Joel Puente Fernández
En los últimos años ha emergido una corriente de pensamiento cuyo objetivo es promocionar los beneficios y ventajas de un protocolo individualizado y supervisado de ejercicio físico para la salud. Esta visión, que parece nueva pero que lleva más de quince años cambiando la forma de vida y de ver el mundo de las personas, se basa en los beneficios fisiológicos, físicos y psicológicos del ejercicio físico correctamente planificado y realizado.
“Estamos hechos para movernos”, “eres lo que comes”. Estas dos conocidas frases tienen un gran peso y son una realidad innegable. A pesar de ello parece que con la llegada de la era tecnológica, la comida procesada y el poderoso sedentarismo las hemos perdido de vista.
En los últimos años ha emergido una corriente de pensamiento cuyo objetivo es promocionar los beneficios y ventajas de un protocolo individualizado y supervisado de ejercicio físico para la salud. Esta visión, que parece nueva pero que lleva más de quince años cambiando la forma de vida y de ver el mundo de las personas, se basa en los beneficios fisiológicos, físicos y psicológicos del ejercicio físico correctamente planificado y realizado.
Las civilizaciones antiguas emplearon diferentes combinaciones de alimentos y plantas para tratar diversas enfermedades. Con la medicina natural se curaban bastantes infecciones, enfermedades y malestares. Con la llegada de los fármacos como los conocemos, esa perspectiva ha cambiado. Hay desconocimiento de sus efectos y la automedicación lleva a la dependencia.
La salud, según la OMS, es un estado de completo bienestar, físico, mental, espiritual, emocional y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; y la medicina la podemos definir como el conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir.
Cabe establecer una clara transferencia de la medicina a la puesta en práctica del ejercicio físico y a un régimen de correcta nutrición Partimos de la base de la consideración de actividad física como cualquier actividad que requiera gasto energético; y del ejercicio físico como una actividad estructurada, planificada, repetitiva e individualizada para cada uno de los seres humanos en función de su nivel, objetivos y capacidad.
En cuanto al ejercicio físico como medicina, se han obtenido resultados benéficos y efectos favorables tanto en poblaciones aparentemente sanas, como en personas con enfermedades y patologías, sobre todo, aquellas derivadas de la inactividad física y el sedentarismo. Como decíamos: hoy en día la inmensa cantidad de opciones de ocio son estáticas o involucran poca actividad y la mayor parte de la alimentación tiene poca calidad nutricional.
(Desarrollamos estas ideas de forma más amplia en la clase online que se puede ver pinchando en el enlace de arriba, sobre la foto).