UNIR Revista
Los motion graphics, o gráficos en movimiento, son una técnica de animación de imágenes y texto, que aporta movimiento a una idea, aumentando así su capacidad de impacto.
La principal característica de los motion graphics es el grado de impacto que provocan. Su objetivo es captar la atención del público, usuario o cliente y, para ello, recurre a elementos como el color, la tipografía o, incluso, el sonido. Combinan, además, disciplinas como el diseño gráfico, la fotografía o la ilustración.
Hoy en día nos encontramos motion graphics en cualquier soporte multimedia. Se emplean en el diseño web, en la creación de contenidos audiovisuales para televisión y cine, en vídeos institucionales y corporativos, y sobre todo, en publicidad por la eficacia a la hora de transmitir mensajes y el impacto que provocan.
Así pues, los motion graphics son una opción estupenda en el ámbito corporativo. Con ellos se pueden realizar presentaciones de marcas o empresas, incluso de productos y servicios, de manera rápida y eficaz. También se utilizan para crear logos animados que el público identifique.
Otro de los campos en los que se emplean con frecuencia es en el de la enseñanza. Los motion graphics permiten transmitir conocimiento de manera sencilla. Este tipo de elementos hacen que el aprendizaje sea más fácil. En publicidad, las alternativas que ofrecen son múltiples. Con ellos no resulta nada complicado captar la atención del cliente.
Las principales técnicas de motion graphics
Podemos hacer una clasificación de motion graphics en cuanto a diferentes técnicas; son distintas entre sí, pero al mismo tiempo combinables:
Stop Motion
Probablemente sea la técnica más popular, la más fácilmente reconocible. Recurre exclusivamente a la fotografía, ya que uniendo varias fotos podemos generar una animación. Esas imágenes deben estar relacionadas, no pueden ser imágenes aisladas: pegadas consecutivamente han de construir una historia.
Cada una de ellas será editada por separado para lograr el efecto deseado al unirlas, por lo que exige una gran cantidad de trabajo. El número de fotografías que empleemos condicionará la fluidez de la animación. Lo recomendable es emplear unas 25 imágenes por segundo, para evitar que el resultado sea o muy lento o demasiado rápido. Así, un vídeo de 1 minuto de duración estará formado por unas 1.500.
Kinetic Graphics
Permite el uso de diferentes elementos: imágenes y texto que pueden combinarse además con sonido para crear vídeos con gráficos animados. El resultado resulta muy visual.
Es la técnica más utilizada cuando se busca impactar y transmitir rápidamente un determinado mensaje, apoyando, por ejemplo, una presentación, porque provoca una mayor retención y son vídeos muy fáciles de entender.
Kinetic Typography
Es una técnica mucho más básica que recurre únicamente a textos en movimiento que pueden completarse con un sonido de fondo, el cual puede ser una voz en off o simplemente música.
En esta animación de textos se suele recurrir a los contrastes de color y a movimientos rápidos, para lograr un resultado más llamativo. Su función es servir de refuerzo en la comunicación de un mensaje. Son piezas muy cortas pero muy eficaces a la hora de captar interés. Es la técnica que menor coste supone.
Combinado con imagen real
Incorpora un nuevo elemento a los motion graphics al emplear imágenes reales, o incluso animación 3D, combinadas con textos y gráficos animados. Todo esto provoca una inmediata reacción por parte del receptor. Su uso se identifica sobre todo con el refuerzo de la marca.
Claves para la creación de motion graphics
Para crear motion graphics podemos recurrir a diferentes herramientas. Apple Motion, Cinema 4D, Adobe Photoshop, Blender, Blackmagic Fusion… Todos ellos permiten crear motion graphics dependiendo de las particularidades de cada proyecto. Pero, sin lugar a dudas, la herramienta más completa es Adobe After Effects. Este software de animación, cuyo uso está más extendido por su versatilidad, permite crear todo tipo de movimientos y trabajar incluso con 3D.
Independientemente del programa elegido, hay una serie de pasos a tener en cuenta al abordar este tipo de animación. Aunque sean procesos diferentes, la base a partir de la cual trabajar es muy similar:
- Objetivo del proyecto y características. Es el primer paso para definir el enfoque del trabajo, contar con la información básica (cuestiones como cuál es el objetivo del vídeo o dónde va a emplearse). Esto condicionará la elección del software que va a utilizarse y la técnica a la que recurrir.
- Diseño del storyboard. Será el guión a seguir una vez que comience el proceso de creación. Cuanto más completo y detallado sea, mejor, ya que hará más sencillo el trabajo posterior. Siempre puede modificarse a medida que se va avanzando, incluyendo nuevas ideas.
- Definir los elementos a animar. La parte creativa comienza con el diseño de los elementos que van a formar parte de la animación. Es necesario elegir también formatos, colores o tipografías que se van a utilizar, así como los sonidos o el audio que completarán la animación.
- Animación y edición. Una vez diseñados los elementos a animar, es necesario procesarlos a partir del software elegido, siguiendo el storyboard. Con el proceso de animación completado, llega el momento de la edición que presentará el trabajo final. Se trata de enlazar los elementos animados, añadirles efectos, música, voz en off y aplicar aquellos efectos que aporten valor al proyecto.
Con los motion graphics cualquier proyecto por complejo que sea puede ser desglosado y presentado por conceptos, lo que aumenta su capacidad para llamar la atención.