UNIR Revista
Las plataformas digitales han tenido que realizar distribuciones más directas y personalizadas ante la demanda de miles de consumidores, adoptando el streaming como estrategia.
La digitalización ha revolucionado por completo el modo en el que el público consume contenidos televisivos y, por lo tanto, también la producción de estos. El contenido ha dejado de ser algo pensado para una audiencia genérica o global. De hecho, hoy las plataformas ofrecen productos personalizados, a la carta, adoptando el uso del streaming como estrategia transmedia.
El término streaming hace referencia a la distribución de un contenido, vídeo o audio, a través de un canal digital y una conexión a internet, sin la necesidad de su descarga previa. Las plataformas digitales han hecho suya esta fórmula, de tal manera que el espectador decide qué ver, cuándo y cómo.
Por otra parte, el escenario actual responde a una realidad multipantalla y transmedia, de tal manera que el mensaje viaja a través de diferentes dispositivos (móvil, tableta, ordenador, televisión…) adaptándose a las peculiaridades de cada formato.
El espectador de hoy nada tiene que ver con el de hace un par de décadas. Hasta entonces lo habitual era sentarse frente al televisor para consumir lo que otros decidían. Ahora, el público elige el contenido que quiere ver y su formato.
Las estrategias transmedia tienen por objetivo participar en el diseño de esos contenidos, que puedan ser consumidos en cualquier soporte y que despierten el interés del usuario, porque de lo que se trata es de involucrar a la persona, proporcionándole una experiencia positiva.
Como estrategia transmedia, el streaming aporta una serie de ventajas:
- Provoca un impacto en el consumidor, que no deja de ser el centro de atención.
- Traslada un mensaje positivo que el usuario terminará identificando con la marca.
- Promueve la interacción de todos los agentes implicados.
- Permite la comunicación directa con la audiencia, que incluso puede producirse durante el streaming.
- Una buena retransmisión en streaming llega a mejorar la imagen de marca.
- La implantación del streaming no es difícil. Cualquiera puede hacerlo desde casa y con un teléfono móvil.
- El streamer puede someter a un riguroso control la publicidad que añade a sus emisiones, teniendo en cuenta que no debe ser invasiva.
- Cuenta con las herramientas necesarias para enriquecer la retransmisión (gráficos, chat en directo, traducción simultánea…).
- Las retransmisiones en streaming, a su vez, quedan grabadas y guardadas para pasar a formar parte del catálogo bajo demanda.
Ejemplos de streaming como estrategia transmedia
Como ejemplos de integración del streaming dentro de una estrategia transmedia, podemos encontrar las numerosas plataformas de streaming correspondientes a las principales cadenas de televisión, como es el caso de RTVE con sus plataformas RTVE Play y Playz, Antena 3 con ATRESplayer o Mediaset con Mitele.
Estas plataformas de contenido streaming suponen un nuevo canal por el que llegar al consumidor y lograr el engagement, ofreciendo no solo las retransmisiones de los contenidos de las distintas cadenas de televisión, sino también contenidos adicionales relacionados con los mismos, contenidos históricos (como series de los 90) y contenidos exclusivamente producidos para dichas plataformas (como es el caso de las webseries).
No cabe duda de que la comunicación en la actualidad se ha vuelto transmedia casi de forma instintiva. Los departamentos de comunicación son conocedores de ello y ponen en el centro de su estrategia este concepto. Por ello, es de vital importancia que todo profesional de la comunicación esté actualizado y al tanto de las tendencias y estrategias que se engloban dentro de la comunicación digital.
En ese sentido, existen formaciones, como el Máster en Comunicación Digital online de UNIR, que garantizan el conocimiento necesario para convertirse en un profesional de la comunicación digital en entornos multiplataforma.