Román Rodríguez Curbelo
Las Jornadas de Investigación en Psicología que organiza UNIR son una oportunidad única para reunir los próximos 29 y 30 de junio a expertos e investigadores en torno a una profesión y una realidad que tienen la máxima relevancia en la sociedad actual.
La pandemia ha supuesto un desafío importante para todos. Nos hemos percatado de lo vulnerable que podemos llegar a ser, y de la importancia de contar con psicólogos profesionales comprometidos y siempre actualizados. Una transformación que pasa necesariamente por la investigación.
Estas jornadas servirán para conocer, analizar y debatir sobre los últimos estudios, herramientas y avances de la investigación en Psicología, y también sobre los retos presentes y futuros de los profesionales relacionados con esta materia.
Técnicas de evaluación ecológica momentánea (EMA) para estudiar dinámicas afectivas, aplicaciones móviles para monitorear diversas sintomatologías en jóvenes o neuropsicología de las adicciones, conforman, entre otros, los temas que tratarán un panel de expertos en la materia.
Cada uno de ellos ofrecerá vía online a los interesados, entre las 17 y las 19:30 horas, sus distintas visiones en torno a la investigación en psicología desde perspectivas teóricas o aplicadas, según cuenta la directora del Máster Universitario en Investigación en Psicología, Marta Gil.
“A lo largo de las jornadas contaremos con expertos que revisarán investigaciones vanguardistas en psicología, tanto desde el ámbito clínico, como desde el punto de vista de la aplicación de la investigación básica en distintas áreas profesionales”, explica.
Los estudiantes que se encuentren realizando sus investigaciones en cualquier posgrado del área de Psicología de UNIR dispondrán de un espacio específico en el que podrán presentar sus avances en charlas breves, de entre 5 y 10 minutos.
La importancia creciente de la psicología
Eduardo González, profesor de UNIR, que intervendrá el segundo del día del evento con “La investigación como competencia de desarrollo en Psicología”, explica algunas herramientas ya presentes en la investigación psicológica y que los alumnos en la disciplina deben adquirir para afrontar con garantías el mañana.
“Hay una mayor demanda de servicios de atención psicológica”, dice González. “Los ciudadanos están muy concienciados de lo importante y necesario que es el bienestar emocional para su actividad diaria”.
“Diría que la atención psicológica o el bienestar emocional se está empezando a convertir en una especie de “facility service” que debemos de cubrir para seguir funcionando de manera correcta”, recalca el investigador de UNIR.
Las circunstancias excepcionales provocadas por la pandemia han evidenciado para González la importancia capital de la investigación en salud: “Invertir en investigación es invertir en una mayor prosperidad y competitividad económica, sanitaria y social”, subraya el psicólogo.
En España se invierte entre un 0,8% y un 1,4% en investigación, lejos todavía de la media de nuestros países vecinos, que se sitúa en el 1,7%.
La investigación de una ciencia joven
Una cuestión, por un lado, numérica: ¿hay suficientes investigadores en salud y en psicología? “Suficiente es un término que indica un aprobado raspado. Tenemos que aspirar al bien o al notable”, afirma.
Pero también se trata de vocación y de aspiraciones, de la importancia de promocionar y potenciar la carrera investigadora como una opción de futuro factible para los profesionales, de estabilidad laboral y de crecimiento profesional y personal.
Invertir en investigación es invertir en una mayor prosperidad y competitividad económica, sanitaria y social
Bien es cierto que la psicología es una rama de conocimiento joven, de apenas 150 años, y que comparada con otras ciencias aún se encuentra en fases tempranas. Pero eso es antes un aliciente que un inconveniente: hay numerosos desafíos por delante para descifrar los resortes del comportamiento humano y de la salud mental.
“Actualmente veo retos inminentes, como las relaciones entre nosotros mismos (familia, pareja, hijos), el uso de nuevas tecnologías (ciberacoso, acoso…), estrategias y patologías clínicas que se han visto agravadas por la pandemia (depresión, ansiedad, estrés)”, enumera González.
La vital colaboración entre profesionales
Estas líneas de investigación darán antes o después sus frutos, pero hasta que se aplican finalmente en la práctica clínica del día a día pueden pasar meses, o incluso años. Aquí entra en juego una buena estrategia de comunicación que estreche el trabajo entre investigadores y clínicos.
“Ya no vale con publicar un paper y esperar a que otro lo lea. Hay que ampliar nuestras vías de comunicación y buscar la manera de transferir esos nuevos conocimientos a la práctica de nuestros profesionales”, subraya el experto.
Jornadas de investigación, redes de comunicación convencionales más allá de las académicas o un interés puramente personal por dar a conocer los hallazgos en los núcleos de toma de decisiones son algunas de las ideas que para Eduardo González van en esta línea.
La investigación en Psicología está hoy en primera línea. Los investigadores del área disponen de multitud de herramientas que aprovechan las tecnologías más vanguardistas y los nuevos canales de comunicación en la ciudadanía.
“En UNIR podemos aprender los conceptos elementales de muchas técnicas que nos van a ayudar en nuestra práctica investigadora, tales como la minería de datos o el uso de redes neuronales”, explica.
Recursos de vanguardia
La minería de datos, por ejemplo, extrae conocimientos hasta entonces ocultos de los grandes conjuntos de datos, que pueden encontrarse en multitud de formatos, como imágenes o audios.
Para acceder a ellos se emplean procedimientos y métodos dispares. Algunos se apoyan en la estadística clásica y otros en técnicas de aprendizaje automático (inteligencia artificial), lo que da forma a una disciplina eminentemente práctica que parte de los datos disponibles.
Las redes neuronales artificiales, otra materia tratada en el Máster de Investigación en Psicología de UNIR, están inspiradas en la estructura del sistema de neuronas del cerebro, una técnica muy depurada con la que actualmente se puede predecir con bastante fiabilidad si una persona recién llegada a una consulta podrá tener una recaída en un futuro, por ejemplo.
Una técnica que parte de la recolección masiva de datos de pacientes pasados, en una muestra informativa que recoge, entre otras muchas variables, si todas esas personas han recaído después del tratamiento.
La idea es entrenar, por así decirlo, a una máquina. Según González, introduciendo en ella toda una serie de datos psicológicos y sociodemográficos de reconocida importancia en el desenlace de una terapia se puede predecir una recaída.
La universidad ofrece estas y otras herramientas en el único Máster en Investigación en Psicología online que es transversal a todas las disciplinas de la psicología. Todas ellas fundamentales para el ejercicio de una investigación y sobre las que se debatirá la próxima semana en UNIR.