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Las alergias e intolerancias son dos conceptos diferentes que a menudo se confunden. Centrarse en su diagnóstico es clave para evitar reacciones adversas del organismo al ingerir determinados alimentos.

Alergia e intolerancia son dos conceptos que suelen confundirse a menudo debido a la similitud de sus síntomas. Sin embargo, es fundamental diferenciar correctamente estas dos condiciones para aplicar el tratamiento adecuado y prevenir reacciones adversas del organismo tras la ingesta de determinados alimentos.
Los nutricionistas se encargan de interpretar resultados y colaborar con alergólogos y endocrinos en diseñar una dieta específica y adaptada a las alergias e intolerancias del paciente. Al respecto, UNIR ofrece el Grado en Nutrición y Dietética online, que proporciona conocimientos clave en dietética, nutrición y alimentación.
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Alergia e intolerancia: definición
La alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunitario que identifica de forma errónea componentes de ciertos alimentos y libera sustancias como la histamina, provocando síntomas como urticaria, picazón o hinchazón e, incluso, más graves, como dificultad para respirar.
Por su parte, la intolerancia alimentaria tiene lugar cuando el organismo encuentra dificultades para digerir ciertos componentes alimentarios debido, generalmente, a la falta o deficiencia de enzimas necesarias para su metabolización. En cuanto a los síntomas, puede aparecer hinchazón, fatiga, malestar general, diarrea o gases excesivos, entre otros. La gravedad de la intolerancia alimentaria depende de la cantidad del alimento que se haya ingerido.
Alergia e intolerancia: características
Las diferencias entre alergia e intolerancia no solo se reflejan en su definición, sino también en sus características:
- En las alergias el sistema que responde es el inmunitario, mientras que las intolerancias alimentarias afectan al sistema digestivo.
- Las alergias e intolerancias alimentarias comparten síntomas similares como la hinchazón, pero causan reacciones distintas: urticaria, sarpullido o congestión nasal, en el caso de las alergias, y diarrea o náuseas, en el de las intolerancias.
- Las alergias alimentarias pueden provocar una reacción mortal del organismo, denominada anafilaxia, que causa dificultad para respirar, hinchazón, mareo y shock. Las intolerancias no son mortales.
- Para diagnosticarlas se emplean pruebas distintas. Las alergias se detectan a través de test inmunológicos (IgE) y las intolerancias con test metabólicos.
En conclusión, el empleo sin distinción de alergia e intolerancia es erróneo, ya que son dos conceptos que se refieren a reacciones diferentes del organismo.
¿Cómo identificar alergias e intolerancias?
Para saber a qué tipos de alimentos o proteínas se tiene alergia o intolerancia es necesario someterse a una serie de pruebas que diagnostiquen cualquiera de estas dos condiciones.
El diagnóstico de alergias alimentarias
Prick-test
Para las alergias, se realizan pruebas cutáneas como el denominado prick-test, que consiste en aplicar una gota de extracto alergénico sobre la piel del antebrazo, seguida de una pequeña punción con una lanceta, de esta forma el extracto penetra en las capas superficiales de la piel.
Tras esperar entre 15 y 20 minutos, se observa si ha habido reacción. Si la zona se enrojece y se hincha mínimamente, la prueba es positiva y se determina que hay sensibilidad al alérgeno aplicado.
Test inmunológicos
A su vez, se incluyen, los test inmunológicos IgE (Inmunoglobulina E) encargados de medir el número de anticuerpos IgE en la sangre, que el sistema inmunitario produce ante la exposición a alérgenos.
Pruebas menos comunes
Además, también hay otras pruebas como la intradérmica, que consiste en aplicar una cantidad concreta del extracto alergénico en la capa más profunda de la piel (dermis), y la epicutánea, con la que se diagnostican alergias de contacto colocando discos con alérgenos sobre la piel de la espalda durante 48 horas, evaluando reacciones cutáneas como enrojecimiento o eccemas.
El diagnóstico de intolerancias alimentarias
Para identificar las intolerancias alimentarias se recurre principalmente a dos pruebas concretas:
- Análisis de sangre con el que se analiza la reacción de los anticuerpos del organismo a más de 200 alimentos y aditivos.
- Test genéticos, mediante los cuales se identifican con alta precisión intolerancias hereditarias al gluten, la lactosa o la fructosa.
Finalmente, las pruebas para detectar alergias e intolerancias las llevan a cabo profesionales como el médico especializado en el aparato digestivo, nutricionistas o endocrinos. El diagnóstico de estas condiciones es clave para emplear un tratamiento adecuado y evitar así que el organismo reaccione de forma adversa tras la ingesta de algunos alimentos.
Tratamiento de alergias e intolerancias
Los tratamientos para ambas condiciones son distintos, aunque en ambos casos la regla básica es que se debe evitar el consumo del alimento que provoca alergia o intolerancia.
Además:
- En las alergias alimentarias, en caso de necesidad, se prescribe el uso de antihistamínicos o adrenalina.
- Para las intolerancias, en algunos casos, se recetan suplementos de enzimas para facilitar la digestión del compuesto que causa el problema.
Alergias alimentarias más comunes
Generalmente, cualquier alimento que contenga proteínas causa alergias alimentarias, siendo las más comunes:
- Alergia al huevo: originada por contener proteínas como la ovomucoide y la ovoalbúmina.
- Alergia al pescado: causada por las proteínas musculares del pescado, especialmente presentes en pescado con omega 3.
- Alergia a las legumbres: el cacahuete, compuesto en gran medida (40-50 %) de la proteína arachin, provoca muchas de las alergias alimentarias más comunes.
- Alergia a los frutos secos: las nueces, los pistachos y las almendras son los que producen síntomas de alergia, no solo por consumo sino también por contacto con la piel.
- Alergia a la leche: ocasionada por proteínas como la caseína, con un alto valor biológico que contiene minerales como el calcio y el fósforo.
Esta lista representa las alergias alimentarias más comunes, aunque existen otros tipos que surgen por factores de riesgo, como la edad (más frecuente en niños) o los genes y antecedentes familiares.
Intolerancias alimentarias más comunes
En cuanto a las intolerancias alimentarias más comunes, destacan las siguientes:
- Intolerancia al gluten o enfermedad celíaca: provoca daño en el intestino delgado al generarse una afección autoinmune tras el consumo de alimentos con gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno.
- Intolerancia a la lactosa: se produce por la falta de lactasa, la enzima que descompone la lactosa, causando molestias digestivas al consumir lácteos
- Intolerancia a la sacarosa: se debe a la falta de una enzima para digerir el azúcar común, evitando así el consumo de alimentos dulces convencionales.
- Intolerancia a la fructosa: el cuerpo no puede descomponer correctamente la fructosa, un azúcar presente en frutas y alimentos procesados
- Intolerancia a la histamina: se genera por un déficit de la enzima DAO, causando acumulación de histamina en el cuerpo