UNIR Revista
Una nueva forma de comunicar es el conocido como universo transmedia, es decir, comunicar a través de múltiples plataformas que facilitan al usuario profundizar e interactuar con el producto.
Las nuevas tecnologías han favorecido una nueva forma de comunicar: el universo transmedia. Es decir, comunicación a través de múltiples plataformas, lo que facilita que el receptor reciba el mensaje, pero además pueda interactuar con él. De esta forma, el mensaje le genera engagement y le resulta cada vez más fácil conocer y acercarse al producto. Para ello, es fundamental diseñar un mapa transmedia, donde recoger las plataformas por las que se quiere diversificar el mensaje central.
El universo transmedia se podría definir como aquel universo que va más allá de la trama y que permite al espectador adentrarse y conocer un poco más y mejor a los personajes de una serie o programa; en el fondo, a interactuar con el producto. ¿Por qué esperar una semana más a ver un capítulo de una serie cuando, por ejemplo, puedo saber un poco más sobre ese personaje a través de la publicación de un blog o puedo jugar a un videojuego complementario sobre el programa?
Así, el universo transmedia estaría compuesto por todos aquellos elementos satélites que surgen alrededor de una serie, programa o libro.
Un caso de éxito nacional: MasterChef
Por ejemplo, en el caso de MasterChef, el talent show culinario de moda en España —con versión de adultos, de niños, y de famosos— no solo pretende formar a cocineros amateur y convertirlos en buenos profesionales, sino que alrededor de ellos tiene diseñado un gran universo: detrás de cada protagonista hay una historia que ellos mismos manejan a través de sus redes sociales, se venden libros de cocina del programa, campamentos de verano para niños, utensilios de cocina y productos de alimentación e, incluso, cuentan con una escuela online donde cualquier persona puede aprender a cocinar.
Cada protagonista maneja sus redes sociales, sus mensajes, aunque todos conducen al programa. De esta forma, los usuarios pueden profundizar con el programa hasta donde quieran. Se pueden limitar a verlo cada semana, o bien comentarlo en tiempo real en redes sociales, seguir a sus protagonistas, cocinar alguna receta que les haya cautivado y después subirla a redes. Para ello, tienen la opción de comprarse el libro o bien consultar el recetario del programa que hay en Internet.
De esta manera, el usuario se vuelve fiel al programa, conecta más con él y desea seguir viéndolo. Desde el programa logran una variedad de contenidos heterogéneos, basados todos ellos en la historia de base, el talent show culinario y que, además, son rentables.
Un caso de éxito internacional: Juego de Tronos
La serie Juego de Tronos sería otro caso de éxito en narrativa transmedia. Todo parte de una saga de novelas de fantasía escritas por George R. R. Martin, Canción de hielo y fuego, que trasladó a la televisión la productora HBO con gran éxito.
Alrededor de esta secuela se crearon muchísimos universos paralelos e independientes entre sí, cuya base es la historia original, y que llevan al usuario a interactuar más con la serie y con sus productos.
Así, existen videojuegos sobre la serie, eventos, mapas interactivos, merchandising, libros, aparte de que se ha creado hasta un idioma propio creado para la serie, el dothraki.
Claves para diseñar un universo transmedia
El objetivo final de la narrativa transmedia es generar engagement en el espectador, que busque interactuar más si cabe con el programa o serie, por ejemplo, y que se involucre cada vez más —hasta donde quiera—, de forma que le sea posible conocer más sobre el libro, personaje, programa o serie que le gusta.
Para conseguirlo, una comunicación persuasiva y una narración atractiva son clave en esta trama satélite de la historia original. Por eso, el contenido creado para que un usuario entre a formar parte de la comunidad de seguidores de la serie o programa debe ser de calidad, pero también independiente de la historia de base.
Esto no solo conlleva que las diferentes partes de la ficción sean diseminadas o difundidas por diferentes canales (Internet, televisión, cine, móviles, videojuegos, etc), sino que cada canal debe aportar su propio universo y contar con contenidos propios que complementen la historia original principal. En definitiva, se trata de crear un contenido añadido que involucre aún más al público.
Por ejemplo, en Juego de Tronos publicaron un libro con testimonios de sus protagonistas que desvelaba datos sobre la trama nunca antes conocidos; una iniciativa que no rompe con la esencia de la serie, pero que aporta valor para sus seguidores, un pilar fundamental en la narrativa transmedia.
El mapa transmedia
Con todo ello, la elaboración de un mapa transmedia puede ayudar en la creación de esos contenidos periféricos a la historia de base u original. Sirve para idear cómo se va a diversificar ese producto principal y decidir por qué plataforma quiero distribuir cada mensaje o producto, de forma que logremos en última instancia un mensaje más enriquecido y que sea el usuario el que decida a través de qué plataforma desea llegar al producto.
El mapa transmedia consiste en trazar un mapa general sobre cómo se va a diversificar el producto audiovisual principal y cómo se va a poner en conexión con otros productos satélites del programa o serie. ¿Por qué plataforma voy a transmitir mi narrativa central? ¿Y por cuál las narrativas periféricas? A cada historia se le puede dedicar una plataforma y esto se puede mapear; esta es la base del mapa transmedia.
En concreto, las diferentes plataformas que podemos emplear son las páginas web, la televisión, las series, los libros, el cine, las redes sociales, los blogs, Youtube o Vimeo, videojuegos, eventos, entrevistas, concursos, etc.
La formación en este ámbito mediante posgrados, como el Máster en Comunicación Digital de UNIR, aporta las herramientas y técnicas necesarias para ser un profesional de la comunicación en entornos multiplataforma: presente y futuro de la comunicación humana.