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Aplicar los conceptos de la narrativa transmedia al ámbito educativo contribuye a fomentar la participación y un aprendizaje más profundo de los alumnos.
Las nuevas tecnologías han entrado de lleno en el mundo educativo y didáctico. Los alumnos conviven hoy con las pantallas y lo interactivo, de modo que se abre un gran abanico de posibilidades para incorporar la narrativa transmedia en Educación.
Cuando hablamos de narrativa transmedia nos referimos a una forma de contar historias a través de diferentes formatos y medios de comunicación. De este modo, el relato se va adaptando a múltiples plataformas con el objetivo de ofrecer al receptor una experiencia global y enriquecida.
En el caso de la educación transmedia, se trata de volcar las características de este tipo de narrativa a un enfoque pedagógico y didáctico. Esto permite a los docentes ampliar el aprendizaje de sus alumnos más allá de las aulas gracias a las posibilidades que plantea la combinación de las nuevas tecnologías con la educación más tradicional.
La principal diferencia con esta última es que no se transmite a través de un único medio, como puede ser un libro o una clase magistral, sino que amplía su universo para desplegarse por diferentes canales más audiovisuales e interactivos: redes sociales, juegos, realidad virtual, vídeos…
Claves de la educación transmedia
La principal característica de la narrativa transmedia en educación es su expansión a partir del storytelling, que suele traducirse como “el arte de contar historias”. Así, la narrativa transmedia debe tener un hilo conductor, una trama que le permita tejer toda la estrategia de difusión de los contenidos para conseguir que el mensaje llegue de forma efectiva y clara y consiga impactar en el receptor; en este caso, los alumnos.
A partir de una temática, el alumno puede aprender los conocimientos haciendo uso de distintos contenidos complementarios e independientes entre sí distribuidos en varios formatos y medios creando así un ecosistema narrativo.
Este concepto, aplicado al ámbito educativo, promueve la participación crítica de los alumnos, de una forma creativa y se alinea con las necesidades de la alfabetización digital. De la misma forma, las reglas del storytelling contribuyen a darle una coherencia narrativa al proyecto.
El objetivo principal es enriquecer el proceso de aprendizaje, así como crear un contexto inmersivo y participativo. De este modo, algunas de las claves de la educación transmedia son:
- Interactividad. Los contenidos de un proyecto educativo transmedia no solo deben plantearse de forma que estén interconectados entre ellos, sino que, además, deben promover la interactividad de los contenidos y el alumnado. La historia ha de desarrollarse de forma coherente entre todos ellos para que los estudiantes puedan explorarlos y acceder desde diferentes puntos.
- Diversidad. La narrativa transmedia, para serlo, necesita transmitirse por diferentes medios y plataformas. Los estudiantes deben poder acceder a través de diversos canales. Algunos ejemplos son: páginas web, redes sociales, juegos interactivos, vídeos o libros.
- Participación. A diferencia de lo que ocurría con la educación más tradicional, en la educación transmedia la comunicación no se produce en un único sentido, de forma que los estudiantes son meros receptores de los conocimientos, sino que participan de forma activa en ellos. Esto fomenta el interés de los alumnos por su aprendizaje al sentir que son parte de él.
- Inmersión. Es una de las principales características de la narrativa transmedia y, en términos educativos, permite al alumnado obtener un aprendizaje inmersivo al entrar de lleno a cada uno de los conceptos a través de diferentes medios.
Ventajas de la narrativa transmedia en Educación
Teniendo en cuenta las claves de la educación transmedia, los alumnos aprenden en entornos con los que están muy familiarizados en su vida diaria. Esto plantea múltiples ventajas a la hora de conseguir que se convierta en un sistema de aprendizaje efectivo:
- Flexibilidad: la narrativa transmedia es muy flexible y, en el caso de las aulas, permite adaptar el contenido a los intereses y ritmos de aprendizaje de cada alumno.
- Personalización: los contenidos son personalizables y eso hace que cada estudiante pueda tener una experiencia de aprendizaje diferente. Así, todos sienten que forman parte del proyecto, independientemente de sus habilidades y aptitudes.
- Colaboración: este tipo de educación fomenta la colaboración entre los compañeros, que en ocasiones deben trabajar juntos para avanzar en el proyecto y resolver los desafíos planteados.
- Innovación: la educación transmedia resulta muy novedosa para los menores, abre su mente a nuevas posibilidades de aprendizaje y fomenta su curiosidad.
- Motivación: aplicar la narrativa transmedia al ámbito educativo puede resultar muy motivador para los alumnos al utilizar las técnicas de contar historias para atraer su atención. A través de los relatos, los estudiantes empatizan con la trama y desean ampliar su conocimiento.
- Imaginación: el uso de estas técnicas didácticas contribuye a desarrollar múltiples habilidades de los alumnos, entre ellas la imaginación y la creatividad.
- Expansión: los universos transmedia son, por definición, expandibles, también en el mundo de la educación. No solo se difunden las propias historias a través de diferentes formatos y plataformas, sino que los alumnos también tienen la opción de ampliar las redes y convertirse en creadores.
- Atención: la educación transmedia constituye un formato novedoso basado en la interactividad y las nuevas tecnologías. Por eso, es una estrategia didáctica con gran potencial a la hora de atraer la atención de los alumnos, promover su escucha activa y mejorar su aprendizaje en temáticas más complejas. La comprensión es, de este modo, más profunda.
Ejemplos del uso de la narrativa transmedia en educación
Teniendo en cuenta las claves y ventajas de la educación transmedia, los docentes tienen ante sí un mundo de posibilidades en las que diseñar soluciones creativas e innovadoras.
- Juegos interactivos transmedia. Son muchos los ejemplos de acciones que se pueden llevar a cabo dentro del aula. Uno de los más habituales es el uso de juegos interactivos transmedia con los que fomentar la participación del alumnado. Retos de escape room, por ejemplo, fomentan la colaboración y enriquecen el aprendizaje a través de la resolución de problemas.
- Proyectos globales. Otra forma de incorporar la comunicación transmedia a la educación es a partir de proyectos globales que se desarrollen durante todo el curso en torno a un tema, que puede irse ampliando a través de diferentes canales y plataformas. Por ejemplo, si el aula elige como proyecto para un año los dinosaurios, se puede realizar a través de libros, vídeos, juegos o representaciones teatrales.
- Uso de VR y AR. Uno de los métodos más innovadores de aplicación de la narrativa transmedia a la educación es el uso de realidad virtual o realidad aumentada, que puede hacerse con un teléfono móvil. Esto llamará la atención de los alumnos en asignaturas como historia o ciencias. Se crean así experiencias de aprendizaje inmersivo con las que afianzar los conocimientos.
- Redes sociales. También se puede incorporar el uso de las redes sociales al aula e incorporarlas en las diferentes asignaturas, promoviendo que los alumnos interactúen con divulgadores expertos en una materia, por ejemplo.
Las posibilidades de la educación transmedia son infinitas. Para aprender a construir una historia multiplataforma y entender cómo aplicar los conceptos del storytelling a diferentes ámbitos, el Máster en Comunicación Digital online de UNIR ofrece las herramientas necesarias para crear universos de aprendizaje.