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La leucemia, los linfomas y los tumores sólidos son los tipos de cáncer infantil más comunes. La tasa de supervivencia alcanza el 80 %, pero es clave seguir investigando y mejorar el diagnóstico precoz.
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Gracias a los avances médicos, hoy en día celebramos el Día Internacional del Cáncer Infantil con esperanza, pues la mayoría de los niños españoles se curan. No obstante, siguen existiendo muchos desafíos, como la necesidad de apostar por la investigación para proporcionar a los pacientes pediátricos una mejor calidad de vida, desarrollar terapias menos agresivas y fomentar el diagnóstico temprano.
Los cánceres hematológicos son los más frecuentes en la infancia, por eso muchos profesionales que trabajan con niños con cáncer buscan ampliar conocimientos a través de posgrados como el Máster en Oncología Pediátrica y Hematología online de UNIR. Este posgrado proporciona un plan de estudios único, ya que se centra en formar a médicos en la investigación e identificación de factores que influyen en el desarrollo de enfermedades, como el cáncer infantil.
15 de febrero: Día Internacional del Cáncer Infantil
En 2001, la Organización Internacional de Cáncer Infantil (CCI, por sus siglas en inglés) estableció el 15 de febrero como el Día Internacional del Cáncer Infantil. Con esta efeméride se busca sensibilizar a la sociedad sobre los desafíos que enfrentan niños y adolescentes con cáncer, además de promover la investigación de esta enfermedad.
Esta iniciativa busca también mejorar la tasa de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes pediátricos (los cuales se exponen a tratamientos muy invasivos), a su vez que incide en la trascendencia de contar con un diagnóstico precoz y en proporcionar acceso equitativo a tratamientos especializados.
La incidencia del cáncer infantil en la actualidad
En España, se diagnostican anualmente unos 1.500 casos de cáncer infanto-juvenil, de los cuales, aproximadamente 1.100 corresponden a niños de 0 a 14 años y 400 a adolescentes mayores de 14 años, según la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil.
De esta forma, la incidencia del cáncer infantil en la actualidad es muy baja, ya que representa un 3 % del total de los cánceres detectados en pacientes españoles. En el plano mundial, cada año, aproximadamente 400.000 niños y adolescentes menores de 19 años son diagnosticados con cáncer, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los principales tipos de cáncer infantil
En general, los tipos de cáncer infantil más frecuentes se dividen en tres grupos: las enfermedades hematológicas (leucemias y linfomas), tumores en el sistema nervioso central y tumores sólidos.
Enfermedades hematológicas
Leucemia
La leucemia es un cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea, el tejido dentro de los huesos encargado de producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Se produce cuando unos glóbulos blancos inmaduros (blastos), se multiplican sin control, desplazando a las demás células. Esto provoca anemia (fatiga, palidez) y mayor riesgo de hemorragias (hematomas).
La leucemia en niños es el cáncer más frecuente. Concretamente hay tres tipos principales:
- Leucemia linfoide o linfoblástica aguda (LLA): esta neoplasia es la leucemia infantil más habitual. Se desarrolla cuando hay un crecimiento anormal de glóbulos blancos inmaduros llamados linfoblastos.
- Leucemia mieloide o mieloblástica aguda (LMA): afecta a las células mieloides, provocando la proliferación descontrolada de células inmaduras en la médula ósea.
- Leucemia mieloide crónica (LMC) y leucemia mielomonocítica juvenil (LMMJ): son cánceres infantiles menos frecuentes. El primero se caracteriza por la producción excesiva de células mieloides; el segundo es un tipo raro de leucemia que afecta a las células mieloides y monocíticas.
Linfomas
Los linfomas se originan en el sistema linfático, parte esencial del sistema inmunológico. Pueden surgir en el bazo, ganglios, médula ósea, amígdalas, piel, intestino delgado o estómago.
Representa el segundo tipo de cáncer infantil más común, con una incidencia del 13 %, según los datos registrados por la RETI-SEHOP (El Registro Español de Tumores Infantiles y Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica).
Los linfomas se dividen en:
- Linfoma de Hodgkin: se desarrolla principalmente en los ganglios linfáticos periféricos y es más frecuente en personas de 10 a 30 años.
- Linfoma de no Hodgkin: representa aproximadamente el 60 % de los linfomas infantiles. Habitualmente, se origina en el intestino delgado o en el espacio entre los pulmones, aunque puede aparecer en el bazo, hígado, sistema nervioso, ganglios linfáticos y médula ósea.
Tumores del sistema nervioso central (SNC)
Son tumores que se desarrollan en el cerebro o la médula espinal, afectando a funciones esenciales como el habla, el movimiento o la visión. Se caracterizan por un crecimiento anormal del tejido nervioso.
En niños, los tumores cerebrales más comunes se clasifican en cuatro tipos según las células afectadas:
- Gliomas del tronco encefálico
- Astrocitomas
- Ependimomas
- Tumores neuroectodérmicos primitivos
Tumores sólidos
Los tumores sólidos pueden ser de dos tipos: benignos —y, por tanto, no cancerosos— y malignos o cancerosos. Los principales son:
- Tumor de Wilms. Es uno de los cánceres infantiles más comunes; sobre todo se desarrolla en niños menores de 10 años. Se caracteriza principalmente por afectar a las células de los riñones.
- Neuroblastoma. Un tipo de tumor que surge en las células nerviosas, especialmente en las glándulas suprarrenales, aunque también puede desarrollarse en el cuello o médula espinal. Exclusivamente afecta a niños con menos de 5 años.
- Retinoblastoma. Es un tumor en la retina, normalmente afecta a un solo ojo y lo sufren niños menores de 5 años.
- Sarcoma de Ewing. Es un tipo de cáncer de huesos más común en personas entre los 10 y los 25 años, predominantemente en hombres.
A pesar de tener identificados los principales tipos de cáncer infantil y de que la investigación no para, las causas de los diferentes tipos de tumores infantiles siguen sin estar claras.
La importancia de la oncología infantil y su desarrollo
La oncología infantil es una disciplina con un alto valor e importancia, ya que gracias a ella existen tratamientos y técnicas para abordar una de las principales causas de mortalidad en niños de 0 a 14 años: el cáncer infantil.
En esta línea, la Asociación Española Contra el Cáncer apunta en su documento El cáncer en los niños que gracias a la innovación y avance en “las técnicas diagnósticas y en los tratamientos del cáncer infantil ha aumentado, de forma espectacular, la supervivencia de estos niños, pasando del 15-20 % hasta el 70-80 %”. Es decir, gracias al desarrollo de la oncología infantil y de los tratamientos, la mayoría de los niños con cáncer se curan.
A su vez, desde asociaciones y organizaciones nacionales se hace hincapié en la necesidad de fomentar la investigación en cáncer infantil para lograr, con ello, el aumento de la supervivencia, la mejora del diagnóstico y de las terapias disponibles.
A escala mundial, la tasa de supervivencia disminuye en los países de ingresos bajos o medianos debido a las dificultades para acceder a la atención sanitaria, a la falta de diagnósticos tempranos, al abandono del tratamiento o a problemas de toxicidad. Ya que, tal y como especifica la OMS: “La probabilidad de que un niño sobreviva a un diagnóstico de cáncer depende del país en el que viva: en muchos países de ingresos bajos o medianos se curan menos del 30 %”.
Por ello, desde el organismo internacional se apela a la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos oncológicos infantiles, incluyendo tecnologías y medicamentos esenciales, ya que es “viable, rentable y aumenta las tasas de supervivencia en cualquier contexto”.