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La dependencia emocional suele implicar dificultades para tomar decisiones por uno mismo, lo cual merma la autonomía de la persona que la padece.
La dependencia emocional suele implicar dificultades para tomar decisiones por uno mismo, lo cual merma la autonomía de la persona que la padece.
La dependencia emocional es un estado o patrón psicológico que se caracteriza por la necesidad irracional de estar en presencia de la persona de la que se es dependiente, así como por la delegación en dicha persona de las principales cuestiones relativas a la responsabilidad y cuidado de uno mismo.
Así, una persona que experimenta dependencia emocional sufrirá de forma excesiva cuando no esté junto a la otra persona, se verá incapacitada para tomar decisiones propias o realizar actividades por sí misma y mostrará un miedo no realista ante la posibilidad de que la otra persona la abandone.
Causas de la dependencia emocional
La dependencia emocional es un rasgo de la personalidad. Sin embargo, cuando se trata de una dependencia excesiva (aquella que afecta a la calidad de vida de la persona) es cuando se habla de trastorno.
Las causas de la dependencia emocional pueden ser variadas. En general, se suelen identificar dos situaciones que son comunes en la mayoría de personas con este problema. Por un lado, haber recibido una educación o crianza sobreprotectora. Por otro, ser extremadamente inseguras y dependientes, ya sea por una dependencia real o imaginaria.
En general, las personas con dependencia emocional presentan un cierto grado de inmadurez en relación con lo que cabría esperar a su edad. Debido a esto, se trata de un trastorno más habitual en personas jóvenes que en personas de edad avanzada. No obstante, resulta un problema que puede estar presente a cualquier edad.
Síntomas de la dependencia emocional
Algunos de los principales síntomas que presentan las personas con dependencia emocional son los siguientes:
- Falta de autocontrol.
- Sentimientos excesivos.
- Dificultades de adaptación a los cambios.
- Miedo a la soledad.
- Estrés o ansiedad cuando no están junto a la persona de la que dependen. Incluso, en algunos casos, pueden llegar a experimentar ataques de pánico ante la idea de poder perder a esa persona.
- Sentimientos de inferioridad respecto a la persona de la que dependen y respecto al resto de su entorno.
- Celos.
- Incapacidad para realizar actividades por sí solas (si no es en compañía de la persona de la que dependen emocionalmente).
- Dificultades para exteriorizar sus sentimientos u opiniones (sobre todo si estos entran en conflicto con la persona de la que dependen).
Consecuencias de la dependencia emocional
La dependencia emocional es un problema psicológico que merma la capacidad de decisión de la persona que lo padece. Esto afecta a su calidad de vida y a su autonomía como individuo, lo que suele conllevar que también su autoestima se vea dañada. Esto, a su vez, suele desencadenar elevados niveles de estrés, episodios de ansiedad y ataques de pánico (sobre todo en ausencia de la persona de la que dependen emocionalmente).
Ejemplos de dependencia emocional
Existen muchas formas en las que se puede manifestar la dependencia emocional. Algunos de los ejemplos más habituales son los siguientes:
Dependencia emocional de una pareja
Probablemente, la dependencia emocional de una pareja sea el caso más común y paradigmático. Consiste en que la persona depende de su pareja para sentirse válida y con la confianza necesaria para afrontar las actividades de su vida diaria. En esos casos, es muy habitual la necesidad de realizar cualquier tipo de actividad de forma conjunta. Además, la persona dependiente suele reaccionar de forma exagerada y con celos cuando percibe que su pareja puede desarrollar espacios y relaciones sociales de las que no forma parte.
Dependencia emocional padres-hijos
Otro caso muy habitual de este tipo de trastorno es el que se da entre padres e hijos. En el caso de que los hijos dependan de los padres, es más común que se dé durante la infancia y la adolescencia.
En cambio, cuando la dependencia se manifiesta desde los padres hacia los hijos, es más habitual que ocurra a medida que los padres envejecen y se perciben a sí mismos incapaces de llevar a cabo determinadas actividades o sentirse seguros sin la presencia de los hijos.
Dependencia emocional en la amistad
La amistad es otra de las relaciones sociales en las que, con más frecuencia, se manifiestan casos de dependencia emocional. En ese caso, uno de los amigos depende emocionalmente del otro. De esa forma, la relación que se establece entre ambos tiende a no ser de igualdad, sino de sumisión por parte de la persona dependiente, que manifiesta dificultades a la hora de mostrar su disconformidad con la opinión del amigo del que depende emocionalmente.
Cómo acabar con la dependencia emocional
La dependencia emocional es un problema psicológico complejo. En algunos casos, la madurez y las propias experiencias vitales ayudan a que el dependiente gane autonomía y sea capaz de gestionar mejor este tipo de situaciones. Sin embargo, en otros casos, se trata de pacientes que deben ser tratados por un psicólogo debidamente formado.
Gracias a la psicoterapia y a otras herramientas similares, el psicólogo ayuda a reforzar la autoestima y la capacidad asertiva del paciente, dotándolo de las herramientas necesarias para cortar con las conductas dependientes.
De ese modo, la persona dependiente ve reforzada su capacidad de expresar sus ideas y opiniones sin miedo al rechazo. A la vez, al mejorar su autoestima y confianza en sí misma, la persona dependiente reduce los síntomas habituales asociados con este problema.