UNIR Revista
El aula sensorial está diseñada para potenciar la estimulación de los cinco sentidos en la formación de los más pequeños.
El alumno sentado en una silla durante horas. La pizarra y la tiza como principales medios para impartir la lección. El imperativo del silencio durante el desarrollo de la clase. Estos tres escenarios no tienen cabida dentro de un aula sensorial, un espacio innovador donde el aprendizaje llega mediante la estimulación de los sentidos.
La vista, el olfato, el tacto, el oído y el gusto; todos los sentidos son importantes dentro del aula sensorial, una apuesta educativa que fomenta el desarrollo cognitivo y emocional de los alumnos. Es por ello por lo que, en los últimos años, cada vez son más los centros educativos que apuestan por la estimulación sensorial en el aula.
¿Cómo se crea un aula sensorial?
Un aula sensorial consiste en una sala dividida en diferentes espacios habilitados con los elementos necesarios para realizar la estimulación sensorial. Aunque no es obligatorio, lo ideal para alcanzar la mejor experiencia es que cada sentido tenga su propio rincón específico.
- El rincón de la vista tiene que ser un espacio con objetos de diferentes colores y donde es muy importante la luz. Es recomendable la presencia de proyectores, fibras luminosas y bolas de luz.
- Por su parte, en el rincón del olfato, los ambientadores de aromas y los aceites son algunos de los elementos que pueden utilizarse.
- Para la estimulación del tacto, juegan un rol importante los objetos con texturas, pesos y temperaturas diferentes.
- El rincón del gusto requiere la presencia de alimentos.
- Y, el del oído, una buena variedad de músicas y sonidos.
Más allá de un rincón para cada sentido, existen otra serie de aspectos fundamentales en un aula sensorial. La iluminación debe ser tenue para que los alumnos estén concentrados, hay que evitar todo tipo de ruido que pueda hacerles perder la concentración, se debe disponer de un mobiliario accesible y adaptado a todo el alumnado y hay que contar con elementos de seguridad pasiva.
Ventajas de la estimulación sensorial en el aula
La estimulación de los sentidos que se consigue en el aula sensorial conlleva que muchos educadores apuesten por esta opción en sus centros. Estos espacios multisensoriales son de gran ayuda para todo tipo de alumnos, pero en especial para aquellos que requieren de necesidades educativas especiales.
La estimulación sensorial tiene beneficios para los niños y niñas con trastorno del espectro autista, trastorno del aprendizaje o discapacidad física o intelectual. Además, debe estar habilitada para que se puedan desplazar por ella alumnos en silla de ruedas.
Otras ventajas que presentan este tipo de aulas son:
- Estimulan las relaciones sociales en un ambiente seguro.
- Mejoran las habilidades comunicativas.
- Se ejercita el cuerpo.
- Favorecen la experimentación y la exploración.
- Aumentan la seguridad en sí mismos.
Ejemplos de actividades para estimular los sentidos
Existen muchas actividades y juegos educativos para realizar en el aula sensorial. Estos son algunos ejemplos:
- Adivina la fruta: este ejercicio está pensado para potenciar la estimulación del sentido del gusto. Se necesitan muy pocos elementos: un pañuelo, una cesta y varios alimentos. Con los ojos tapados, los alumnos deberán adivinar qué están comiendo.
- El juego de las huellas: esta actividad obliga a utilizar la memoria táctil y la visual. Se necesita una caja sensorial, plastilina y pelotas táctiles, y el objetivo es que los niños asocien las pelotas con las huellas marcadas.
- Toca y pasa: en este juego se utilizan balones con lastre para estimular el sentido propioceptivo y las habilidades motoras. Se pueden organizar grupos de tres que deberán ir pasándose los balones.
- La caja misteriosa: por su nombre se puede deducir que es una actividad que despierta la curiosidad de los alumnos. En este caso, el foco recae sobre el sentido del tacto, ya que deberán encontrar diferentes objetos en una caja guiándose por lo que sienten al tocarlos.
Estos son solo algunos ejemplos de todo lo que se puede hacer dentro de un aula sensorial. Existe mucha literatura que pone de manifiesto sus utilidades educativas. Asimismo, estos espacios pueden servir para realizar una terapia rehabilitadora y socializadora: el aula sensorial permite ejercitar cualquier sentido afectado y ayuda a los niños a estar más relajados y a encontrar seguridad para superar sus miedos.
En definitiva, dadas sus aplicaciones educativas y psicológicas, es muy importante que todas aquellas personas que quieran desarrollar su propia aula sensorial cuenten con los conocimientos necesarios. El Máster en Psicología Infanto-Juvenil de UNIR permite adquirir conocimientos técnicos y científicos que cualifican a los profesionales para la intervención con niños y adolescentes en espacios innovadores como el aula sensorial.