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Las enfermedades neurológicas degenerativas se caracterizan por un proceso progresivo de neurodegeneración, que se puede ralentizar con un tratamiento de carácter interdisciplinario.
Las enfermedades neurológicas degenerativas son aquellas enfermedades que afectan al sistema nervioso central y periférico, y que se caracterizan por un proceso progresivo de neurodegeneración y muerte neuronal. Estas enfermedades tienen manifestaciones neuropatológicas clínicas diversas, pero la gran mayoría de alteraciones residen en el movimiento, el lenguaje, la memoria, las funciones ejecutivas, como el razonamiento, o diferentes capacidades que van disminuyendo hasta que la persona pierde la autonomía completamente.
Las enfermedades neurológicas degenerativas más conocidas son las demencias, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia frontotemporal o la demencia con cuerpos de Lewy. No obstante, existen otras, como la enfermedad de Parkinson, la Enfermedad de Huntington, la epilepsia, la esclerosis múltiple.
Asimismo, también existen enfermedades neurodegenerativas y neuromusculares, como la esclerosis lateral amiotrófica, las distrofias musculares o las distonías.
En la mayoría de los casos, las causas que desencadenan las enfermedades neurológicas degenerativas son desconocidas. Algunas de estas causas pueden ser genéticas, que son un factor de riesgo, pero no determinante para desarrollar dichas enfermedades.
Tratamiento según especialidad sanitaria
El tratamiento para las enfermedades neurológicas degenerativas tiene que ser interdisciplinar, es decir, debe englobar a diferentes profesionales, como el neurólogo, el neuropsicólogo, el logopeda, el fisioterapeuta, el psicólogo o el terapeuta ocupacional.
- Médico de atención primaria: es el primero al que acude el paciente al observar un declive de sus capacidades. Se encarga de derivar al paciente al neurólogo, ante la sospecha de enfermedad neurológica.
- Neurólogo: es el especialista que lleva a cabo la principal labor asistencial de las enfermedades neurológicas degenerativas. Se encarga de realizar la anamnesis, la exploración física y otras exploraciones complementarias. Diagnostica el problema, evalúa la necesidad de pruebas complementarias (pruebas de neuroimagen fundamentalmente) y recomienda el plan de tratamiento y las pautas de seguimiento.
- Neuropsicólogo: especializado con un Máster en Neuropsicología, es quien se encarga de evaluar las funciones cognitivas, elaborar un diagnóstico diferencial e intervenir mediante intervención neuropsicológica sobre las funciones que se encuentren alteradas, ya sean cognitivas, conductuales o emocionales.
- Terapeuta ocupacional: es el encargado de intervenir en los déficits y disfunciones que afectan a la capacidad autónoma en ocupaciones diarias, como las actividades de la vida diaria, las actividades instrumentales o las actividades de ocio y tiempo libre.
- Fisioterapeuta: resulta útil cuando se presentan signos y síntomas físicos. Se encarga de realizar programas de rehabilitación para mantener en buen estado el aparato locomotor y el organismo en general. Por ejemplo, cuando existen déficits motores, dolores, trastornos del movimiento, alteraciones en la sensibilidad, problemas de equilibrio o problemas de coordinación.
- Psicólogo: formado con un Máster en Psicología General Sanitaria, puede ser de utilidad en determinados casos, cuando el trastorno curse con psicopatología asociada. También es el encargado de trabajar el impacto asociado con los problemas de comunicación y evolución de la enfermedad. La intervención cognitivo conductual es la más utilizada, tanto para afectados como familiares, con el fin de modificar conductas, emociones y pensamientos, mediante un nuevo aprendizaje.
- Logopeda: se encarga de evaluar, diagnosticar e intervenir sobre los trastornos del habla, lenguaje y deglución, como ser la disartria, la afasia o la disfagia respectivamente.
En definitiva, en España las enfermedades neurológicas degenerativas afectan a un 16 % de la población y, aunque sean enfermedades que se caracterizan por un proceso progresivo de neurodegeneración y muerte neuronal, un tratamiento de carácter interdisciplinar ralentizará esta degeneración.
En este sentido, los principales profesionales que se encargan de tratar este tipo de enfermedades son el neurólogo, el neuropsicólogo, el logopeda, el fisioterapeuta, el psicólogo o el terapeuta ocupacional. Cada uno de ellos tiene su función principal, como diagnosticar la enfermedad, intervenir o tratar las funciones alteradas, ya sean cognitivas, emocionales o conductuales; estimular el lenguaje, los síntomas sensoriomotores —o bien, tratar las psicopatologías asociadas con la enfermedad— y facilitar la autonomía de la persona.