UNIR Revista
Una de las claves para el éxito de un negocio reside en saber interpretar el cambio de tendencias y gustos del consumidor y trasladarlo a los productos que ofrece.
La innovación de producto es una de las palancas de crecimiento y transformación más potentes al alcance de una empresa. Saber interpretar el cambio de tendencias y atender a las necesidades de los clientes puede ser determinante para el éxito o fracaso de una compañía.
Entendemos por innovación de producto el proceso para introducir un nuevo producto al mercado, con unas características y funciones mejoradas. La clave, además de presentar un producto nuevo, es que esa nueva propuesta ofrezca un valor adicional al cliente, algo que le enamore y le lleve a elegir ese producto entre todos los existentes y que son similares en su categoría.
Todo proceso de innovación de producto requiere análisis del mercado y planificación para la ejecución de un objetivo concreto que se materialice en una mejora de un producto o en la creación de uno nuevo. Por tanto, a la hora de desarrollar una innovación de producto se tendrá en cuenta:
- La situación del mercado, con una radiografía de los competidores actuales y los potenciales rivales del nuevo producto.
- Realizar una escucha activa a los clientes ya existentes, que son quienes mejor conocen el rendimiento que ofrece un producto y pueden aportar grandes mejoras.
- Observar no solo el sector o industria en la que se desarrolla la actividad, sino buscar inspiración en otros sectores que pueden aportar ideas clave para esa innovación.
- Trabajar una cultura de empresa que fomente la innovación.
Para hablar de innovación de producto se suele analizar el progreso o diferencia que se ha realizado en aspectos como:
- Los componentes o materiales con los que se fabrica o construye un producto.
- La usabilidad y sus características de funcionamiento.
- Las peculiaridades y avances técnicos.
Objetivos de la innovación de producto
Aunque hablar de innovación de producto puede llevar a pensar en grandes ideas o productos totalmente disruptivos o nunca vistos hasta la fecha, muchas veces puede tratarse de algo más sencillo, un ajuste de algo que ya existe o una nueva funcionalidad y que con ello se logre atraer a nuevos públicos, incrementando las ventas y su impacto en el resultado de la compañía. Al final, el objetivo de la innovación es crear valor: tanto para los públicos interesados de una empresa —desde sus clientes hasta sus inversores—, y es la vía que tienen las empresas para evitar que sus productos se queden obsoletos.
Teniendo esto en cuenta, se considera que se ha desarrollado una innovación en un producto cuando:
- Se utiliza una tecnología que ya existe, pero se le da una aplicación novedosa.
- Se introduce una mejora funcional significativa en un producto que ya está creado.
- Se cambian componentes o materiales y eso aporta un mejor rendimiento de uso al producto.
Un ejemplo actual sobre innovación de producto es el caso de Lego. La juguetera, famosa mundialmente por sus bloques de plástico de colores para construir todo tipo de figuras, ha dado un importante paso en su compromiso medioambiental, cambiando los materiales con los que desarrolla sus ladrillos por plásticos biodegradables con base de aceite. No se trata de un producto nuevo, sino de una innovación con un gran impacto.
A través de la innovación de producto una empresa puede lograr incrementar su participación en el mercado y apalancarse en esa ventaja de diferenciación que le aporte esta innovación para ganar atractivo y clientes. Con frecuencia, una innovación de productos permitirá aumentar el valor de marca, algo que se traduce en mayores ventas porque se coloca como primera opción en la elección de los consumidores.
Conocer el entorno comercial, los procesos y ser capaz de realizar una dirección estratégica y operativa de marketing y producto es clave para tener una estrategia sólida que permita a una compañía crecer. Por eso, perfiles profesionales capaces de analizar los entornos y procesos, así como de evaluar el impacto ético, social y medioambiental de una empresa, son de gran utilidad en el equipo directivo de una compañía.
Aquellos profesionales que quieran enriquecer su formación y orientarse hacia posiciones como Product Manager, Brand Manager o Planner Estratégico, tienen a su alcance el Máster en Marketing Estratégico online de UNIR, un programa de un curso académico de duración que aborda los cuatro roles de responsabilidad del área: Marketing & Product Manager, Pricing Manager, Trade Marketing Manager y director de Comunicación.
