Olga Cañizares Gil
La cercanía es un término muy utilizado cuando hablamos de relaciones personales y es un atributo clave del liderazgo, tan valioso como la humildad, la comunicación productiva o la honradez
Son cualidades que definen un liderazgo firme y cercano (exigente en los resultados y comprometido con las personas).
La cercanía es una habilidad. Nos ayuda a distinguir una relación de otra. Es un recurso estratégico que posee una riqueza de asociaciones y significados, capaz de generar emociones y sentimientos entre personas. Es por esto, que, si pretendes liderar con una gestión participativa, involucrando activamente a tus colaboradores e implementando un modelo de gestión de personas donde se fomente el compromiso laboral y el bienestar, debes estar en constante actitud para generar relaciones cercanas con tus colaboradores y que aumenten el valor de la relación en cuestión.
Integrar el concepto de cercanía en las habilidades de un líder, es aumentar el valor de las relaciones en cualquier organización. Necesita activar competencias emocionales y consciencia de liderazgo.
¿Qué es la cercanía?
“Sentir algo cerca, próximo a nosotros, rápido o fácil de alcanzar” y se basa principalmente en cuatro componentes:
1. la presencia de un vínculo emocional
2. una frecuencia de interacción entre personas
3. generar confianza
4. conocimiento mutuo, al menos básico de uno y otro.
Vínculo emocional
Es un elemento fundamental para la existencia de cercanía. Para comenzar, hay que tener en claro dos conceptos claves que ayudarán a entender la existencia de este vínculo emocional. El primer concepto es que los seres humanos somos seres emocionales, que sentimos sensorial y emotivamente, pensamos y actuamos y que relacionamos experiencias vividas con el otro. El segundo es que sabemos que tomamos decisiones basadas en sentimientos y emociones.
Es cercano lo que me toca”, lo que me concierne y lo que me afecta. Está lejano lo que no me importa, aquello en lo que no pienso y en lo que no me ocupo”
El vínculo emocional es entonces cualquier emoción, sentimiento, experiencia, recuerdo que evoque cierta sensación con la otra persona. Con esto hago referencia a cualquier estímulo emocional que puedas provocar en tu colaborador y que genere un lazo o unión con él. Alfredo Rocha de la Torre (2007) menciona en base a la obra de Martin Heidegger que “es cercano lo que me toca”, lo que me concierne y lo que me afecta. Está lejano lo que no me importa, aquello en lo que no pienso y en lo que no me ocupo”.
Las personas nos sentimos “conectados” por lo que somos o porque somos significativos en la consecución de nuestras metas, preocupaciones o proyectos de vida (Park et al. 2010). Generaras cercanía con tus colaboradores si os sentís afines en algo, si puedes participar y ser útil para que ellos consigan sus objetivos.
La generación de un vínculo emocional próspero está entonces relacionada con una experiencia favorable en algún momento de interacción “La cercanía remite a una experiencia que está mucho más allá del conocimiento e incluso de la confianza generada por lo nuevo” (Alfredo Rocha de la Torre 2007).
Frecuencia de interacción
Un principio fundamental para que la cercanía se produzca, es que haya frecuencia de interacción. Este término denota la cantidad de veces que las personas interactúan entre ellas en diversos momentos de su desempeño.
Según la RAE, la interacción es definida como una “acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, agentes, etc.”, en este caso, entre el líder y el colaborador.
Generar confianza
La confianza está relacionada con el desarrollo de una relación. Este desarrollo de relación tiene que tener presente tanto la intención de tranquilidad y certidumbre como la intención, de hacer cosas para que la confianza aumente. La cercanía también tiene un componente de confianza porque genera un vínculo emocional positivo. Gracias a la confianza disminuye la incertidumbre en un ambiente de vulnerabilidad, es decir, si una colaborador se encuentra en la situación de “tener que hacer” sentirá seguridad y respaldo.
La cercanía también tiene un componente de confianza porque genera un vínculo emocional positivo. Gracias a la confianza disminuye la incertidumbre en un ambiente de vulnerabilidad”
Conocimiento
Si todo lo anterior es importante, existe otro componente imprescindible para generar cercanía. Para que una relación sea cercana, tenéis que tener un conocimiento básico mutuo.
Me gustó mucho un ejemplo que leí en un artículo que también hablaba de cercanía: piensa en la cercanía que tenemos con nuestro país natal, con el que no tenemos un contacto físico, pero si un conocimiento básico: ubicación, tradiciones, guiños sociales, elementos culturales, hábitos… todo esto está presente en nuestra mentes y contribuye a que sintamos cercanía.
¿Quieres saber algunos comportamientos para generar cercanía?
- Comunícate de forma productiva y transparente: Independientemente del mensaje, tu comunicación debe ser directa, clara y eficaz. Una buena comunicación siempre es valorada como un gesto de confianza y cercanía.
- Interésate por la realidad de tus colaboradores: Haz que las personas sientan que importan y que aportan. Desarrolla tu empatía para ofrecer comprensión ante sus problemas y dificultades. Muestra un interés sincero por su realidad.
- Inspira más que convence: Se un referente. Influye con tu ejemplo. Se coherente en tus planteamientos. Muestra tu visión, no sólo tu conocimiento.
- Ofrece autonomía: Muestra la oportunidad de que los colaboradores desarrollen sus habilidades y aprendan cosas nuevas. Hazles sentir valiosos en la organización
- Regala reconocimiento: Reconoce el trabajo bien hecho y las metas logradas.
- Comparte tus inquietudes: Muestra tus sentimientos y tus dificultades de forma auténtica. Facilita a tus colaboradores que compartan las suyas.
- Fomenta la escucha, como principal herramienta para hacerles saber que sus opiniones e ideas, son importantes
- Mantén un trato amable: Sonríe!