UNIR Revista
La gestión hospitalaria consiste en lograr una asistencia sanitaria de calidad y lo más eficiente posible mediante la gestión óptima de los recursos y herramientas disponibles.
El sector sanitario afronta grandes desafíos tanto en su día a día como cuando se producen hechos excepcionales, como sucedió con la crisis del coronavirus que puso mundialmente a prueba a todos los sistemas de salud. Por ello, es fundamental contar con una gestión hospitalaria organizada y fortalecida con la que solventar de manera eficiente todo tipo de problemas, epidemias o situaciones de mayor presión en los hospitales.
La gestión hospitalaria se centra principalmente en utilizar de manera óptima los recursos disponibles para mejorar el hospital o hacer de estos centros sanitarios un lugar que cumpla con las expectativas y necesidades de los pacientes. Para el gestor hospitalario lo más importante es brindar los mejores servicios mediante la gestión eficiente del personal implicado, así como de las herramientas necesarias para el desarrollo del trabajo.
La máxima que persiguen estos profesionales es lograr una atención sanitaria de calidad. Durante su consecución intervienen profesionales de diversas áreas, tales como enfermeros, auxiliares, médicos… y, en general, todo aquel empleado que esté directamente relacionado con el paciente.
Llevar a cabo una buena gestión hospitalaria es esencial porque de su correcta aplicación depende que se salven vidas o, por ejemplo, que se dispongan de los servicios básicos para ofrecer un correcto modelo asistencial.
Objetivos de la gestión hospitalaria
El funcionamiento de un hospital está supeditado al trabajo que lleve a cabo el gestor hospitalario, que bien puede ejercer estas funciones desde el puesto de director de un hospital concreto, como responsable de organización o como gestor de unidades clínicas dentro de un hospital, entre otras ocupaciones.
Estos profesionales sientan como base los siguientes objetivos para lograr el éxito en la gestión hospitalaria:
Garantizar una atención sanitaria de calidad
Esto se consigue mediante la organización y capacitación de los profesionales encargados de esta gestión.
Velar por el correcto funcionamiento del centro asistencial
El bienestar del paciente es lo más importante, por lo que es esencial que el gestor hospitalario se asegure de que el servicio prestado es el mejor.
Administración eficiente
De los recursos humanos, físicos y financieros del hospital. Es decir, se facilita la viabilidad —económica y de utilidad— del hospital.
Asegurar que los servicios que ofrece el hospital son los mejores
Porque previamente se han evaluado, controlado y programado.
Prevenir escenarios difíciles
La finalidad de la gestión hospitalaria debe estar encaminada, además, en el diseño de medidas preventivas que ayuden o faciliten en momentos extraordinarios un correcto funcionamiento del centro.
Todos estos objetivos se amparan en el marco jurídico bajo el cual tiene cabida la gestión hospitalaria. La legislación sanitaria vigente sirve de guía para articular un modelo asistencial u otro, por lo que el profesional encargado de esta gestión debe tener en cuenta siempre la ley.
Personal implicado en la gestión hospitalaria
El organigrama de un hospital tiene que estar bien estructurado para asegurar una óptima asistencia sanitaria y una correcta gestión hospitalaria. Existen varias formas de organización; la más común es la habitual en los hospitales públicos, donde se instaura una organización clásica, en la cual los directivos o responsables superiores se ubican en la parte alta y por debajo estarían los profesionales con menos responsabilidades. Para los hospitales de gestión privada la organización es similar, con la excepción de los puestos directivos, donde los gerentes responden a una junta directiva.
El personal implicado en la gestión hospitalaria, cuyo puesto en estos organigramas se ubican por debajo de las figuras de mayor jerarquía, es el siguiente:
- Médicos.
- Enfermeros, auxiliares o ayudantes técnicos sanitarios.
- Personal encargado de la selección de profesionales.
- Todos los especialistas encargados de tareas de administración y finanzas.
- Aquellos responsables de gestionar, evaluar y dirigir servicios generales y de sus trabajadores.
Una perfecta coordinación entre todos los implicados en la gestión hospitalaria marcará el triunfo o no del funcionamiento de estos centros. Por este motivo, es esencial que el personal que se ubica debajo del paraguas del gestor esté perfectamente formado y capacitado para ejercer estas funciones, en cualquiera de las divisiones descritas anteriormente.
Así, resulta clave que aquellos profesionales que se quieran dedicar a la gestión hospitalaria, como también los directivos, se formen y complementen su educación con un posgrado como el Máster en Gestión Sanitaria online de UNIR, que ofrece la preparación necesaria para ser un experto en administración, coordinación y planificación de un centro hospitalario y ayudar a lograr el éxito en este área.
Claves para conseguir una gestión hospitalaria de éxito
La fórmula del éxito perfecta no existe, pero hay una serie de pautas que son útiles para conseguir una gestión hospitalaria excelente. ¿Cómo? Básicamente consiste en aplicar los siguientes factores, los cuales están basados en alcanzar los objetivos previamente marcados por el responsable de la gestión del hospital:
- La planificación y organización del hospital debe ser estratégica. Los objetivos marcados deben ser realistas y las acciones deben responder a una estrategia concreta.
- El responsable de la gestión hospitalaria debe ser un líder. El liderazgo es una cualidad más del gestor, que motiva y guía al personal sanitario cuando se demande o sea necesario.
- El personal bajo el mando del gestor debe ser atendido. El liderazgo se ejerce también en este punto, donde la atención de los empleados es esencial para que estos desarrollen un trabajo eficiente gracias a que se sienten atendidos y tienen cubiertas sus necesidades.
- El paciente se sitúa en el centro de sus actuaciones. Todas sus funciones deben ir encaminadas a cumplir con una máxima: lo más importante es el paciente y la calidad de los servicios que se le ofrece.
- Evaluación y análisis. El encargado de la gestión hospitalaria debe medir y analizar la información sobre el desempeño del trabajo del hospital para ofrecer mejoras o cambios y contribuir así al buen funcionamiento del centro.
Todas estas pautas se pueden emplear como guía para conseguir un modelo asistencial eficiente y de calidad, donde el paciente sea el centro y obtenga el servicio sanitario que espera y merece.