UNIR Revista
Las personas que tienen dependencia afectiva suelen presentar patrones de comportamiento adictivos y de apego patológico en sus relaciones.
La dependencia afectiva es un patrón psicológico en el que la persona tiene una necesidad de afecto extrema y continua. Suele presentarse en las relaciones interpersonales, sobre todo las familiares, de pareja o amistad. Afecta a muchas personas y el patrón más común es que estas no piensan en cuáles son sus necesidades, se anulan a sí mismas en favor de su pareja, familia o amistades y necesitan su aprobación constante para no sentirse mal.
La situación de dependencia emocional puede presentarse de forma puntual en la vida de una persona o solo en alguna de sus relaciones. No obstante, al presentar un aspecto adictivo, lo normal es que el fenómeno sea una constante en su vida y esté presente, sobre todo, en sus relaciones de pareja. Es común que las personas con dependencia afectiva establezcan vínculos amorosos poco sanos y marcados por el temor constante a que la relación se acabe.
La mayoría de las personas que presentan dependencia afectiva no son conscientes de ello o se niegan a aceptarlo. Se produce un fenómeno similar al de otras adicciones y también aquí operan mecanismos de refuerzo positivo que son los que generan y fortalecen la dependencia emocional del sujeto. Hay que señalar que esta problemática afecta tanto a mujeres como a hombres.
Causas, síntomas y consecuencias de la dependencia afectiva
Lo habitual es que las personas con dependencia afectiva tengan una baja autoestima, presenten numerosas inseguridades y muy poca confianza en sí mismas. Entre las causas que generan el problema se encuentran la educación recibida, los referentes que han tenido a lo largo de su desarrollo y los patrones vividos u observados en terceros.
A la hora de identificar quienes pueden sufrir dependencia emocional hay que buscar los siguientes síntomas o conductas:
- La distancia física o emocional con su pareja les provoca estrés o ansiedad.
- Miedo a la soledad, al rechazo o al engaño.
- Incapacidad de mostrar sus opiniones para no molestar.
- Sentimientos de inferioridad respecto a los demás.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Problemas para adaptarse a situaciones nuevas.
- Son capaces de hacer tareas no deseadas si con ello pueden satisfacer a la otra persona.
- Comportamientos obsesivos.
En aquellos casos donde existe una dependencia afectiva grave se llegan a aceptar agresiones, humillaciones e infidelidades continuas por el miedo a la pérdida de la otra persona. Incluso, en los casos de relaciones de pareja, es común que, si se produce una ruptura, la persona dependiente intente por todos los medios recuperar la relación y acepte todo tipo de menosprecios.
Teniendo en cuenta lo descrito es fácil deducir que las personas con dependencia emocional sufren numerosas consecuencias:
- Su identidad se ve afectada y presentan una personalidad débil.
- Es común la aparición de depresión, agorafobia, fobia social o ansiedad.
- Inseguridad y baja autosuficiencia emocional.
- Dificultades en el entorno laboral.
¿Cuáles son las opciones terapéuticas?
En la actualidad, existen diferentes opciones terapéuticas para abordar la dependencia afectiva. La terapia que ha mostrado más éxito es la cognitivo-conductual. Por su parte, la terapia EMDR, está más indicada en el trauma, por ejemplo, cuando se da Trastorno de Estrés Postraumático. El objetivo principal del tratamiento terapéutico es conseguir que la persona reconozca su problema e identifique sus relaciones tóxicas, así como detectar las causas de la dependencia emocional para poder abordarla.
Las causas y síntomas de este problema han sido muy estudiadas. Sin embargo, aunque las opciones de terapia están bien establecidas, tal como has visto, el desarrollo de posibles líneas de prevención no está aún tan avanzado. En ese sentido, es importante el fomento desde la infancia para configurar una identidad sólida y una autoestima estable y segura, así como el desarrollo de estilos parentales saludables y ofrecer psicoeducación sobre el amor y el establecimiento de relaciones interpersonales sanas.
Todas estas herramientas y conocimientos están presentes en el Grado en Psicología Online de UNIR, cuyo objetivo es formar nuevos profesionales que puedan comprender, analizar y abordar problemas como la dependencia afectiva; un patrón psicológico que provoca unas relaciones interpersonales inadecuadas y muchas consecuencias negativas para la persona afectada.