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Un discurso político es una presentación oral efectuada, generalmente, por un líder o portavoz de un partido político. Es importante que sea efectivo con tal de persuadir, informar, atraer y movilizar a una determinada audiencia
En nuestros sistemas políticos la alternancia en el poder es un requisito imprescindible para preservar la democracia. Para que esta exista es fundamental la concurrencia de la ciudadanía en unas elecciones de libre competencia. Además, para que los dirigentes de una determinada sigla política puedan hacerse con la victoria en las urnas se ha de desplegar toda una serie de medios que incluyen diferentes estrategias y aspectos como la propaganda, la imagen y, sobre todo, la confección de un discurso político efectivo y elocuente.
En este último elemento juega un papel muy importante la retórica. Y es que el arte del bien decir, de comunicar de manera convincente al electorado las medidas o las reformas que se pretenden adoptar en cuanto se alcance el poder, es un proceso indispensable para cualquier político que opte a la candidatura presidencial.
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¿Qué es un texto o discurso político?
Convertirse en un buen orador en política no es una tarea sencilla. Los políticos necesitan asesoramiento y hacer uso de diversas habilidades comunicativas que permitan la elaboración de un buen discurso político. Pero, ¿qué es un discurso político?
Un discurso político es una presentación oral efectuada, generalmente, por un líder o un portavoz de un partido político para comunicar al conjunto de la ciudadanía sus ideas, proyectos u opiniones sobre diversos asuntos de interés público.
Los objetivos de los discursos políticos son persuadir, informar, atraer y movilizar a una determinada audiencia para ganar apoyo electoral, influir en la opinión pública, así como promover o justificar la adopción de ciertas políticas sociales o económicas.
En general, la importancia del texto político radica en que permite, junto a los medios de comunicación, establecer un canal de conexión inmediato entre los gobernantes y el conjunto de la sociedad a la que representan o pretenden representar en un futuro. En las campañas electorales el discurso político es, además, fundamental para que los candidatos a la presidencia puedan darse a conocer y formulen un mensaje que prevalezca sobre las propuestas de los otros candidatos.
Las características del discurso político
Para que un discurso político sea efectivo y, sobre todo, comprendido, debe reunir una serie de características que permitan articular un mensaje simple y directo. Algunos de los elementos que más se deben tener en cuenta son los siguientes:
- Idea bien definida. Deben centrarse en comunicar una idea bien definida. El objetivo es que el público entienda y recuerde lo que se pretende anunciar en el discurso. Si el objetivo es defender una mayor inversión en el ámbito sanitario o educativo, no se puede distorsionar el mensaje con un discurso contradictorio que refleje la imposibilidad de llevarlo a cabo.
- Argumentos sólidos. La exposición ha de estar acompañada de argumentos sólidos que refuercen la intencionalidad del mensaje. Tomando el ejemplo anterior, si se defiende la idea de aumentar el presupuesto destinado a la educación, se han de precisar los motivos que justifiquen esa propuesta, ya que si no se trataría de una tesis vacía o incompleta.
- Uso del lenguaje corporal. La declaración no solo ha de limitarse a la articulación de palabras desde un atril, sino que se debe tener en cuenta que el lenguaje corporal en la política es un recurso muy útil para afianzar la idea que se pretende transmitir.
- Adaptado al público. El empleo de un lenguaje claro, directo y acorde con el nivel cultural y educativo del público al que va dirigido también es un elemento imprescindible. Así como la necesidad de entonar de forma equilibrada el discurso, ajustando el tono, el ritmo y el volumen en función de lo que se quiera resaltar en mayor o menor medida a lo largo de la exposición.
Otra de las premisas más importantes es saber cómo preparar un discurso político efectivo. A este respecto, lo más importante es que se ha de procurar la puesta en escena de un estilo propio y original que refleje la personalidad del orador. Asimismo, el texto político debe seguir una estructura ordenada y acorde con la temática o el propósito de la intervención.
Por último, la narración debe sustentarse en una preparación meditada mediante la elaboración de un esquema mental o guion que puede, a su vez, apoyarse en los recursos tecnológicos (gráficos, imágenes, relaciones estadísticas, proyectores, etc.) de los que se dispone actualmente para fomentar la atención del destinatario.
Tipos de discursos políticos
Los tipos de textos políticos más importantes son los siguientes:
- Discurso progresista. Implica que el pasado, y todo lo que se desprende de él (las relaciones sociales y económicas preponderantes), está obsoleto y que debe ser superado en virtud de un progreso que sería siempre positivo para el conjunto de la sociedad.
- Discurso conservador. Mantiene una visión escéptica con respecto al progreso, ya que considera que no tiene por qué ser necesariamente bueno. Defiende que no hay que desechar el pasado, sino aprender de sus errores, para no repetirlos en el futuro, y de sus aciertos, principalmente para preservarlos.
- Discurso revolucionario. Este tipo de discursos se caracterizan por un mensaje disruptivo que busca generar cambios estructurales y radicales a nivel político, social y económico. Frente a las dos tipologías anteriores, que apuestan por un tono equilibrado y sujeto a las prerrogativas legales del sistema político en el que se enmarcan, los discursos de índole revolucionario exhiben un contenido agresivo que desafía las normas establecidas.
A lo largo de la historia se han pronunciado multitud de discursos políticos que han tenido una gran repercusión a nivel nacional e incluso internacional. Algunos de los más destacados son los siguientes:
- El discurso de Abraham Lincoln en Gettysburg (1863).
- El discurso de Manuel Azaña conocido como “Paz, piedad y perdón” (1938).
- El “discurso de la infamia” pronunciado por Franklin D. Roosevelt (1941).
- El discurso de Martin Luther King, que ha pasado a la historia con el nombre de I have a dream (1963).
En definitiva, el discurso político es una pieza clave dentro del entramado institucional inherente a nuestros sistemas liberal-democráticos. Su importancia no solo radica en su empleo como estrategia política que permite la promoción de una determinada tendencia o sigla política, sino que, a su vez, establece una red de comunicación entre la clase política y el conjunto de la sociedad.