Laura Vivas
Los drásticos cambios tecnológicos que se vienen dando en los últimos años representan un reto y una gran oportunidad para el sector sanitario, las nuevas herramientas pueden mejorar la atención y calidad de vida del paciente.
150 %. Ese es el incremento que han tenido las consultas en telemedicina desde que se decretó el estado de alarma en marzo de 2020, según un estudio realizado por mediQuo en España.
Todo este proceso forzoso trajo consigo un cambio drástico en la forma de trabajar de diversos sectores dentro de la medicina, lo que generó a su vez que se implementaran herramientas de forma acelerada que ya se usaban tímidamente o no se contemplaban hasta la fecha.
Este cambio demostró que “la tecnología que da respuestas en remoto cada vez tiene más sentido. Esto tiene enormes implicaciones en el modelo sanitario y, por tanto, en los modelos de atención que darán los profesionales”, como explica Rodolfo Antuña Pelegrí, profesor del MU en Dirección y Gestión Sanitaria de UNIR.
El médico señala que antes de la pandemia había muy poca aplicación de la telemedicina y la monitorización domiciliaria. Los sanitarios tuvieron que hacer “de la necesidad virtud”, en un sistema que cambió los procedimientos, incrementó las horas de dedicación y demostró que la mayoría de las consultas de atención primaria se pueden resolver telefónicamente, por nombrar un aspecto.
Las nuevas herramientas
La telemedicina ha puesto en evidencia carencias y ha acelerado la aplicación de técnicas, como la monitorización domiciliaria. Es una práctica que permite al médico tratar al paciente en todas sus fases y seguir su progresión. Combinada con herramientas como la inteligencia artificial, permite la aplicación de una medicina cada vez más personalizada y que se centra en la prevención más que en la curación de dolencias.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR, Octavio Corral Pazos de Provens, ya lo especificaba en este artículo. Herramientas como el big data aplicado a la medicina sirven para obtener datos en tiempo real que permiten actuar con mayor precisión, prever posibles problemas y tener mayor agilidad en la toma de decisiones.
Rodolfo Antuña también ahonda en este tema, que se ha acelerado con la situación mundial actual pero que ya venía dando pasos de gigante. La inteligencia artificial y el machine learning permiten diagnosticar con máquinas que trabajan 24 horas y que tienen cada vez mayor sensibilidad y especificidad, lo que cambiará radicalmente el mundo del diagnóstico.
De la misma manera, ya existen robots con los que se pueden realizar cirugías a distancias. “El diagnóstico es muchísimo más preciso y rápido. Por ejemplo, la tecnología permite enviar imágenes radiológicas que pueden ser informadas en cualquier parte del mundo sin necesidad de tener un profesional presencial en cada centro”, agrega el médico. Otra gran novedad es la capacidad de secuenciar el genoma (el primero se tardó más de 10 años y ahora se tarda menos de 24 h) y todas las posibilidades que está abriendo, tanto en la predicción y prevención como en el tratamiento de enfermedades.
Las oportunidades que tiene la medicina
El aprovechamiento de estas nuevas herramientas trae consigo todo un abanico de oportunidades que, en el caso de la medicina personalizada, puede generar múltiples beneficios, como “la aplicación del mejor procedimiento posible, con los menores efectos secundarios, tratando de prevenir antes que curar, y centrando la actuación médica sobre la salud antes que sobre la enfermedad”, puntualiza Octavio Corral.
En cuanto a la Atención Primaria, se puede racionalizar su acceso para mejorar el proceso. Antuña señala que la puerta de entrada al sistema sanitario es, además de Urgencias, la Atención Primaria, “si se comienza a racionalizar la primaria y se desarrolla la atención sociosanitaria adecuadamente, se irá disminuyendo paulatinamente la presión sobre la atención especializada”.
- Con el adecuado desarrollo tecnológico los pacientes crónicos (hipertensión, diabetes, obesidad, insuficiencia cardiaca, renal,) pueden estar monitorizados fuera del centro.
- Con el adecuado desarrollo de la atención sociosanitaria, estos pacientes pueden mejorar su calidad de vida sin pasar por los centros.
- Con el adecuado desarrollo de la continuidad asistencial, disminuyen las urgencias hospitalarias.
Ahora bien, continúa el médico, es cierto que, si se racionaliza el acceso, es posible que sobren recursos puesto que la revolución tecnológica en la que estamos inmersos ya está cambiando el modelo asistencial. “En mi opinión, cuanto antes tomemos las medidas valientes y necesarias para adaptarnos, mejor nos irá a pacientes y profesionales”, concluye. Tenemos entonces un reto por delante que puede beneficiarnos a todos.
