental y otros factores en la organización del trabajo.
Hostelería
La elevada rotación del sector debido, en gran parte, a la estacionalidad del turismo, hace que muchos contratos sean a tiempo parcial, discontinuos, de fin de semana, nocturnos… Esto puede ser un problema para ejercer una adecuada prevención de riesgos laborales sobre los diferentes trabajadores que forman parte de la plantilla. Por ello, en este caso, es importante que los empresarios hagan un esfuerzo real por pensar en el bienestar de sus trabajadores, reforzando la calidad del servicio.
Todo suma, pero siempre existen riesgos en la salud de los trabajadores de la hostelería que es necesario tener en cuenta. Al estar en movimiento y en zonas de cocina o barra son muy habituales las caídas, los golpes, los cortes, las quemaduras o posibles atrapamientos o caídas de objetos sobre el cuerpo.
Igualmente, pueden darse riesgos relacionados con la higiene, psicosociales y ergonómicos. El sobreesfuerzo en largas jornadas en las que se hacen movimientos repetitivos puede suponer un problema a largo plazo. Adelantarse a los problemas será siempre un punto a favor de la salud de los trabajadores del sector.
Sanidad
Este es otro de los sectores que, por la gran variedad de puestos de trabajo que abarca y por su propia naturaleza, puede implicar que el técnico de prevención en riesgos laborales deba ser meticuloso a la hora de identificar los riesgos que corren los trabajadores, no solo en su conjunto, sino también individualmente.
Entre los principales riesgos laborales en sanidad, están los higiénicos por la alta exposición de los empleados a agentes biológicos patógenos, ya sea con enfermos o en el laboratorio (en caso de técnicos de análisis). También pueden verse afectados por contaminantes químicos o físicos.
Los empleados se enfrentan también a riesgos ergonómicos, psicosociales y de seguridad física. La situación derivada por la pandemia por COVID-19 ha supuesto una implicación mayor del área de PRL para tratar de proporcionar las herramientas necesarias que se adecuen a esta atípica situación.
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