Pedro Fuentes Rueda
La sinopsis, en apariencia, es algo tan sencillo como escribir el resumen de la historia que tenemos entre manos. La cuestión se complica cuando nos damos cuenta de que se trata de una herramienta fundamental para captar la atención de productores y posibles inversores de un proyecto audiovisual.
La sinopsis es uno de los elementos más importantes a la hora de abordar un proyecto audiovisual. En apariencia, es algo tan sencillo como escribir el resumen de la historia que tenemos entre manos. La cuestión se complica cuando nos damos cuenta de que se trata de una herramienta fundamental para captar la atención de productores y posibles inversores. La sinopsis es la base fundamental de cualquier dosier de venta o pitch, de ahí su importancia. Las capacidades para su elaboración se desarrollan durante el Máster Universitario en Creación de Guiones Audiovisuales de UNIR.
Pongamos, por ejemplo, la técnica del elevator pitch. Se trata de una técnica que se denomina así porque simula una situación en la que, casualidades de la vida, te encuentras en un ascensor con alguien que podría dar el impulso necesario a tu proyecto. Como técnica se utiliza para momentos en los que hay poco tiempo para vender un proyecto como, por ejemplo, un cóctel. Por tanto ¿qué hacer cuando solo se dispone de unos minutos? Lo más importante es siempre contar la historia, narrar la sinopsis con el objetivo de captar la atención de quien te escucha, de provocar una emoción que impacte. Esto sirve para un pitch corto, pero es ampliable a cualquier acto de venta más organizado. Si lo que la película, la serie o el documental va a contar no interesa o no atrapa, será casi imposible pasar a una segunda fase.
Herramientas para escribir una buena sinopsis
Repasemos, pues, algunos consejos prácticos. Teniendo en cuenta, eso sí, que no se trata de reglas. Solo son algunas herramientas que pueden servir a la hora de abordar la escritura de una buena sinopsis.
Uno de los aspectos fundamentales para que una sinopsis funcione es la sencillez. Las historias generalmente están compuestas de tramas, subtramas y multitud de personajes. Si se cuenta todo, se genera un efecto de dispersión y confusión negativo. Hay que tener en cuenta que quien lee o escucha una historia, lo hace por primera vez y, por tanto, su capacidad de absorción de datos es limitada. Es mejor atenerse a contar solo el conflicto central de la historia y de sus personajes protagonistas. Hay que dejar lo superfluo para centrarse en lo importante. Solo así conseguiremos otro de los objetivos ya mencionados de una sinopsis: emocionar; que quien la escuche se ría si es comedia, se intrigue si es un thriller o palpite si es un drama.
(Te interesa leer: Aprende a escribir una sinopsis audiovisual con estos tres maravillosos ejemplos)
Los comienzos siempre son importantes. Hay que enmarcar rápidamente la historia, dejar claro el género y su localización y evitar con ello que haya confusiones. No hay nada peor que leer algo pensando que es una comedia para descubrir al final que se trata de un drama o al contrario. Eso sí, que estos datos no obstaculicen lo realmente primordial: hay que contar rápidamente el detonante de la historia y con ello, generar el interés desde las primeras líneas.
También es prioritario presentar a los protagonistas cuanto antes, ellos son el alma de todas las historias y los que llevan de la mano a los espectadores. Unos protagonistas potentes, contrastados, atractivos, misteriosos o divertidos pueden justificar que se cuente una historia, aunque flojee o no sea muy original.
Tras el arranque, hay que seguir adelante con el resto de la historia. Para ello es clave tener muy claro cuáles son los elementos más importantes de la estructura. Identificar los actos, sus puntos de giro y el clímax. Describiendo lo ocurre en estos momentos del relato, podemos tener un primer borrador de sinopsis que nos va a ayudar mucho. Después hay que pulir y buscar una redacción que ayude a contar la historia, pero si nos basamos en estos pilares, seguro que la narración se sostendrá.
La importancia del final: como aseguraba Manuel Bartual en el post que publicamos la semana pasada, el comienzo y el desenlace son los dos elementos primordiales de una historia. La pregunta que muchos guionistas se hacen es si se debe incluir este final o si, por el contrario, es mejor estrategia el reservarlo. Como norma, el consejo es que se incluya. Un final bien construido es clave para que una narración funcione y quien vaya a participar en un proyecto audiovisual, va a querer conocerlo. Hay que usar todas las herramientas y un buen final, es una de las mejores.
Tipos de sinopsis
Por último, recordar que existen varios tipos de sinopsis, sobre todo dependiendo de su extensión. Lo más normal es distinguir entre la sinopsis corta, de unas pocas líneas; la sinopsis media, del tamaño de un folio o las sinopsis largas, que pueden ser hasta de cinco páginas.
Dependiendo de la longitud, se podrán incluir más o menos detalles, tramas y personajes, pero los consejos dados sirven para todas las extensiones posibles. Y, sobre todo, recordar que sencillez y emoción son las claves básicas que nos llevarán a buen puerto.
Son reflexiones que pueden ser de ayuda para afrontar esta exigente tarea que todo guionista debe abordar. Escribir una buena sinopsis no es fácil, pero la mejor forma de aprender a hacerlo es con la práctica y con la reescritura constante porque, mientras más veces se haga, mejor saldrá.
