¿Cómo ser coach? Requisitos para ser un experto en coaching

UNIR Revista

Para ser coach se necesita tener un curso especializado en coaching pero, sobre todo, mucha empatía, motivación y ganas de ayudar a personas y grupos a alcanzar sus metas y objetivos.

Entrenador emocional, coach nutricional, mentoring… Ya nadie se sorprende cuando escucha términos de este tipo en reportajes sobre cantantes y deportistas de élite, pues ya hace años que estos recurren a los servicios de un coach para alcanzar su desarrollo personal y profesional. Las librerías están repletas de manuales sobre cómo ser tu propio coach. Incluso hay personajes famosos, como la actriz Norma Ruiz o la escritora Lucía Etxebarría, que ofrecen coaching a otros profesionales de su gremio. Sin embargo, no todo el mundo tiene muy claro en qué consiste exactamente el coaching. ¿Es una especie de terapia? ¿Un coach es un psicólogo o…  algo parecido a un tutor? ¿Cómo ser coach? En UNIR abordamos en qué consiste el coaching, cuáles son las cualidades de un coach y qué formación necesitas para serlo.

Pero, ¿qué es exactamente un coach?

Popularmente se asocia el coaching a conceptos como asesoramiento, consultoría, entrenamiento, orientación… Sin que ninguno de ellos se ajuste exactamente a las funciones de este tipo de profesional.

La palabra coach significa literalmente entrenador. Por ende, un coach es un entrenador de personas; o, en otras palabras, un profesional que se ha formado para motivar, acompañar, enseñar técnicas y aportar herramientas que permitan a una persona o grupo de personas cumplir las metas o retos propuestos y/o desarrollar determinadas habilidades. 

Bien sea de aspectos del ámbito personal, laboral o emocional, un coach ayuda a alcanzar el rendimiento que, por la razón que sea, una persona es incapaz de lograr por sí misma..

El coaching por su parte, es el método que desarrolla un coach para que sus coachees —terminó con el que se conoce a la persona que recibe el coaching— cumpla sus retos o desarrollar determinadas habilidades.

John Whitmore (1937-2017), pionero en este movimiento y autor del superventas Coaching: El método para mejorar el rendimiento de las personas, defendía que la finalidad del coaching no es otra que liberar el potencial de una persona para incrementar su rendimiento. Por lo tanto, la función del coach es ayudar al otro a descubrir esos potenciales.

De acuerdo con el autor, un coach ni enseña ni aconseja. Acompaña y guía al cliente durante ese proceso de conocerse a sí mismo, de descubrir sus puntos fuertes y débiles, de focalizar las metas que quiere conseguir, ya sea en su vida personal como laboral.

No obstante, y debido al intrusismo en esta profesión, los psicólogos coach abogan que el auténtico coaching va más allá de guiar o asesorar al individuo. Su objetivo es que un individuo (o grupo) alcance su desarrollo profesional y personal.

En ese crecimiento personal intervienen procesos psicológicos, como el aprendizaje, la atención, la memoria, la gestión de emociones y motivaciones, los pensamientos… Por lo tanto, el coaching necesita la metodología científica que ofrece la Psicología tanto para la evaluación como la intervención del cliente. Recursos y técnicas basadas en los fundamentos de Psicología conductual, cognitiva, gestáltica…

Formación necesaria para ser coach

El Grado en Psicología ofrece las competencias fundamentales para este tipo de profesional. Si bien es cierto que el mercado está repleto de cursos de experto en coaching para entrenadores, directivos, educadores… —y muchos de ellos no exigen haber cursado la carrera—, esta titulación superior es lo que se necesita para un buen ejercicio del coach.

Una vez obtenida esta titulación, sí es requisito indispensable completarla con un curso especializado en coaching, siempre certificado, y que cuente con ejercicio práctico supervisado. Por ejemplo, la Asociación Española de Coaching (ASESCO) exige un mínimo de 50 horas de práctica y 30 sesiones de coach para la certificación de programas en coaching. Esta certificación la otorga una entidad oficial —como la ya mencionada—, universidades, la International Coach Federation o los Colegios Oficiales de psicólogos.

También existe la certificación ICF del International Coach Federation, una de las más reconocidas a nivel internacional quien además de certificar a los coaches en tres niveles (ACC – Coach Asociado Certificado, PCC – Coach Profesional Certificado y MCC – Coach Master Certificado) certifica programas formativos.

Tal y como se comentó al principio, el mundo del coaching está en auge, un hecho que permite a sus profesionales elegir entre una infinidad de especialidades.

En este sentido, y muchas veces en base a la formación y experiencia laboral previa, los coaches se especializan en ámbitos del coaching como: 

• Personal. El coach se encarga de forma personalizada  y confidencial de acompañar y encaminar, por medio de una serie de herramientas, a una persona para obtener ciertos resultados personales y profesionales.
• Deportivo: El coach deportivo enseña y ayuda a deportistas a sacar su máximo rendimiento, para esto diseña una serie de acciones de mejora motivacional, sea para un deportista de élite o uno amateur. 
• Empresarial. El coach aplica sus conocimientos a todo tipo de trabajadores y áreas dentro de una empresa con la finalidad de abordar temas que aparecen en el lugar de trabajo, como puede ser trabajo en equipo, empoderamiento y manejo del tiempo, entre otros.
• Ejecutivo. El coach busca guiar al empresario para mejorar su rendimiento directivo y así tomar mejores decisiones con la finalidad de impulsar los resultados empresariales y de negocio.
• PNL (Programación Neurolingüística). El coach especializado en PNL trabaja de la mano de la programación Neurolingüística con la que puede conocer cómo una persona interpreta la realidad. En base a esto puede emplear técnicas para ir moldeando algunas de sus conductas. 
• Ontológico. En esta clase de coaching el coach se enfoca en mejorar el lenguaje y la forma en la que se expresa una persona, a través del uso de diversas metodologías.
• Familiar. Un coach de familia, mediante una serie de actividades, busca poner en común los miedos, alegrías y desafíos a los que cada integrante de la familia se enfrenta. Con esto se impulsan estructuras familiares sólidas, amparadas en una comunicación fluida, sana,  bidireccional y basada en el respeto.
• Docente. Aquellos con vocación docente, también pueden dedicarse a la formación de coach para ser “entrenador de entrenadores”.

Funciones del coach

Un coach, a lo largo de su práctica debe desempeñar algunas funciones indispensables para el éxito de sus coachees como: 

1. • Ayudar a reconocer las barreras y puntos de bloqueo que afectan la vida personal y laboral, y cualquier otro rasgo vinculado con el comportamiento que no le permite al coachee conducirse en cualquier aspecto de su desarrollo personal o empresarial.
   • Transmitir confianza. El coach debe crear una  relación de confianza estableciendo un ambiente que transmita seguridad; así, la persona puede estar más cómoda para identificar los obstáculos que no le permiten desarrollarse o alcanzar objetivos.
   • Identificar fortalezas. El coach, mediante herramientas y dinámicas, debe ayudar al coachee a identificar sus puntos fuertes y a que sepa aprovecharlos; por ejemplo: liderazgo, trabajo en equipo, creatividad, entre otros.
   • Establecer metas y objetivos. Una de las principales funciones del coach es guiar a la persona o equipo en la consecución de metas factibles y alcanzables en un determinado tiempo. Es fundamental hacerle entender al coachee qué es un objetivo real vs un deseo.
   • Ofrecer estrategias claras para alcanzar los objetivos. Una vez determinado el objetivo, el coach ayudará a crear un plan de acción con pasos a seguir, en tiempos acordados. A esto se sumará la valoración de los avances y la enseñanzas de cómo enfrentarse a los errores y reorientarse para lograr la meta.
   • Ayudar a esclarecer las problemáticas personales que generan afectación en negocios y vida, ventas, desarrollo de relaciones, seguridad personal, y cualquier aspecto relacionado o vinculado con las actitud, acción y comportamiento de los individuos.
   • Brindar herramientas para la comunicación. Un coach debe ayudar a sus coachees a que sepan cómo transmitir sus pensamientos  y necesidades, para esto crea un ambiente seguro donde las personas puedan expresar sus opiniones. Motivar. Lograr que la persona o equipos estén motivados es una de las funciones primordiales de este tipo de profesional.
   • Colaborar en la toma de decisiones. Enseñar métodos que ayuden a valorar todos los escenarios que se puedan presentar y, en base a las ventajas y posibles consecuencias de las decisiones, saber cómo actuar.

Habilidades para ser coach

Escoger a un coach u otro dependerá en gran medida del conjunto de habilidades personales que este reúna entre las que se encuentran: 

1. Empatía. El coach debe ser capaz de ponerse en el lugar de la persona a la que está atendiendo para comprender mejor su situación y así responder de una forma más personalizada al problema planteado, sin juzgarlo bajo ningún concepto.
2. Capacidad de escucha. Interesarse en la conversación y escuchar de forma activa es básico para poder ajustar la respuesta o comentario a lo que se va a decir.
3. Comunicación. Relacionado a lo anterior, comunicarse eficazmente es básico para transmitir confianza y recomendaciones o pasos a seguir, apoyándose no solo de la entonación sino también del lenguaje corporal.
4. Análisis y síntesis. Ser capaz de enfocarse en diversos elementos para analizarlos  y entender cómo se relacionan es tan importante como verlos como un todo para organizar la información y obtener una visión global y ajustada a la realidad.
5. Vocación. Una de las claves del coaching está en la motivación personal por ayudar a los demás. 
6. Autoconfianza. La seguridad y el autoconocimiento son rasgos que un coach debe tener a la hora de guiar a un coachee en su camino de cambio, para no titubear cuando la persona o equipo que dirija lo haga.

Además de estas habilidades, la International Coach Federation (ICF) añade otras competencias que debe tener un coach:

1. Ética.
2. Mentalidad abierta y flexible.
3. Compromiso.
4. Confianza en sí mismo y para sus coachees.
5. Promotor de autonomía.

¿En qué contextos puede trabajar un coach?

Una vez se cuenta con la formación especializada necesaria para desempeñarse como coach y se tienen algunas de las principales competencias personales requeridas queda conocer dónde puede trabajar un coach. Algunas de las principales salidas profesionales son: 

• Coordinador de desarrollo organizacional y de talento.

• Consultor independiente para empresas.
• Consultor de orientación personal. 
• Psicólogo y coach.
• Personal interno para multinacionales.
• Mentor acreditado especializado en directivos y mandos medios.

• Formador de RRHH para  la implantación de programas de coaching y mentoring.
• Asesores para programas de incubación y viveros, o start-ups.
• Asesor externo para entidades del ámbito deportivo.
• Consultor para entidades educativas.

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