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La depresión endógena difiere de las otras depresiones por su causa, es decir, la genética o la biológica. Profundizamos en sus síntomas y tratamiento.
La depresión endógena es un tipo de depresión que no se explica por factores externos o estresores psicológicos evidentes, se caracteriza principalmente por ánimo deprimido, falta de disfrute, pasividad o malestar emocional en forma de tristeza de tipo melancólico. La depresión endógena se diferencia de la depresión exógena porque esta última se genera por un factor estresante externo.
La característica principal de la depresión endógena es su causa genética o biológica. Los familiares de primer grado de pacientes depresivos tendrán más riesgo de padecer depresión, independientemente de factores ambientales o educacionales.
Su síntoma principal es una tristeza diferente a los demás tipos de depresiones. Se trata de una tristeza profunda, una incapacidad de sentir, una sensación de vacío y una anestesia emocional. Es habitual que empiece en personas jóvenes y es típico que haya cambios en el nivel de malestar durante el día.
Como factores biológicos se podrá observar una alteración de los neurotransmisores aminérgicos como la serotonina, dopamina y norepinefrina.
- Una alteración de la serotonina influirá en los estados de ánimo, de la conducta o de la actividad sexual.
- La dopamina se ha asociado con menos motivación, ausencia de placer y pérdida de interés.
- La norepinefrina se ha asociado con la motivación, el apetito, la conducta social y la regulación del sueño.
Existen dos circuitos que, si sufren alteraciones o disfunciones en alguna de sus áreas, pueden acarrear un trastorno depresivo endógeno. Estos circuitos que regulan el estado de ánimo son el circuito límbico-talámico-cortical y el circuito límbico-estriado-pálido-talámico-cortical.
Síntomas principales de la depresión endógena
Algunos de los síntomas de la depresión endógena son parecidos a los de la depresión exógena, ya que las dos son dos tipos de depresión mayor. Los síntomas que se usarán para realizar el diagnóstico y los más comunes en una persona con depresión endógena son:
- Tristeza profunda, como si se hubieran anestesiado las emociones.
- El ánimo varía durante el día, pero se está peor por la mañana.
- Pérdida del apetito y consecuente pérdida de peso.
- Falta de energía, pasividad y marcada anhedonia.
- Lentitud física y mental, también fallos de memoria, de atención y dificultad para tomar decisiones.
- Alteraciones emocionales, como ansiedad, sentimiento de desesperanza, de culpabilidad y angustia, y dificultad para mantener relaciones sociales.
- Síntomas físicos como malestar general o dolores. Dificultad para dormir.
- Pensamiento y riesgo suicida, en casos graves sintomatología psicótica.
Tratamientos de la depresión endógena
El tratamiento ideal de la depresión endógena es una combinación de la psicoterapia y el tratamiento farmacológico de antidepresivos. El psicólogo clínico, encargado de realizar la psicoterapia, adecuará cada terapia a la persona, pero existen tres psicoterapias fundamentales para tratar la depresión endógena.
- La terapia conductual ayudará a la persona a realizar patrones conductuales que ofrezcan una retroalimentación positiva.
- La terapia interpersonal se centrará en tratar los problemas interpersonales de la persona, como podría ser el deterioro de las habilidades sociales.
- La terapia cognitiva se centrará en aliviar la sintomatología depresiva, fomentando pensamientos flexibles y positivos.
Aparte de estos dos tratamientos existe la terapia electroconvulsiva que consiste en colocar electrodos en la cabeza y aplicar descargas eléctricas y mejorar así los síntomas depresivos.
Es importante acudir a un especialista, como un psicólogo, cuando aparezcan algunos de los síntomas mencionados. El psicólogo será el encargado de evaluar el tipo de depresión y el grado de esta, y así adecuar los tratamientos a cada persona: tratamiento farmacológico, psicoterapia cognitiva, intrapersonal o conductual, o terapia electroconvulsiva si se necesitan resultados rápidos debido a una sintomatología suicida.
El Máster en Neuropsicología Clínica de UNIR es una formación fundamental para entender los modelos teóricos que explican el funcionamiento cerebral y poder realizar valoraciones a nivel cognitivo, emocional y conductual.