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La telegenia es la capacidad de una persona para proyectar una imagen atractiva y fiable a través de medios audiovisuales. Adquiere una relevancia especial en política.
La imagen y la comunicación son dos pilares fundamentales para la política actual, en la que la mayor parte de los mensajes se transmiten a través de medios audiovisuales. En este contexto, la telegenia desempeña un papel crucial a la hora de transmitir mensajes a los potenciales votantes.
El impacto de la telegenia va más allá de la apariencia física, abarcando otros aspectos de comunicación verbal y no verbal que forman parte de la formación de los alumnos del Máster en Comunicación Política y Marketing online de UNIR.
¿Qué es la telegenia?
La telegenia es un concepto que hace referencia a la capacidad que tiene una persona para resultar atractiva y conectar con el público a través de la televisión y los medios audiovisuales. En este objetivo no solo influyen la belleza o atributos físicos, sino que también incluye otros aspectos como la presencia escénica, el carisma, la comunicación no verbal, la confianza y autoestima, el uso de la voz, la dicción o la naturalidad.
De este modo, la telegenia combina aspectos físicos, psicológicos y comunicativos, que pueden ser aprendidos y desarrollados con práctica y experiencia. Aunque no se trata de un concepto con una base científica sólida, sí está considerado una noción pseudocientífica basada en la capacidad de una persona para desarrollar rasgos o características que son más televisivos o que se ajustan mejor a las expectativas y estereotipos de la comunicación audiovisual.
No obstante, es importante tener en cuenta que se trata de una cuestión con un gran peso subjetivo cuyo pilar fundamental es la capacidad de una persona para conectar con el público y transmitir su mensaje de manera efectiva.
¿Cómo trabajar la telegenia?
Si bien la telegenia puede estar determinada por un factor innato, también es posible trabajarla para optimizar la presencia de una persona en medios audiovisuales. Algunos consejos para ayudar a mejorar este aspecto son:
- Conocer a la audiencia a la que se dirige para saber de qué forma es mejor transmitir los mensajes que se quieren comunicar y el estilo que más se adapta al público.
- Definir el mensaje para tener muy claro qué se quiere decir y cómo quiere decirse con ayuda de expertos como el consultor político.
- Cuidar la imagen vistiendo de forma adecuada para la ocasión y prestando atención a aspectos como el maquillaje o el peinado.
- Estudiar la postura y el lenguaje corporal utilizando gestos naturales, modulando la voz y hablando con claridad y precisión. Es recomendable sonreír si el mensaje que se pretende transmitir lo admite y mantener el contacto visual directamente con la cámara mientras se habla.
- Tener en cuenta que la actitud debe ser fiel a la persona, mostrando autenticidad y entusiasmo por el tema que se va a tratar.
- Utilizar el storytelling como estrategia para captar la atención del público a través de historias, anécdotas y experiencias.
- Practicar frente a la cámara para familiarizarse con la apariencia en pantalla y recabar feedback de diferentes fuentes es la mejor forma de preparar un discurso político.
Del mismo modo, también hay que prestar atención a aspectos técnicos, como la iluminación y la posición de las cámaras para asegurarse de que la imagen que se transmite es agradable y acorde al mensaje.
En ocasiones, también es recomendable contar con asesoramiento profesional, como el de coach de medios, el cual puede ofrecer técnicas y consejos específicos para mejorar la telegenia.
Ventajas de tener telegenia en política
En el contexto de la política moderna, la telegenia se ha convertido en un pilar fundamental que puede influir significativamente en la percepción pública y, por ende, en el éxito electoral de los candidatos.
Hay que tener en cuenta que la mayor parte de la información política y las campañas electorales se desarrollan en medios de comunicación visuales, en los que la imagen que proyecta un político es fundamental para ganar la confianza del electorado.
De este modo, un profesional de este campo que tenga dotes de telegenia cuenta con mayores posibilidades de:
- Destacar en debates y entrevistas causando una impresión positiva en los espectadores y potenciales votantes.
- Conectar con un público amplio atrayendo la atención de personas con diferentes intereses y perfiles.
- Generar un impacto emocional despertando sentimientos positivos en el público y motivarlos a votar por él.
- Ser percibido como un líder competente y confiable, un aspecto en el que profundiza la formación de portavoces.
- Comunicar sus mensajes de forma efectiva, clara y controlando la narrativa.
- Influir en la opinión pública movilizando al electorado y logrando una mayor persuasión en los votantes más indecisos.
- Alcanzar una ventaja competitiva y una mejor capacidad para adaptarse a diferentes formatos y situaciones.
De este modo, la telegenia no solo se trata de la apariencia física, sino también de la habilidad para proyectar una imagen que inspire confianza, liderazgo y empatía. Políticos históricos como John F. Kennedy, Nelson Mandela o Barack Obama son a menudo puestos como ejemplo de personajes con una fuerte telegenia y carisma durante sus apariciones mediáticas.