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El branded entertainment es una estrategia de branded content que desarrolla contenido de marca asociado al entretenimiento para transmitir sus valores y esencia y, al mismo tiempo, conectar con la audiencia.
El branded entertainment se sirve de la creación de contenidos de entretenimiento para la transmisión de los valores y misión de una marca, siendo la entidad la creadora de estos activos de comunicación que en sí mismos se plantean como relevantes. Posgrados como el Máster en Comunicación Digital online o el Máster en Branding online, ambos de UNIR, te enseñarán las herramientas y estrategias de marketing de contenidos y publicidad no tradicionales con las que catapultar cualquier marca.
¿Qué es el branded entertainment?
El branded entertainment es una modalidad del branded content centrado en la creación de contenidos de entretenimiento en los que se transmitan los valores y misión de una marca. Esta estrategia de marketing de contenidos tiene como fin presentarse ante su audiencia de una manera orgánica, favoreciendo la correcta recepción de las ideas que se quieren transmitir.
El contenido es relevante, no resultando intrusivo a la audiencia, favoreciendo el engagement y generando un vínculo a medio y largo plazo con el consumidor.
Por ello, el branded content y el storytelling cobran especial importancia, ya que el fin no solo es crear contenidos de interés, sino también lograr que el mensaje de la marca impacte y sea recibido e interiorizado por su público objetivo y potencial. Lograr una conexión real con él que le lleve a percibir esa marca de una determinada forma.
Objetivos del branded entertainment
En un momento cada vez más audiovisual, en el que las opciones de consumo de entretenimiento se diversifican y el público dedica gran parte de su tiempo a interactuar en sus perfiles sociales, el futuro del branded content, y especialmente del branded entertainment, tiene un gran potencial. Pero, para ello, las piezas que se diseñen deben ser ideadas con el objetivo de:
- Alcanzar la audiencia de una marca de una manera orgánica. Un camino para conectar con ella que hará que esta esté con la mente más abierta a la recepción de su mensaje y, en consecuencia, más capacitada a asimilar e integrar su misión y valores.
- Lograr que su público, potencial y objetivo, se identifique con la marca de tal manera que eso se convierta en un valor añadido, además de diferencial, con respecto de su competencia.
- Unirse al diálogo social, conectar con las inquietudes de su audiencia, así como servir como fuente de información al recibir los inputs de forma directa. Esto le permitirá a la marca convertir esos datos en un camino para diseñar productos —u ofrecer servicios— más ajustados a las necesidades reales y adelantarse a las futuribles.
Formatos más usados para el entretenimiento
Una de las ventajas del branded entertainment es su cualidad de ser transmedia, por lo que se adapta perfectamente a cada tipo de formato, creando un contenido ad hoc a las necesidades del canal, su lenguaje narrativo y público por el que será consumido:
- Contenido audiovisual: la unión de la marca a este formato (ya sea a través de largometrajes, series o cortos) elimina la agresividad asociada a la publicidad convencional y permite que sea recibida por su público —objetivo o potencial— de una forma más natural. Además, es un producto destinado a perdurar, por lo que la rentabilidad de la inversión se mantendrá en el tiempo.
- Pódcast: como contenido sonoro, es el que alcanza mayor nivel de intimidad con su audiencia. Además requiere de una periodicidad porque suele estar vinculado a una serie de capítulos de audio, lo cual conlleva una fidelización del oyente con el producto que podría traspasar a la marca.
- Contenido en streaming: a través de la promoción de eventos o la incorporación de productos de una marca a la retransmisión en directo, es un formato especialmente eficaz con el público más joven.
- Redes sociales: habitual del universo influencer, la mejor representación se localiza en los reels de moda en los que una creadora de contenidos realiza un haul asociado a una marca o introduce productos de la misma en su rutina diaria de cuidado facial, trabajo o deporte.
- Videojuegos: desde la incorporación de una marca como elemento interactivo de la historia en sí hasta la promoción de otros títulos en el contenido de un proyecto concreto. Al igual que con el contenido audiovisual, su target es más proclive a recibir mejor este formato de marketing, con una mayor atención y aumentando, en consecuencia, su capacidad de recuerdo asociado al mismo.
Ejemplos de branded entertainment
Aunque dentro del branded entertainment los ejemplos que se pueden ofrecer son de lo más diversos, algunos destacan por su originalidad o por la novedad que representaron en el momento de producirse:
- En tu Cabeza, un largometraje de Gas Natural Fenosa, que se convirtió en la primera empresa española en apostar por este tipo de contenido de marca. Con él intentaba mostrar la importancia de proteger el medioambiente y concienciar sobre la necesidad de adquirir hábitos sostenibles. En concreto, el objetivo que se marcó fue sensibilizar, a través de un producto de entretenimiento, sobre el ahorro energético. El proyecto reunió a grandes nombres del cine español, como Daniel Sánchez Arévalo, Michelle Jenner o Hugo Silva.
- El sentido de la birra, un pódcast de entrevistas presentado por Ricardo Moya y patrocinado por Estrella Galicia. A lo largo de cada capítulo Moya charla de forma distendida con un invitado diferente mientras disfrutan de una cerveza. La marca aparece en la cerveza que degustan y los valores a los que quiere asociarse la propuesta se observan ya en el propio claim del programa: Charlas con cerveza para una inmensa minoría. Como curiosidad, El sentido de la birra ofrece dos opciones de consumo a su audiencia: gratuito a través de YouTube —la marca gana en presencia visual— o de pago mediante la plataforma de audio digital Podimo.
En conclusión, el branded entertainment es una forma de crear contenido de marca y llevar los valores, esencia y misión de la misma a su audiencia sin que sea percibida por el público como publicidad al uso. Su consumo resulta más natural, al perderse la conciencia de estar en presencia de un espacio patrocinado.