UNIR Revista
Su papel es primordial y creciente dado el incremento de pacientes crónicos y personas dependientes en su papel integrador y de coordinación de la atención sociosanitaria que reciben los pacientes.
La enfermera gestora de casos (o de enlace conjunto del Estado) es aquella figura referente en el proceso asistencial —o principal guía del paciente durante el mismo— que, tras realizar una valoración inicial e individualizada de cada paciente, de cuáles son sus necesidades y de los recursos humanos y materiales disponibles para su atención, se encarga de garantizar la continuidad asistencial de los enfermos.
En nuestro país, la figura de enfermera gestora de casos varía según la comunidad autónoma. Por ejemplo, Andalucía es una de las comunidades autónomas pionera en la implantación de esta figura asistencial a través de su red PiCuida, instaurada en 2022, como parte del desarrollo de su Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas.
La labor de la enfermera gestora de casos es esencial frente al aumento de la esperanza de vida, ante el progresivo envejecimiento de la población y el incremento de pacientes polimedicados, pluripatológicos y con enfermedades crónicas, los cuales requieren de unos recursos sanitarios y sociales adaptados a estas nuevas realidades
La enfermera gestora de casos forma parte de un método de colaboración y de coordinación entre los diferentes servicios de salud, de forma que se ayuda al sistema sanitario a ahorrar costes, y reducir, por ejemplo, los ingresos hospitalarios y las visitas a los servicios de Urgencias.
La estrategia para el abordaje de la cronicidad del Ministerio de Sanidad plantea la necesidad de una figura como la enfermera gestora de casos. Explica que los pacientes con mayor complejidad o pluripatología requieren una gestión integral de su caso en el conjunto, con cuidados profesionales, no solo para el paciente sino también para su entorno. Es por ello por lo que, según destaca, es necesario hacer una gestión de casos donde se valore, planifique y coordine las opciones y recursos profesionales que sean necesarios para la resolución del caso.
A juicio del sindicato enfermero SATSE, su implantación en todo el territorio acabaría con la “fragmentación” en la atención que sufren especialmente los pacientes con necesidades complejas.
Funciones de la enfermera gestora de casos
La enfermera gestora de casos desempeña su labor asistencial en diferentes ámbitos como los centros de salud, la atención domiciliaria, la atención especializada, los servicios sociales, entre otros.
Entre otras funciones, la enfermera gestora de casos integra y coordina la atención sociosanitaria que reciben los pacientes a distintos niveles. Entre sus cometidos principales podemos destacar:
- Responsable del plan de cuidados de los pacientes.
- Brinda coordinación entre profesionales sanitarios de diferentes niveles.
- Asegura la continuidad asistencial de los pacientes.
- Identifica a aquellos pacientes con necesidades especiales, crónicos o dependientes que presenten una mayor demanda de cuidados, así como un riesgo elevado de sufrir complicaciones.
- Participa en la distribución de los recursos asistenciales y sociosanitarios.
- Facilita al paciente todos los servicios sanitarios y sociosanitarios que deben cubrir sus necesidades, mejorando la calidad de los resultados clínicos y evitando duplicidades.
- Sirve de apoyo y de ayuda a los familiares.
Para una enfermera de casos la formación es primordial, ya que esta debe ser capaz de detectar aquellos pacientes con enfermedades crónicas y que puedan sufrir complicaciones, así como coordinar todos los medios durante el proceso asistencial.
También se ocupa de resolver cualquier duda que haya con la medicación de los pacientes, pudiendo ser útiles en este caso los posgrados de UNIR: Máster en Gestión de Enfermería online, Máster en Seguridad del Paciente online y el Máster en Gestión Sanitaria online.
La enfermera gestora de casos asegura la coordinación y la gestión global, aparte de facilitar la continuidad de los cuidados de forma coordinada y planificada y garantizar el acceso a ayudas técnicas y a los recursos más adecuados. La población diana son personas que, a causa de su estado de salud, requieren una atención específica de coordinación, valoración y seguimiento, así como sus cuidadores.