Jaime Paniagua Monreal
Se estima que hasta un 8% de la población sufre esta afección, lo que subraya la importancia de su detección y tratamiento adecuado. En una sociedad con tendencia al envejecimiento estas cifras tienen un impacto social importante.
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La disfagia, o dificultad para tragar, es un problema de salud que afecta a una parte significativa de la población, especialmente a adultos mayores, personas con enfermedades neurodegenerativas y pacientes oncológicos. La población pediátrica, no obstante, tampoco está exenta de sufrir este trastorno. Se estima que hasta un 8% de la población total podría experimentar problemas en la deglución, lo que subraya la importancia de su detección y tratamiento adecuado. En una sociedad con tendencia al envejecimiento como la nuestra, estas cifras pueden tener un impacto social importante.
La alimentación es un proceso sujeto a múltiples variables que el ser humano construye a lo largo de su vida. Durante este proceso, la persona se relaciona con diversos alimentos del entorno, lo que contribuye a su identidad. Al mismo tiempo, su cerebro se especializa en procesar y deglutir los alimentos de manera segura, asegurando una nutrición e hidratación adecuadas y permitiendo disfrutar de sabores y sensaciones.
El envejecimiento natural del ser humano conlleva cambios fisiológicos que pueden afectar la capacidad de deglutir de manera segura. La falta de piezas dentarias, sarcopenia, alteraciones cognitivas o una mayor prevalencia de patologías neurodegenerativas o funcionales hacen que en la vejez seamos bastante vulnerables para sufrir problemas en la deglución.
Miedo a la mesa
Los problemas en la ingestión pueden derivar en restricciones alimentarias importantes e incremento de patologías respiratorias. Además, implican una reducción considerable de la calidad de vida debido a que se dificulta el acceso a alimentos en el entorno comunitario.
Esta circunstancia genera una disminución en la participación en actividades de la vida diaria, sensación de pavor por el riesgo a sufrir atragantamientos e incremento de la fragilidad no solo en la persona que padece este problema, también en las personas cuidadoras que los acompañan. El miedo a la asfixia es una circunstancia que acompaña a muchas personas que tienen problemas en la deglución. Es habitual que ese temor sea compartido con las personas que acompañan en la alimentación. Se estima que hasta un 60% de las personas cuidadoras que asisten en la alimentación a personas con disfagia temen esta posible situación.
Algunas comidas empiezan a generar cierta alarma y sensación de riesgo. La mesa se convierte en un lugar incierto donde no solo la persona tiene la sensación de alarma ya que aquellos que la acompañan comparte ese miedo e incertidumbre. Muchos alimentos habituales comienzan a desaparecer para evitar problemas. Estas acciones que buscan ofrecer seguridad acaban favoreciendo situaciones de desnutrición lo cual tiene un efecto directo en la fragilidad de la persona, siendo directamente proporcional al incremento del problema en la deglución.
Adaptar los alimentos
Una de las estrategias más eficaces para facilitar la nutrición e hidratación es la adaptación de los alimentos. Existen evidencias claras de que la modificación de parámetros reológicos y tribológicos del alimento facilita la ingesta.
En los últimos años se han multiplicado los esfuerzos en facilitar el acceso a productos alimentarios específicos a las personas que sufren problemas en la deglución. Profesionales sanitarios trabajan de forma conjunta con sectores de la industria del alimento y la hostelería hospitalaria para facilitar la creación de dietas dirigidas a personas con disfagia en los ámbitos donde ésta se presenta de forma más frecuente.
También existen iniciativas para la búsqueda de soluciones en entorno comunitario formando a personas cuidadoras, para una mayor concienciación de estos problemas para facilitar el acceso a estos productos e involucrando a cocineros del mundo de la restauración. Teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de nuestra población apostar por estas iniciativas supone un gran beneficio.
En algunos países ya existen sistemas de alimentación adaptados en supermercados, y en España, varios restaurantes han incorporado menús diseñados para este perfil de población.
La logopedia como solución
El acceso a alimentos específicos para personas con problemas en la deglución y el incremento de la sensibilización de la sociedad de suponen acciones que visibilizan una circunstancia que es común en el ser humano y evita riesgos innecesarios. La finalidad de todas estas acciones permite que la persona recupere un lugar en la mesa en el que nunca debió llegar a sentirse incómodo. También es relevante que el paciente recupere su rol como consumidor siendo capaz de volver a tomar a decisiones en aquellas actividades del día a día como puede ser hacer la comprar, cocinar o salir a comer fuera.
La investigación en logopedia y nutrición sigue avanzando para ofrecer soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas mayores con disfagia. Si te interesa profundizar en este campo y ayudar a quienes lo necesitan, puedes formarte con el Grado en Logopedia de UNIR, una excelente opción para especializarte en este ámbito de la salud. Además, esta titulación cuenta con asignaturas especificas relacionadas con el estudio de los problemas de la deglución, ofertando una propuesta de enseñanza práctica que acerca al alumnado a la realidad de las personas con esta problemática.
El logopeda es un profesional sanitario con competencias y conocimientos suficientes para gestionar estos problemas en los adultos mayores, incrementando su nivel de calidad de vida y disminuyendo su vulnerabilidad y riesgo de fragilidad. Te invitamos a que conozcas más acerca de la importante labor que hace esta persona en su atención a la población envejecida.
(*) Jaime Paniagua Monreal. Logopeda posgraduado en trastornos de la deglución y disfagia y especializado en intervención multidisciplinar en daño cerebral sobrevenido. Docente en el grado en logopedia de UNIR. Coordinador del libro “Disfagia. De la evidencia científica a la práctica clínica” (Ed. EOS, 2019). Creador del podcast de alimentación y disfagia “Shokuiku”.
- Facultad de Ciencias de la Salud