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¿Cómo se ha reinventado? ¿Qué opciones de empleo genera? Analizamos estas y otras cuestiones sobre las oportunidades y cambios en este sector.
La pandemia ha significado un antes y un después para todos. Distintos sectores e industrias se han visto duramente golpeados, como es el caso del mundo de los eventos y el protocolo. Pero, también, ha supuesto su reinvención, abriendo nuevas posibilidades de crecimiento.
Para los profesionales del sector, esta situación que estamos atravesando es una oportunidad para replantearse la forma de trabajar. Ha quedado patente que existen otras maneras de producir eventos que eran impensables antes de la pandemia.
No hay duda de que la industria de los eventos se ha visto seriamente dañada debido al repentino parón provocado por el coronavirus, ya que su actividad requiere de la asistencia de multitud de personas, lo que la hace especialmente vulnerable. Además, su reactivación sigue estando condicionada por las medidas impuestas por las administraciones, diseñadas con la finalidad de reducir cualquier riesgo de contagio.
Sin embargo, esta situación ha permitido extraer muchas lecciones y aprendizajes que refuerzan el sector. Este nuevo escenario ha dado pie para reflexionar sobre las carencias y puntos débiles, así como ha posibilitado dar un nuevo enfoque a esta actividad con soluciones diferentes. No solo para recuperar la presencialidad de forma segura, sino para llegar de manera efectiva al público online.
Los eventos online, imprescindibles
Trasladar los eventos con público al mundo digital ha sido una ardua tarea, pero la multitud de posibilidades que la tecnología e Internet ofrecen son un balón de oxígeno para la industria.
Las nuevas tecnologías, que ya formaban formaban parte de la organización de actos desde hace tiempo, se han vuelto ahora imprescindibles. Las plataformas para eventos virtuales y su bajo coste en comparación con los eventos tradicionales y presenciales han evidenciado las oportunidades que se divisan en el horizonte online y lo que esto conlleva: el reciclaje de conocimiento y el aprendizaje del manejo del mundo virtual aplicado a los eventos.
El mayor reto que se plantea en el mundo online es seguir conectando con los asistentes al evento, captar su atención y ofrecer experiencias personalizadas y atractivas, esta vez a través de una pantalla. La conexión emocional con el público pasa por la interacción a través de una mayor participación en chats, plataformas digitales, redes sociales y, especialmente, los vídeos en streaming.
La evolución hacia el formato híbrido
La simbiosis entre tradición y progreso posiciona los eventos híbridos como una clara alternativa en el sector ante el desafío del momento actual, intentando ser cada vez más atractivos y originales para el público.
Porque, aunque el entorno virtual ha sido clave para mantener estas actividades durante los meses más duros de la pandemia, la proximidad con el espectador que ofrece un evento presencial no tiene parangón.
Los eventos, tal y como los conocemos, no desaparecerán; se adaptarán a las nuevas necesidades. De hecho, estos últimos meses se están reactivando, limitados por las medidas de seguridad sanitaria impuestas (pasaporte Covid, higiene de manos, uso de mascarilla, distancia interpersonal), las cuales en ocasiones pueden llegar a ser tediosas y dificultar el trabajo de los organizadores del acto. Además, los espacios al aire libre están siendo fundamentales para la celebración de eventos de gran envergadura, dada la minimización del riesgo de contagio que ofrecen.
Por todas estas razones, predominarán los eventos en formato híbrido, que incluyan una parte de contacto directo con los asistentes, pero que consigan llegar al gran público a través de plataformas digitales o la retransmisión de eventos en streaming. A lo largo de los próximos meses se prevé el refuerzo de estrategias para complementar los canales offline y online hacia la personalización de los eventos.
Demanda de profesionales multidisciplinares
Ante este escenario, los profesionales de la industria deben formarse, reciclarse y adaptarse a los nuevos modelos de eventos. Las empresas demandan profesionales con una formación integral y con capacitación global y multidisciplinaria. Requieren perfiles capaces de trabajar en departamentos de comunicación, gabinetes de prensa, departamentos de relaciones institucionales, de protocolo y de organización de eventos para empresas o instituciones.
La creatividad y la personalización son las mejores cartas de presentación para los profesionales que trabajan en la producción de eventos, así como el manejo de las infinitas posibilidades de flexibilidad y adaptación que ofrece Internet ante una situación impredecible y cambiante.
Además, la creciente actividad comercial exige, cada vez más, la presencia en las empresas de personas que se dediquen exclusivamente al desarrollo de funciones de promoción y mejoras en la imagen y marca comerciales.
Protocolo y eventos: dos herramientas esenciales
Con ese objetivo, en el que una experiencia de marca satisfactoria para el consumidor es vital, los eventos se convierten en una herramienta muy útil. Estos proporcionan un valor agregado directo para las relaciones entre las organizaciones y el público objetivo. Les permite lanzar un nuevo producto, un nuevo mensaje o atraer la atención y lograr una mayor visibilidad.
Precisamente, aplicar correctamente el protocolo en esos eventos contribuye a la creación de una imagen corporativa positiva, con capacidad de comunicar, en cualquier situación, el mensaje que la empresa quiere. La falta de cohesión entre la realidad de la empresa y su imagen es rápidamente perceptible a los ojos de los públicos externos.
Por eso, el protocolo es un aliado de primera magnitud a la hora de presentar a todos los clientes presentes y futuros una identidad de la organización coherente con sus principios y valores. La correcta organización de los eventos es, además, un instrumento esencial para la reputación empresarial y la imagen de marca.
Unos argumentos que convierten al protocolo y a los eventos (conceptos inseparables) en un valor en alza dentro de las compañías. Una industria que ha tenido que reinventarse en tiempo récord, que está acelerando y que demostrará que se pueden obtener los mismos objetivos que antes, logrando que las organizaciones inviertan en eventos seguros y de calidad.
Una perspectiva de empleo y un futuro prometedor, que convierte a titulaciones como el Máster en Protocolo y Eventos en una interesante opción de desarrollo profesional.