UNIR Revista
Las tareas del jefe de enfermería van más allá de proporcionar cuidados a sus pacientes, ya que también cumple con labores de supervisión, de recursos humanos y organizativas.
Ser enfermera o enfermero es vocacional. Estos profesionales son uno de los ejes fundamentales de los sistemas sanitarios, a la vez que desempeñan un papel clave tanto en la promoción de la salud como en la prevención, el tratamiento y los cuidados de los pacientes. También lo es ser jefa o jefe de enfermería y para lograrlo es primordial la experiencia, un desarrollo de aptitudes y, por supuesto, la formación.
Según recuerda la OMS, el personal de enfermería representa más de la mitad del personal de salud que hay en el mundo, prestando servicios esenciales en el conjunto del sistema sanitario: “A lo largo de la historia el personal de enfermería ha estado en primera línea de la lucha contra las epidemias y pandemias que amenazan la salud a nivel mundial, igual que sucede hoy”.
No obstante, esta institución destaca que “aproximadamente el 90 por ciento de todos los profesionales de la enfermería son mujeres” y, pese a ello, hay pocas enfermeras ocupando puestos directivos en el sector de la salud, dado que en su mayoría son hombres.
“Con todo, cuando en los países se permite que las enfermeras asuman una función directiva, por ejemplo estableciendo un puesto de funcionario jefe de los servicios públicos de enfermería (o equivalente) y programas de liderazgo para el personal de enfermería, las condiciones de este colectivo mejoran”, remarca la OMS.
Objetivos y funciones del jefe de enfermería
Entre los objetivos de una enfermera se encuentra la prestación de servicios de salud, la promoción de consejos sanitarios, la administración de vacunas, el cuidar de las personas mayores y de los enfermos y, en general, satisfacer las necesidades sanitarias esenciales en su ejercicio diario.
Pero las labores de un jefe de enfermería van más allá de velar y cuidar de los pacientes. Son necesarias dotes de liderazgo y empatía con el resto del equipo. El papel del jefe enfermero radica, sobre todo, en supervisar, organizar y dotar de todos los medios necesarios a su equipo. Es el que debe gestionar los recursos humanos —como cuadrar los horarios de la plantilla— pero también materiales, la elaboración del papeleo y, sobre todo, supervisar que todo “funcione” adecuadamente y mejorar los protocolos establecidos cuando sea oportuno con el fin último de prestar el mejor servicio a los pacientes.
En resumen, según el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), las funciones esenciales de la enfermería son “la defensa, el fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en las políticas de salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud y la formación”.
¿Cómo ser jefe de enfermería? Requisitos formativos
El CIE recalca que la enfermera es una persona que ha completado un programa de educación básica general en enfermería y está autorizada por la autoridad reguladora pertinente para ejercer la enfermería en su país.
En concreto, en España, la formación básica en enfermería se alcanza al superar el Grado en Enfermería. Después, se encontraría la posibilidad de realizar un posgrado de especialización como, por ejemplo, el que ofrece UNIR: el Máster oficial en Gestión de Enfermería online.
Para ser jefe de enfermería se pueden realizar unas oposiciones, es decir, presentarse a una convocatoria pública de empleo (suelen ser necesarios tres años de experiencia). No obstante, todo depende de la comunidad autónoma, ya que en algunas los puestos de jefe de enfermería son de libre designación y en muchas cuenta también la formación de posgrado.
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