UNIR Revista
Las fases de los cuidados paliativos marcan la duración de esta atención especial con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes y aliviar al máximo posible su sufrimiento.
Los cuidados paliativos forman parte de la atención médica que se brinda a pacientes con enfermedades graves o terminales. Cada una de las fases de cuidados paliativos tienen unas predicciones e indicaciones terapéuticas según las previsiones en la trayectoria y evolución de la enfermedad.
Los cuidados paliativos hacen referencia al servicio médico asistencial que se ofrece a personas con enfermedades crónicas avanzadas, graves, incurables o terminales. Por ello, los profesionales que forman parte de la unidad de cuidados paliativos se encargan de velar por el bienestar y la salud de los pacientes y les atienden, dentro de las opciones terapéuticas disponibles, atendiendo a las preferencias, peticiones, valores y creencias personales de pacientes y familiares
Estas unidades suelen estar conformadas por profesionales de distintas disciplinas, como por ejemplo, enfermeros, psicólogos, asistentes sociales y médicos paliativos, que contribuyen a mejorar la calidad de vida de estos enfermos y acompañarlos en este proceso tan delicado, proporcionando apoyo a nivel físico, emocional y psicológico.
Las fases de cuidados paliativos pueden variar en función de la situación individual del paciente y la progresión de la enfermedad que padece. No obstante, pueden diferenciarse tres etapas: terminal, preagónica y agónica.
Fase terminal
En la fase terminal los cuidados paliativos los reciben personas que padecen una enfermedad en un estado avanzado, incurable y progresiva; no hay posibilidades de tratamiento y existe un pronóstico de vida limitado. En ella, los signos y síntomas no tienen una intensidad pronunciada, no hay dependencia y el sufrimiento es bajo.
El objetivo de esta etapa es cumplir con las necesidades y preferencias del paciente y acompañarle en el proceso. Además, como la enfermedad puede generar sentimientos de miedo, rechazo o confusión en las familias, se ofrece apoyo psicológico para afrontar de la mejor manera la enfermedad.
Fase preagónica
Antes de determinar que un paciente se encuentra en esta fase de cuidados paliativos, los especialistas deben valorar una serie de signos:
- Nariz fría o pálida
- Extremidades frías
- Livideces (manchas de color en las partes declives del cuerpo)
- Estertores de agonía
- Labios cianóticos
- Pausas de apnea
- Anuria
- Somnolencia
El paciente que tenga entre uno a tres signos de los mencionados con antelación se encuentra en una fase preagónica, donde existen además síntomas acentuados, sufrimiento y dependencia.
Fase agónica
Es la fase de cuidados paliativos en la que el paciente está en los últimos días de su vida y tiene entre 4 y 8 de los signos clínicos. La unidad especializada se debe ajustar al régimen terapéutico y el plan de cuidados propuestos para evitar procedimientos que conlleven una situación de obstinación terapéutica.
En esta etapa, al igual que en la preagónica, los signos y síntomas son intensos y sí existe sufrimiento y dependencia.
Duración de los cuidados paliativos en función de la fase
La duración de los cuidados paliativos varía en función de cada fase:
- En la fase terminal el pronóstico de vida es de meses, por lo que los cuidados paliativos se pueden alargar durante ese período.
- La fase preagónica suele ser de semanas.
- En la fase agónica los cuidados paliativos se implementan durante días. En este caso se puede establecer un pronóstico que va desde unas pocas horas hasta tres o cinco días, teniendo en cuenta los signos y síntomas que padece el enfermo.
Es importante destacar que los cuidados paliativos, independientemente de su duración, no solo se centran en la fase final de la vida de estas personas, sino en tratar de paliar el sufrimiento, servir de apoyo y mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares.
Cada grupo de profesionales especializados en este ámbito deberá establecer la duración de los cuidados paliativos que ofrezcan, teniendo en cuenta el avance y progresión de la enfermedad, y el estado y preferencia del paciente y su familia. Por ello, es muy importante que exista una buena coordinación y trabajo en equipo en cuidados paliativos, ya que solo así se garantiza una atención de calidad y rigor, lo cual repercute positivamente en el bienestar de los pacientes paliativos.
El Máster en Cuidados Paliativos de UNIR ofrece una formación especializada y actualizada para mejorar la capacitación de todos los profesionales sanitarios que pretendan especializarse en este área de asistencia especial y saber cómo acompañar a los pacientes y a sus allegados en el proceso asistencial que cada paciente requiera.
Pero para trabajar en cuidados paliativos no solo es importante la formación, sino también contar con habilidades y aptitudes idóneas (empatía, interés por el área, mentalidad crítica, etc.) con tal de proporcionar una atención excelente.