UNIR Revista
La base del diseño gráfico es la comunicación, por lo que todas sus funciones tienen como objetivo final hacer llegar un mensaje determinado a una audiencia más o menos definida.
Un diseñador gráfico no deja de ser un comunicador. Su misión es transmitir una idea y que esta cause un impacto, y lo hace cada vez que crea una imagen corporativa, participa en el desarrollo de una campaña publicitaria, diseñando páginas web, envoltorios… Para ello recurre a la creatividad, que favorece el arte, se sirve de las nuevas tecnologías y da rienda suelta a su capacidad creadora. ¿Pero qué hace un diseñador gráfico exactamente?
El diseñador gráfico se ha convertido en una pieza fundamental en el marketing de cualquier empresa, pues es la persona en la que la organización deposita su confianza para comunicar aquello que quiere hacer llegar a su público: una nueva idea, una imagen, un concepto. Todo esto buscando siempre una reacción, por lo que la parte emocional también tiene su propio peso.
Entre sus funciones están:
- El asesoramiento al cliente a la hora de buscar el mejor modo de llegar a su target, planteándoles las estrategias a seguir, sin imposiciones, escuchando y analizando cuáles son las necesidades que le plantean.
- Dar forma al mensaje que el cliente quiere hacer llegar a su audiencia y depurarlo, eligiendo tipografías, colores, imágenes… hasta dotarlo del sentido necesario para que provoque la emoción deseada.
- Desarrollar toda la parte gráfica de la campaña de promoción o presentación de una marca o producto.
- No debe limitarse al departamento de marketing, tiene que involucrarse en todo el proceso de producción para conocer el producto a fondo, incluso en la parte cuya responsabilidad no le corresponde.
- Participar conjuntamente con el diseñador web en la creación de páginas web.
- Diseñar el packaging de los productos.
- Crear logotipos e imagen de marca.
Salidas laborales para el diseñador gráfico
Se trata de una titulación multidisciplinar cuyos profesionales están capacitados para ejercer múltiples funciones. En cuanto a salidas laborales, el diseño gráfico ofrece un amplio abanico de posibilidades en ámbitos que no se limitan exclusivamente a las artes gráficas, pero sí mantienen ese nexo común que es la comunicación:
- Industria publicitaria. Desde el diseño de catálogos corporativos a campañas de promoción. La publicidad ha estado ligada siempre al diseño, tanto en su vertiente más convencional –la publicidad offline– como la online.
- Branding. El diseño gráfico es imprescindible a la hora de crear la imagen corporativa de una empresa y lo mismo sucede con la imagen de marca de un producto concreto.
- Televisión. Comunicación e imagen van de la mano en un medio que hoy más que nunca necesita diferenciarse creando una imagen de marca potente que englobe desde cabeceras a printers, cortinillas o ilustraciones.
- Cine. Los créditos de una película, el cartel, la campaña publicitaria… todo eso forma parte del reclamo con el que cualquier trabajo cinematográfico se presenta al público y este cada vez es más exigente.
- Industria editorial. El diseño editorial nace con el primer libro, es la parte responsable de la composición de las publicaciones, no solo de su portada, también del interior.
- Social media. Facebook, Twitter, Instagram tienen su propio lenguaje y ninguna empresa a día de hoy puede permitirse estar fuera. Una vez dentro debe ofrecer, a través de los contenidos que publique, una imagen acorde con su identidad corporativa.
- Páginas web y apps. El diseño gráfico y el diseño web van de la mano en el diseño de páginas web y apps. Es la imagen lo primero que atrae al usuario y la que lo mantiene.
- Packaging. El envoltorio es la carta de presentación de cualquier producto. No solo debe ser atractivo, también ha de comunicar y, por supuesto, proteger el contenido.
- Señalética. El acceso y desplazamiento por diferentes espacios depende de esas señales detrás de las cuáles está también el trabajo de un diseñador gráfico.
- Docencia. El diseño gráfico se enseña tanto en ciclos de FP como en grados y másteres universitarios.
¿Qué estudiar para ser diseñador gráfico?
Para ejercer como diseñador gráfico no basta con tener dotes creativas y saber comunicar, es necesario acreditar una formación que garantice determinados conocimientos. En FP existen grados superiores centrados en el diseño gráfico y lo mismo sucede con la formación universitaria. Una alternativa que aborda además la especialización en un entorno cada vez más demandado es el Máster en Diseño Gráfico de UNIR, el primer máster oficial con docencia 100% online, que combina la formación teórica y práctica.
Para ofrecer un perfil atractivo a las empresas, el diseñador gráfico ha de combinar sus propias habilidades con los conocimientos adquiridos gracias a la formación.
Un diseñador gráfico debe ser capaz de pensar en tres dimensiones. Es lo que se conoce como inteligencia visual espacial, la capacidad de crear imágenes, transformarlas, definiendo un espacio, unas dimensiones y proyectarlas. Debe ser crítico y manejarse con soltura con el dibujo, colores y formas, tipografías y, por supuesto, también con el software relacionado con su ámbito, ya que hoy en día no se entiende su labor sin la tecnología que la posibilita. Es importante estar dispuesto siempre a asumir nuevos retos y el resultado de su trabajo debe tener tanto valor artístico como funcional.
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