UNIR Revista
El periodismo político pone el foco en la actividad de los diferentes gobiernos y partidos y, por lo tanto, presta atención a cualquier hecho relacionado con estos, especialmente a las campañas electorales y las elecciones.
Un periodista político no se limita a cubrir la vida institucional con las apariciones públicas de los diferentes mandatarios, sino que también informa sobre aquellos acontecimientos que pueden enmarcarse dentro del ámbito político (manifestaciones, reacciones de los ciudadanos ante determinados temas, propuestas que algún colectivo eleve a los órganos de gobierno, etc.).
Desde siempre la política ha despertado un gran interés entre la ciudadanía, ya que se trata de una actividad cuyos temas afectan a toda la sociedad. Habitualmente, ocupa la mayoría de titulares en cualquier medio y es la información a la que, por lo general, se le exige un mayor rigor, de ahí la importancia de la especialización del profesional que la cubre. Un medio de comunicación que no cuide su sección de política pierde todo su prestigio.
La prensa escrita, la televisión y la radio han priorizado siempre este tipo de información, precisamente por eso, por el interés que despierta entre la audiencia. Lo mismo sucede con los medios digitales o las redes sociales, donde las cuestiones políticas proporcionan buena parte de sus contenidos. Es más, los propios políticos han entendido que las RR. SS. son un excelente canal para comunicarse con el resto de la población y, a su vez, los ciudadanos las emplean no solo para informarse al respecto sino también para mostrar sus opiniones y reacciones.
Ante un cambio tan drástico del escenario político el periodista ha tenido que adaptarse para continuar ofreciendo una información veraz y de nuevo la especialización se convierte en garantía.
¿Cómo especializarse en periodismo político?
La especialización periodística en cualquier materia implica un enfoque muy diferente al del periodismo más genérico y es que el profesional debe profundizar en los temas que trata. No se limita únicamente a relatar los hechos sucedidos, dando respuesta al qué, quién, cuándo y dónde, sino que introduce el por qué, buscando las causas que hay detrás de esos hechos y ofrece una interpretación de estos y de sus consecuencias.
Un periodista político debe contar con una formación multidisciplinar de base, con conocimientos en el área del derecho, las ciencias políticas, la sociología o la historia. Tendrá que dominar:
- El sistema político y electoral español y, si va a ocupar alguna corresponsalía, el del lugar en donde vaya a estar desplazado o sobre el que vaya a informar. Esto supone conocer el funcionamiento de las instituciones políticas, de los propios partidos y del sistema electoral.
- La comunicación política y sus estrategias: el marketing político, las campañas electorales…
- El análisis de la acción política y del discurso político.
- Los métodos y técnicas de investigación periodística que garanticen la veracidad de la información que se obtenga y la interpretación de los datos obtenidos.
- El estudio de los comportamientos electorales para poder extraer conclusiones.
- Conocer a la audiencia a la que va dirigida su información.
- La adaptación del lenguaje y terminología propios de la política al público en general.
Esos conocimientos teóricos sobre el ámbito político deben complementarse con otro tipo de habilidades, las que se adquieren o mejoran con la práctica de la profesión. Es ahí donde entra en juego la relación del periodista político con sus fuentes, muy distinta a la de los profesionales que cubren deportes, sanidad, educación o cultura, por ejemplo. En este caso, se vuelve más estrecha, quizá porque la fuente, que puede ser institucional o miembro de un partido, es más exigente por el tipo de información que maneja a la hora de otorgar su confianza al periodista.
Por otra parte, el periodista político ha de estar en constante formación en áreas como el derecho o la teoría política.