Patricia Solís García
Los avances digitales han generado beneficios en nuestro día a día, pero también han provocado adicciones que afectan a niños y adolescentes, y requieren estrategias preventivas y educativas para mitigarlas.
En la era digital, el impacto de las nuevas tecnologías en nuestra vida cotidiana es innegable. Desde dispositivos móviles hasta plataformas de redes sociales, estas herramientas han transformado la forma en que nos comunicamos, aprendemos y trabajamos.
Sin embargo, esta revolución tecnológica también ha traído consigo nuevos retos, especialmente en el ámbito de las conductas adictivas. Para estudiantes, padres y educadores, entender estos desafíos y saber cómo abordarlos es fundamental para prevenir la aparición de adicciones tecnológicas y sus efectos negativos.
Un fenómeno creciente
El término “adicciones tecnológicas” hace referencia a un comportamiento compulsivo relacionado con el uso excesivo de dispositivos electrónicos o aplicaciones específicas. Estas conductas pueden manifestarse de diversas formas, como el uso excesivo de videojuegos, la dependencia a las redes sociales, el abuso de teléfonos móviles, o la navegación interminable por internet.
A medida que la tecnología se integra cada vez más en nuestras vidas, estas adicciones se vuelven más frecuentes, especialmente entre niños y adolescentes. Según la Agencia Española de Protección de Datos, el 94,3% de los jóvenes entre 12 y 13 años están registrados en alguna red social.
Problemática sanitaria
La OMS ha reconocido la adicción a los videojuegos como un trastorno de salud mental, lo que demuestra la seriedad del problema. Además, estudios recientes sugieren que el uso excesivo de redes sociales y otras tecnologías digitales puede correlacionarse con niveles elevados de ansiedad, depresión y otros problemas relacionados con la salud psicológica.
Para los educadores y padres, los desafíos relacionados con las adicciones tecnológicas pueden ser significativos. Los estudiantes que desarrollan estas conductas pueden experimentar una disminución en el rendimiento académico, aislamiento social, y una pérdida de interés en actividades extracurriculares.
Además, las adicciones tecnológicas pueden ser difíciles de detectar, ya que el uso de dispositivos digitales es común y, a menudo, necesario para las tareas escolares y la comunicación.
Soluciones y estrategias de prevención
Para abordar el impacto de las nuevas tecnologías en las conductas adictivas, es esencial implementar estrategias preventivas y proporcionar soluciones adecuadas.
- Educación y sensibilización: El primer paso para prevenir las adicciones tecnológicas es educar a estudiantes, padres y educadores sobre los riesgos asociados con el uso excesivo de dispositivos digitales. Los programas escolares deben incluir charlas informativas y talleres sobre el uso responsable de la tecnología, promoviendo hábitos saludables.
- Establecimiento de límites y reglas claras: Los padres y educadores deben establecer límites claros en cuanto al uso de dispositivos tecnológicos. Esto puede incluir restricciones de tiempo, horarios específicos para el uso de tecnología y normas sobre el uso de dispositivos durante las comidas o en la escuela.
- Fomentar actividades alternativas: Para reducir el riesgo de conductas adictivas, es importante promover actividades alternativas que no impliquen el uso de tecnología. Deportes, actividades artísticas, música, y otros pasatiempos pueden ayudar a los estudiantes a mantener un equilibrio saludable.
- Promover la comunicación abierta: Es fundamental que los padres y educadores fomenten una comunicación abierta con los estudiantes sobre el uso de la tecnología y sus preocupaciones relacionadas. Crear un entorno seguro y sin juicios donde los estudiantes puedan expresar sus problemas puede ayudar a identificar conductas adictivas temprano.
- Buscar ayuda profesional cuando sea necesario: Si un estudiante muestra señales claras de adicción tecnológica, es importante buscar la ayuda de un profesional especializado. Los consejeros escolares y psicólogos pueden ser recursos valiosos para proporcionar orientación y apoyo en estos casos.
- Uso consciente de la tecnología: Promover el uso consciente de la tecnología implica enseñar a los estudiantes a ser conscientes de cómo y por qué están usando dispositivos digitales. Esto incluye el uso de aplicaciones de seguimiento para monitorear el tiempo de pantalla y el uso de redes sociales de manera responsable.
Trabajo coordinado
El impacto de las nuevas tecnologías en las conductas adictivas es un desafío importante, pero con estrategias adecuadas y un enfoque preventivo, es posible mitigarlo. Los educadores, padres y estudiantes deben trabajar juntos para fomentar un uso saludable de la tecnología, asegurando que siga siendo una herramienta positiva y no una fuente de problemas.
Con la atención adecuada y el apoyo necesario, es posible abordar y prevenir las adicciones tecnológicas, permitiendo que los estudiantes aprovechen los beneficios de la tecnología sin poner en riesgo su bienestar.
(*) Patricia Solís García. Docente en el Máster Universitario en Drogodependencia y otras conductas adictivas en Niños y Adolescentes de UNIR. Doctora y licenciada en Psicología. Especializada en psicología educativa y discapacidad, especialmente en atención a la diversidad, con la realización de varios másteres y postgrados. Nominada a mejor docente en los Premios Educa Abanca 2022.
- Facultad de Ciencias de la Salud