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El psicólogo y el psiquiatra abordan problemas relacionados con la salud mental, pero hay determinados aspectos que les diferencian como la formación, el enfoque y la capacidad para recetar fármacos.
A la hora de buscar un experto en salud mental puede surgir la duda sobre cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra, pero estas disciplinas tienen enfoques, tratamientos y alcances distintos. Sin ir más lejos, la diferencia básica en cuanto a formación es que el psicólogo debe estudiar el Grado en Psicología, mientras que el psiquiatra debe estudiar la carrera de Medicina.
Una vez cursado el grado, el psicólogo deberá decidir si quiere ejercer como psicólogo clínico —y, por lo tanto, cursar el máster habilitante para tal fin— o especializarse mediante algún posgrado más específico. Por su parte, el médico interesado en desarrollarse profesionalmente en el ámbito de la salud mental deberá especializarse en psiquiatría.
Esto ya nos da pistas de que la psicología y la psiquiatría abordan aspectos diferentes. Lo que estudia la psicología son patologías mentales, sociales, emocionales o problemas de aprendizaje, y su principal objetivo es entender el desarrollo de la mente del ser humano. Mientras que la psiquiatría se centra en el tratamiento y estudio de los trastornos psíquicos y de comportamiento humano, basándose en conocimientos psicológicos, biológicos y sociales.
Así pues, los psicólogos aplican un enfoque amplio basándose en el contexto social, creencias, emociones, relaciones personales, conductas, etc. del paciente para identificar el trastorno y ofrecer una psicoterapia acorde que trate el problema. Por su parte, los psiquiatras tienen en cuenta los aspectos químicos, fisiológicos y biológicos del cuerpo humano para diseñar un plan terapéutico con el que resolver el problema.
El psicólogo
El psicólogo es un profesional que desempeña un papel clave en el tratamiento de trastornos emocionales, conductuales y cognitivos de diferente tipo.
Entre los problemas que trata un psicólogo se incluyen:
- Trastornos de ansiedad y problemas relacionados como ataques de pánico y fobias, entre otros.
- Depresión u otras alteraciones del estado de ánimo como el trastorno bipolar o la manía, y dificultades para conciliar el sueño o para mantener relaciones interpersonales.
- Personas con trastorno del espectro autista (TEA) con problemas de comunicación o interacción social.
- Trastornos de personalidad. Hace referencia a comportamientos que interfieren en la capacidad de una persona para desarrollar relaciones interpersonales en diferentes ámbitos como el laboral o el familiar.
- Problemas de la conducta alimentaria, como la anorexia, la bulimia o trastorno por atracones, por el cual ciertas personas consumen una cantidad ingente de comida sin control.
- Trastornos de estrés postraumático (TEPT), que aparecen tras vivir una experiencia traumática y que puede manifestarse a través de pensamientos intrusivos o pesadillas, entre otros síntomas.
- Adicciones relacionadas con el consumo de sustancias como las drogas o el alcohol e, incluso, la adicción a las tecnologías, un trastorno cada vez más frecuente debido al uso indebido que se hace de ellas.
- Problemas de atención e hiperactividad (TDAH), por el cual las personas tienen complicaciones a la hora de mantener la atención y manifiestan actos impulsivos e hiperactivos.
- Sentimientos negativos, de inadecuación, de baja autoestima y autoconcepto negativo, entre otros.
El psicólogo trata de atender al paciente y mejorar su estado de salud mental mediante la psicoterapia. En ella, el profesional diagnostica el tipo de trastorno que padece la persona y aplica los tratamientos adecuados para solventar la problemática.
Un psicólogo no solo trata trastornos mentales, sino que también atiende a personas que experimentan malestar psicológico que puede no cumplir con los criterios de un trastorno mental diagnosticable. Este malestar puede surgir de diversas fuentes como el estrés en el trabajo, dificultades en las relaciones, ajustes a cambios de vida significativos o simplemente el deseo de mejorar el bienestar personal y profesional.
La labor del psicólogo, por tanto, también implica promover la salud mental y emocional a través de diversas técnicas y estrategias psicoterapéuticas que ayudan a las personas a desarrollar habilidades para manejar sus emociones, mejorar la comunicación y resolver conflictos.
Además, los psicólogos juegan un papel crucial en la prevención, diseñando programas y talleres que educan a la comunidad sobre el manejo del estrés, la importancia de la salud mental, y cómo mejorar la calidad de vida general. Este enfoque preventivo y de promoción de la salud es fundamental en nuestra sociedad actual, donde el ritmo acelerado y las presiones pueden afectar profundamente a individuos aparentemente sanos.
Por ello, el trabajo de los psicólogos es vital no solo para tratar, sino también para anticipar y mitigar problemas antes de que estos se agraven. Esto refleja la importancia de una perspectiva holística en la salud mental, donde el objetivo no es simplemente curar enfermedades, sino fomentar un estado completo de bienestar físico, mental y social.
Por último, la psicología es un campo muy amplio en el cual los psicólogos pueden especializarse en áreas específicas definidas por cada una de las ramas de la psicología como, por ejemplo: psicología clínica y de salud, psicología educativa, psicología familiar, psicología forense o psicología social, entre otras.
El psiquiatra
El papel del psiquiatra consiste en diagnosticar trastornos, evaluar la salud mental del paciente desde un enfoque médico-biológico y prescribir medicamentos cuando así se requiera. Al igual que el psicólogo, su objetivo es mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de la persona que acude a consulta.
El psiquiatra trata enfermedades mentales graves como:
- Alucinaciones, ataques de pánico, la paranoia, la esquizofrenia u otros trastornos psicóticos.
- Pensamientos suicidas, depresión mayor o aquella que perdura en el paciente durante un largo periodo de tiempo.
- Desesperanza o sentimientos de tristeza permanentes.
- Ansiedad y síntomas psicológicos que repercuten negativamente en el rendimiento y la funcionalidad del paciente, entre otros.
En definitiva, el psiquiatra trata problemas mentales graves que son susceptibles de mejora mediante la administración de medicamentos. Hay que decir que esta es una de las diferencias más notables entre el psicólogo y el psiquiatra, pues este último puede prescribir fármacos por ser médico, mientras que el psicólogo carece de dicha competencia. No obstante, su rol no se limita únicamente a la prescripción de fármacos; también ofrece orientación y recomendación a los pacientes con el fin de mejorar su salud mental y bienestar.
Aunque ambos especialistas tratan problemas leves y graves, cuando un psicólogo atiende a pacientes con trastornos serios o que requieren medicación, recurre al psiquiatra para que estos sean tratados por este médico, quien emplea tratamientos efectivos al combinar medicación con terapia. En resumen, ambos profesionales trabajan en equipo para complementar el tratamiento y ofrecer una atención de calidad al paciente.
Principales diferencias entre psicólogos y psiquiatras
En resumen, las principales diferencias entre psicólogos y psiquiatras se basan en los siguientes puntos clave:
- Formación. El psicólogo debe cursar el Grado en Psicología, mientras que el psiquiatra tiene que graduarse en Medicina.
- Enfoque. Sus propios conocimientos de base determinan la forma de encarar las diferentes problemáticas. Mientras el psicólogo se centra en aspectos más generales y de contexto social, el psiquiatra atiende la parte fisiológica, química y biológica.
- Los problemas que atienden. El psicólogo se encarga de trastornos emocionales, conductuales y cognitivos. El psiquiatra se centra en enfermedades mentales graves.
- Competencia médica. Solo el psiquiatra puede prescribir medicamentos, precisamente porque solo él es médico.
- Gravedad de trastornos. Ambos profesionales se enfrentan a problemas complejos, pero el psiquiatra se enfrenta a casos más extremos que pueden mejorar también gracias a la medicación.
Entonces, ¿estudio Psicología o Psiquiatría?
Una vez expuestas las diferencias entre un psicólogo y un psiquiatra queda elegir entre estudiar Psicología o estudiar Psiquiatría. La decisión está supeditada a los propósitos, intereses y capacidades del estudiante.
Si se opta por la carrera de Psicología, lo ideal es contar con vocación e interés por el estudio del comportamiento humano y de los tratamientos posibles para solventar diferentes trastornos. Además, es preferible que un psicólogo sea empático, tolerante, respetuoso y practique la escucha activa, entre otras cualidades. Si el estudiante se identifica con esta descripción, lo conveniente es que elija este objetivo profesional.
Si por el contrario prefiere decidirse por la rama de la Medicina, su elección irá más encaminada a estudiar Psiquiatría y dedicarse así al tratamiento de diferentes enfermedades mentales. También, ha de tener habilidades interpersonales, tolerancia y pasión por brindar ayuda a otras personas.