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Si no se toman las medidas de seguridad adecuadas, la infraestructura conectada de una compañía puede ser el objetivo de graves ataques informáticos.
La sofisticación de la electrónica de consumo e industrial está impulsando la conectividad a Internet en cada vez más sectores productivos. Si a finales de 2018 se calcula que había alrededor de 22.000 millones de dispositivos conectados a Internet en todo el mundo, la previsión apunta a que en 2030 se alcancen los 50.000, según los datos de Statista. Con estas cifras sobre la mesa, la seguridad en IoT (Internet of things) se convierte en un factor clave para las compañías.
La aplicación industrial de IoT ha permitido impulsar la productividad y la eficiencia en los procesos de fabricación de bienes y prestación de servicios. La IoT Industrial permite realizar una gestión más eficiente de los procesos de producción; monitorear y gestionar los equipos en tiempo real para incluso predecir incidencias y evitar el impacto económico que puede suponer el parón productivo; y también tiene un impacto claro en la gestión eficiente de recursos, reduciendo así los costes y la huella ambiental de una fábrica.
Esta Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0, como se conoce a la implementación de dispositivos conectados en los procesos industriales, es una palanca clave para la transformación económica y social. Pero, a su vez, conlleva una serie de riesgos que muchas veces juegan en contra de su desarrollo y subrayan la necesidad de abordar medidas para potenciar la seguridad en IoT.
Riesgos para la seguridad en IoT
El despliegue de la IoT Industrial, a través de arquitecturas especializadas, supone contar con dispositivos físicos para la toma y control de datos como sensores, robots y diversas máquinas; una red para conectar esos dispositivos físicos y los servidores; las aplicaciones que procesan los datos recopilados y los dispositivos con los que interactúa el operario de la fábrica. Cada uno de estos cuatro niveles está expuesto a fallos en la seguridad y son vulnerables a ataques informáticos a distintos niveles.
Las brechas de seguridad en IoT dan lugar a situaciones como:
- Manipulación en los datos.
- Acceso fraudulento a los dispositivos o servidores.
- Alteraciones del funcionamiento de los sensores, robots, máquinas, aplicaciones…
- Denegación de servicio.
- Sabotaje del proceso industrial.
Si no se toman las medidas de seguridad adecuadas, estas amenazas pueden generar serios problemas para la compañía como, por ejemplo:
Robo de datos
La información que recopilan los sensores y demás dispositivos puede ser interceptada a través de un ataque informático y, en caso de que sea sensible para la compañía, utilizarse en su contra de alguna manera. El hackeo de dispositivos como cámaras de vigilancia puede comprometer seriamente la seguridad de una instalación y de su personal.
Control de dispositivos
A través de un ataque informático alguien puede hacerse con el control de las máquinas o de una cadena de dispositivos, interfiriendo, por ejemplo, en la cadena de montaje de un producto y saboteando su producción.
Ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS)
Su objetivo es desbordar la capacidad de respuesta de los servidores para impedir su correcto funcionamiento.
Contar con los certificados de seguridad adecuados en el conjunto de sensores y dispositivos, así como la protección contra potenciales ataques en la red de comunicaciones es de vital importancia para garantizar la seguridad en IoT a nivel industrial. Factores como las contraseñas poco seguras, no actualizar el firmware de los dispositivos o utilizar servicios de red poco seguros pueden comprometer la seguridad de toda la infraestructura conectada a Internet.
Para conocer esta y otras problemáticas que afectan a la digitalización de los procesos industriales y contar con las herramientas y aptitudes necesarias para solucionarlo, los profesionales del ámbito de las ingenierías pueden especializarse a través del Máster en Industria 4.0 online de UNIR. Este programa capacita a los profesionales para gestionar aspectos de ciberseguridad, robótica, Big Data, IoT y de transformación en las organizaciones a través de la aplicación de las tecnologías del ecosistema 4.0.