Pedro Fuentes Rueda
Historietista y diseñador gráfico, Bartual saltó a la fama en verano cuando publicó una historia en Twitter en la que relataba sus extrañas vacaciones. Se convirtió en un hilo seguido por miles de personas. Consiguió enganchar a una audiencia que siguió con pasión lo que le pasaba en una playa del Caribe
Manuel Bartual saltó a la fama el pasado verano cuando publicó una historia en Twitter en la que relataba sus extrañas vacaciones y se convirtió en un hilo seguido por cientos de miles de personas. Consiguió enganchar a una audiencia que siguió con auténtica pasión lo que le pasaba en una playa del Caribe: cómo un ser extraño y muy parecido físicamente a él mismo, le perseguía y dejaba inquietantes mensajes en los lugares más sorprendentes.
Fueron varios días en los que aquel hilo de Twitter mezcló ficción y realidad de una forma que recuerda mucho a lo ocurrido hace casi un siglo, con la emisión por radio de La guerra de los mundos, de Orson Welles.
A raíz de este éxito inesperado, Manuel volvió a contar otro relato durante las pasadas navidades. Un nuevo hilo de tweets por encargo por el propio Twitter. Cuento de Navidad, que así se ha llamado el relato, ha sido más complejo, pero igual de interesante y adictivo. Por otra parte, Manuel también va a publicar una novela con la editorial Planeta que saldrá a la venta el próximo mes de marzo.
Pero estos no son los únicos trabajos de Manuel. Detrás hay toda una carrera en la que ha escrito y dibujado cómics, ha realizado una docena de cortometrajes, y ha dirigido una película Todos tus secretos, que fue premio Canal+ a la mejor película en el 18.º Festival de Cine de Málaga.
Bartual es un creador audiovisual que utiliza todo tipo de plataformas para elaborar productos de lo más variados y multidisciplinares. Contenidos que rompen la barrera del formato clásico para entrar de lleno en el siglo XXI. Charlamos con él para que nos cuente cómo afronta su trabajo y cuáles son los procesos que sigue en sus labores de creación y escritura.
Tu trabajo abarca todo tipo de formatos, desde el cine al cómic, desde la novela a los relatos de Twitter ¿Cómo afrontas esto? ¿Hay un método diferente para cada medio?
La verdad es que nunca me he planteado si utilizo o no un método diferente. Si reflexiono un poco, creo que, más que el medio, me suele condicionar la extensión. No es lo mismo escribir una película donde tienes que observar un mapa muy grande, que una historieta corta de unas pocas páginas donde únicamente hay que resolver una mínima trama acompañada de algunos chistes.
En cualquier caso, ¿cómo suele ser ese proceso de trabajo?
Tomo muy pocas notas, la típica imagen de una pizarra llena de post-it, no es mi caso. Mi proceso tiene más que ver con pensar mucho, con darle vueltas a las cosas durante tiempo. Generalmente, todo nace con una imagen, una escena, algo que me atrae por lo que sea. Después, consiste en ir rumiando durante un tiempo e ir haciendo que crezca.
Otra cosa que hago es trabajar mucho desde el formato. Por ejemplo, en el caso de Todos tus secretos, partía de la base de que quería rodar un largometraje. Como prácticamente no había presupuesto, se me ocurrió jugar con el plano secuencia. A esto le sumé la idea de contar la historia de un grupo de amigos visto desde la webcam de cada uno de ellos con la pantalla dividida en nueve partes.
Realmente la película empezó por ahí, con la creación de este concepto. Es quizá un proceso que sigue el camino contrario al que recorren otros creadores, que primero piensan la historia y después cómo podrían contarla. A mí, a veces, se me ocurre primero el cómo y después pienso qué historia podría encajar mejor. A partir de ese punto, escribí el guión completo. Eso sí, una vez que este guión llegó a rodaje, el proceso se volvió a abrir.
¿Qué buscas de los actores?
Suelo intentar que hagan suyos los textos y los digan con sus propias palabras. Aporta realismo y veracidad. Por eso mismo intento rodearme de actores y actrices que sé que van a aportar detalles que van a ser interesantes.
Esto también ocurrió en Cuento de Navidad, la narración que creé para Twitter. Hay vídeos en los que fui a rodar sin diálogos. Eso sí, tenía muy clara la situación y lo que tenía que ocurrir, pero dejando la libertad de ver qué pasa. Es una forma de trabajo muy interesante que permite que a veces surjan cosas que nunca hubieras imaginado.
¿Cómo fue el proceso concreto de Todo está bien, la serie de tweets con la que te ha conocido todo el mundo?
Lo primero que hay que decir es que yo estaba realmente de vacaciones con mi pareja y mi hijo y la idea surgió mientras descansaba en la playa. Quería escribir algo específico para Twitter y pensé, ¿qué me ofrece esta red? Con Twitter se puede emitir en directo, se puede escribir en bloques de 140 caracteres, 280 ahora, se puede usar fotografía y vídeo. Con todo ello me pregunté qué historia puedo contar.
¿Tenías el final decidido al empezar a contar la historia en Twitter?
Cuando empecé a publicar el hilo no tenía la historia pensada al cien por cien. Tenía muy claro el comienzo y el final y por eso me lancé con ella. Me ocurre a menudo que, si no consigo tener el final de una historia a los pocos días de abordarla, la suelo descartar porque si no, siento que no va a funcionar. Si sé de dónde parto y a dónde voy, el resto es más fácil. Te puedes liar mucho en ese camino entre ambos puntos, pero teniendo claro el final, que ves que le da sentido al arranque, es difícil perderte.
Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras. pic.twitter.com/6gd7Rqs6bL
— Manuel Bartual (@ManuelBartual) 21 de agosto de 2017
En el caso de esta historia del verano, tres días antes de empezar a contarla, ya tuve el principio y el final muy claro. Lo que me vino bien fue dejar zonas grises que fui rellenando según avanzaba la historia, detalles que iban haciendo que el relato fuera enriqueciéndose y que llegara a ser lo que finalmente fue.
Por último, Manuel, cómo debería plantearse su carrera una persona que está empezando, que está estudiando guión.
Lo primero que le diría es que no esperara, que comenzara ya a crear y a rodar sus propios contenidos. Yo aprovecharía todas las herramientas que nos da el audiovisual para estar contando historias. Se pueden hacer cortos con un acabado profesional con el teléfono móvil que uno lleva en el bolsillo.
También intentaría no cerrarme a lo impuesto, a lo tradicional, o lo canónico. Es decir, ¿por qué no hacer lo que yo hice este verano?, ¿por qué no usar Twitter para contar una historia? O lo que hice con mi película, que me planteé dividir la pantalla en nueve y contar todas esas historias en paralelo. Cuando te planteas este tipo de juegos, es muy divertido y es precioso buscar maneras baratas y estimulantes de contar historias diferentes. Mi consejo es no se cierren a nada y que investiguen.
Finalmente, que no se obsesione mucho en el después, en el voy a escribir este corto porque si lo hago me conocerán y después podré hacer otro proyecto mayor. Hay que centrarse en lo que se está haciendo en el momento, sin pensar en si lo verán cien personas o cien mil. Concentrar los esfuerzos en el proyecto en sí y no tanto en si lo que estás haciendo podrá abrirte otras puertas, porque eso nunca lleva a nada.