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La psicología política es una disciplina que tiene su origen en el siglo XX y representa la interacción entre procesos psicológicos y fenómenos políticos. Se compone de varios modelos y perspectivas.
La psicología es una disciplina muy amplia que aborda diferentes aspectos vitales. La relacionada con el electorado y la política recibe el nombre de psicología política y aporta respuestas a muchas preguntas relacionadas con este ámbito al estudiar la relación entre los procesos psicológicos y los fenómenos políticos.
UNIR ofrece el Máster en Comunicación Política a aquellos graduados en Ciencias Políticas, Comunicación o Marketing que se quieran dedicar a la psicología política, entre otras opciones. Este posgrado proporciona herramientas teóricas y metodológicas para entender cómo los factores psicológicos influyen en el comportamiento político y en la dinámica de las campañas y comunicaciones políticas.
¿Qué es la psicología política?
La psicología política es la rama de la psicología enfocada en explorar las relaciones entre los procesos psicológicos (emociones y motivaciones) y los comportamientos políticos. Así pues, analiza cómo los rasgos de personalidad y las motivaciones e intereses personales individuales influyen en las preferencias y comportamientos dentro en el ámbito político.
Asimismo, investiga los procesos cognitivos y la percepción, observando cómo las personas procesan e interpretan la información política para formar su propia opinión y tomar decisiones. En esta línea, explora las actitudes y creencias políticas, centrándose en la formación y cambio de actitudes, y el papel que ostentan las ideologías, valores y creencias.
Esta disciplina también tiene en cuenta el impacto de las emociones en la participación política, la polarización y cómo las identidades sociales y de grupo influyen en el comportamiento político, incluida la identificación partidista y la movilización colectiva.
Además, la psicología política examina la influencia social y la comunicación mediante la evaluación del impacto de la persuasión, la propaganda, los medios de comunicación y las redes sociales en la formación de opiniones y comportamientos en el ámbito político.
En definitiva, el propósito de la psicología política es entender de qué forma los sistemas, eventos y organizaciones, las instituciones y políticas públicas, influyen en las percepciones, actitudes, comportamientos, emociones y creencias de los individuos.
Perspectivas y modelos de la psicología política
La psicología política abarca diversas perspectivas y modelos que ayudan a entender cómo los factores psicológicos influyen en el comportamiento político.
A continuación, se describen las perspectivas de la psicología política:
- Perspectiva psicosocial o psicológica: en ella se da prioridad al estudio de los procesos cognitivos, ya que se considera que son los responsables de la aparición de ciertos fenómenos políticos.
- Perspectiva discursiva: sostiene que la realidad reside en el lenguaje que la construye, es decir, hablar de política significa hacer política. No existe diferencia entre el debate, la proclama o el discurso en un mitin y lo que se describe en ellos.
- Perspectiva estructural-funcional: implica que los individuos organizan un patrón de relaciones entre pensamiento, lenguaje y acción. Este integra de manera racional sus conocimientos, intenciones, disposición a tomar decisiones, a actuar y a tener comportamientos políticos.
En cuanto a los modelos de la psicología política, estos se clasifican en:
- Modelo liberacionista-crítico: surgió en América Latina en los años 80, liderado por Martín Baró y establece que los fenómenos políticos deben estudiarse con el objetivo de buscar transformaciones sociales. Es decir, se deben analizar el poder y las actividades políticas desde la perspectiva de los grupos oprimidos, considerando su contexto específico y enfocándose en crear conciencia entre los actores sociales sobre las acciones del poder.
- Modelo psicopolítico de la psicología colectiva: tiene su origen en América Latina, siendo desarrollado por Fernández Christlieb. Este modelo aborda los fenómenos políticos como sistemas que expresan e interpretan la realidad, permitiendo la creación de la realidad política colectiva.
- Modelo psicohistórico: sugiere que para entender los fenómenos psicopolíticos es fundamental considerar la historia, aspecto que durante mucho tiempo fue pasado por alto por las ciencias sociales, incluida la psicología social. La premisa fundamental de este modelo es que los fenómenos psicológicos influyen en la formación y la identidad de los grupos y movimientos políticos.
- Modelo racionalista: argumenta que el comportamiento político surge principalmente de la voluntad, la racionalidad y las motivaciones conscientes, dando lugar a procesos de comparación, evaluación y toma de decisiones que buscan mantener equilibrio y coherencia con el entorno social circundante.
- Modelo marxista: los procesos y comportamientos psicopolíticos son moldeados por la influencia de instituciones sociales y culturales, las cuales están influenciadas por relaciones de producción específicas. En este caso, se parte del supuesto de que los aspectos socioeconómicos son los que dictan la dinámica de la vida en sociedad y, en consecuencia, también determinan la esfera política.
Estas perspectivas y modelos permiten entender de mejor forma la interrelación entre los factores psicológicos y los fenómenos políticos. Por eso, es importante que aquellos que se quieran dedicar a la psicología política las conozcan bien. Es el caso del perfil del consultor político, cuyo cometido es lograr que el mensaje se transmita eficazmente y, para ello, ha de conocer bien la sociedad a la que se dirige, qué fenómenos influyen y cuáles son los aspectos a tener en cuenta a la hora de asesorar a un partido, grupo de gobierno o candidato político.
Origen y evolución de la psicología política
La psicología política como disciplina tiene sus orígenes en el siglo XX, aunque sus raíces pueden rastrearse hasta el pensamiento de filósofos y teóricos anteriores que exploraron la relación entre psicología y política.
En cuanto a nombres, destaca el de Gustavo Le Bon (1841-1931). Este sociólogo y psicólogo social francés se hizo popular por su obra La psicología de las multitudes. Además, en 1910 definió la psicología política como “el conocimiento de los medios que permite gobernar de forma útil a los pueblos”.
También es relevante la contribución del politólogo y comunicólogo estadounidense Harold Dwight Lasswell (1902-1978), considerado uno de los pioneros en este campo porque, en la década de 1920, comenzó a analizar cómo los factores psicológicos influían en los líderes políticos y sus decisiones. Su obra Psychopathology and Politics (Psicopatología y Política), publicada en 1930, es considerada una de las primeras en abordar la disciplina de la psicología política.
Durante las décadas siguientes, la psicología política se desarrolló a través de la integración de conceptos y métodos de la psicología social y la ciencia política. El contexto social en el siglo XX en el que se emplaza la Segunda Guerra Mundial y los distintos eventos políticos de esta época, impulsaron investigaciones sobre la propaganda, el autoritarismo y la personalidad de los líderes políticos.
Es el caso del estudio del filósofo, sociólogo y musicólogo alemán, Theodor W. Adorno (1903-1969), que versa sobre la personalidad autoritaria, donde se analizan las características psicológicas que predisponen a las personas hacia actitudes autoritarias y su influencia en el comportamiento político.
En las décadas de 1960 y 1970, la psicología política se consolidó como un campo académico formal, con la fundación de la International Society of Political Psychology (ISPP) en 1978, que fomentó la colaboración internacional y la difusión de investigaciones en este ámbito.
En la actualidad, la psicología política continúa evolucionando, incorporando nuevas metodologías y enfoques interdisciplinarios con el fin de comprender la complejidad del comportamiento humano y su relación con los fenómenos políticos.