UNIR Revista
Gestionar la sanidad conlleva priorizar recursos y debe cuidar la aplicación de la ley. Esta labor apasionante y cambiante trata de recuperar la normalidad tras los años convulsos de la pandemia.
“La gerencia sanitaria funciona, entre otras, como nexo entre los responsables sanitarios encargados de establecer directrices y quienes deben dar la prestación”. Así lo cree el director del Máster en Dirección y Gestión Sanitaria de UNIR, Rodolfo Antuña, quien apunta que todo se integra como en una especie de cadena de valor sanitario.
El académico entiende que esta administración trata de priorizar recursos, una constante en cualquier organización con objetivos a cumplir y financiación por distribuir, más allá de los ajustes económicos.
Las palabras “ajustes” y “económicos” en el contexto sanitario, especialmente el público, tienen una connotación negativa porque se asocian a la idea de que para dar mejor sanidad hay que, por definición, gastar más y el que no lo hace está haciendo las cosas mal, explica Antuña.
Un gestor distribuye recursos más o menos escasos en función de distintos objetivos, necesidades y prioridades, y ha de asumir la responsabilidad de esas decisiones. El máster de UNIR, añade Antuña, “enseña a los estudiantes a tomar mejores soluciones al respecto”.
Inversiones y tecnología, determinantes
Las inversiones clave en un centro hospitalario, en cualquier caso, dependerán del momento y de las necesidades, distintas en hospitales de agudos, de pandemias, de larga estancia y de los objetivos
Según Antuña, cabría preguntarse, por ejemplo, si aún tiene sentido mantener a determinados enfermos crónicos ingresados en el hospital “en todo momento”, cuando la hospitalización domiciliaria y la monitorización permanente permiten un buen control del paciente, la generación de eficiencias y la optimización de recursos humanos y técnicos sin disminuir, la calidad de la atención.
Y es que la tecnología ya resulta decisiva en la gestión sanitaria. “Estamos inmersos en una revolución tecnológica que está cambiando el modo de hacer sanidad”, reconoce el director académico.
Los desarrollos tecnológicos están cambiando la forma de hacer sanidad. La IA, por ejemplo, es capaz de desarrollar modelos predictivos muy precisos y rápidos basados en el manejo de millones de datos y esto, entre otros, está desarrollando el campo de la prevención de forma espectacular. Igualmente, la tecnología hace que todo el diagnóstico y el tratamiento tengan unos niveles de precisión, seguridad y rapidez nunca vistos.
El Master en Gestión Sanitaria de UNIR cuenta con una asignatura específica sobre el futuro de la gestión, recuerda Antuña.
Modelos y sistemas, gobiernos y empresas
El director del posgrado destaca, por otro lado, que se debe tener claro de qué se habla cuando se mencionan modelos y sistemas sanitarios en cuanto a prestación de servicios o tipo financiación: ¿modelo público, privado o mixto?
Los sistemas sanitarios públicos son responsabilidad de los gobiernos, explica el sanitario. Ellos deciden qué prestaciones se otorgan, qué recursos se disponen y cómo estos se obtienen y distribuyen, siempre bajo la premisa del derecho a la salud de los ciudadanos y de la responsabilidad de los Estados de cubrirlo.
La sanidad pública no es igual, por lo tanto, en Estados Unidos, Alemania, Colombia o España.
El sistema sanitario público español, cuyo denominador común es su financiación vía impuestos, depende de cada uno de los gobiernos autonómicos, lo cual afecta a su equidad, ya que hay diferencias más o menos marcadas en prestaciones y en los tiempos en que las brindan a sus ciudadanos.
Hay un amplio abanico de prestadores, públicos puros, colaboración publico privada, privados con y sin ánimo de lucro con distintos tipos de conciertos con el prestador y el pagador público, aseguradoras, mutualidades, etc. La oferta asistencial de los sistemas sanitarios públicos da mayor o menor protagonismo a unos u otros prestadores en función de las características de su sistema sanitario público.
Servicios asistenciales y legislación
Los servicios sanitarios de prevención y provisión se articulan alrededor de las necesidades de la población mediante una estructura general asistencial, de gestión y directiva, detalla el director del posgrado.
En torno a la legislación sanitaria hay ciertos aspectos jurídicos imprescindibles. “Cada modelo asistencial tiene una base jurídico-legislativa sin la cual, este no se puede articular y que da amparo legal a los tres pilares sobre los que se asienta el sistema, la financiación, la provisión y el aseguramiento de los ciudadanos” explica Antuña.
Destaca cuestiones como el manejo de la información, la protección de datos y su explotación, la seguridad del paciente y de los profesionales, la provisión y la organización de los recursos humanos, entre otros muchos.
Cada modelo asistencial tiene una base jurídico-legislativa sin la cual este no se puede articular
El académico subraya, asimismo, la existencia de distintos estamentos con distintos niveles de responsabilidad que elaboran informes, recomendaciones o instrucciones de todo tipo, tanto respecto a posibles conflictos entre legislación y aspectos más éticos y morales, como sobre gestión clínica y deontología o el respecto a las decisiones de los pacientes.
La triste excepcionalidad de la pandemia
La pandemia ha tensado todos estos elementos. Antuña la considera una circunstancia excepcional, aunque la adaptación a variadas y urgentes necesidades es el “día a día” de la sanidad.
“ La adaptación a la patología aguda (de la Covid-19) ha exigido priorizar su tratamiento frente a otros procesos y prestaciones. Ha exigido habilitar recursos técnicos, humanos y materiales para esa nueva urgencia, relegar servicios durante cierto tiempo y, simultáneamente, ver cómo se retoma aquello que se ha relegado. La gestión es priorizar” reitera.
A nivel asistencial, durante los primeros meses de la emergencia se ampliaron horarios, se suspendieron permisos y, en general, se adoptaron medidas para disponer del mayor número de recursos asistenciales y minimizar el impacto del coronavirus.
Antuña observa que, obviamente, los profesionales han apreciado un aumento de las patologías directamente relacionadas con la Covid-19, pero se está volviendo al quehacer ordinario poco a poco.
Y recuerda con pesar: “La pandemia se ha llevado a algunos compañeros con los que has estado trabajando codo con codo, que estaban allí haciendo lo mismo que tú”.
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