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El linfoma de Hodgkin, llamado así desde el siglo XIX por el doctor Thomas Hodgkin, es una de las enfermedades oncohematológicas (tipos de cáncer) más habituales en jóvenes y niños.
Los tumores más frecuentes entre la población infantil española (0 a 14 años) son las leucemias, con un 30% de casos; los tumores del sistema nervioso central, 22%; y el linfoma, 13%, según los últimos datos del Registro Español de Tumores Infantiles (RETI-SEHOP). En el caso concreto del linfoma, esta enfermedad oncohematológica es excepcional en el lactante, si bien el linfoma de Hodgkin se posiciona como la neoplasia más frecuente en jóvenes entre los 15 y los 19 años. Para lograr una mejora en los diagnósticos y tratamientos de esta enfermedad es fundamental la investigación y la formación del profesional sanitario con postgrados específicos como los Máster en Hematología y Oncología Pediátrica.
En relación con las causas y factores de riesgo que derivan en un linfoma de Hodgkin en jóvenes y niños, a día de hoy se conoce que la infección / virus Epstein -Barr (VEB) podría estar relacionada con el linfoma de Hodgkin, si bien se desconoce cuál es el papel del virus en el desarrollo de la enfermedad, así como tener antecedentes de mononucleosis o estar infectado por el VIH.
También se considera que un sistema inmune débil—por ejemplo, tras un trasplante de órgano o por determinadas enfermedades del sistema inmunitario—podrían influir a la hora de desarrollar esta enfermedad oncohematológica.
Entre las causas del linfoma también están los antecedentes familiares, por ejemplo el hecho de que un hermano o progenitor lo haya padecido incrementa el riesgo de sufrirlo.
Qué son los linfomas: incidencia del linfoma de hodgkin en jóvenes (virus Epstein -Barr)
Los linfomas son un grupo heterogéneo de neoplasias malignas que afectan al sistema linfático, que es parte de nuestro sistema inmunitario, y en concreto a los glóbulos blancos o linfocitos, encargados de defendernos frente a cualquier infección o enfermedad.
Así, tanto el linfoma de Hodgkin en jóvenes como en niños es una patología por la que se forman células cancerosas en el sistema linfático. Parece ser que la infección podría estar relacionada con virus Epstein -Barr, aunque como se especifica en el apartado anterior, se desconoce aún cuál es el papel del virus en el desarrollo de la enfermedad. Los dos tipos de linfoma de Hodgkin varían en función del linfocito afectado y es importante distinguirlos porque el tratamiento será diferente:
- Linfoma de Hodgkin clásico. Es el más común, con un 90-95% de casos, donde los análisis muestran la presencia de la característica célula Hodgkin de Reed-Sternberg con dos núcleos. Se divide, a su vez, en otras cuatro variantes: celularidad mixta, rico en linfocitos, esclerosis nodular y depleción linfocitaria. Cada uno con su propio tratamiento.
- Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular, que es poco frecuente (5-10% de los casos) y más habitual en varones.
Linfoma de Hodgkin: Síntomas y tratamiento de la neoplasia más frecuente en jóvenes
Los síntomas del linfoma de Hodgkin más frecuentes en el diagnóstico de la enfermedad son:
- Inflamación de los ganglios linfáticos que se sitúan en el cuello, axilas, ingles o pecho, y fiebre.
- Pérdida de peso superior al 10% en menos de seis meses.
- Sudoración nocturna en exceso.
- Tos.
- Dificultad para respirar.
Esta neoplasia suele detectarse a partir de diferentes pruebas: análisis de sangre y de médula ósea; biopsias, que posteriormente serán analizadas al microscopio; pruebas por imágenes tipo Rayos X o ecografías…
En la actualidad, la principal tratamiento del linfoma de Hodgkin es una combinación de quimioterapia y radioterapia.
En la población pediátrica, es diferente el enfoque de los tratamientos que en los adultos. Las últimas novedades se orientan a reducir los posibles efectos secundarios y las secuelas que puedan condicionar el futuro y el desarrollo de los menores, así como a incrementar las tasas de curación. Se centran en la aplicación de quimioterapia con otra serie de sustancias como los anticuerpos monoclonales, cada vez más en uso.
Datos de cáncer infantil en España
El cáncer infantil es la primera causa de fallecimiento por enfermedad en la infancia en España. El problema es que no puede ser prevenido, ni detectar mediante cribado, y algunos pacientes curados pueden tener secuelas de por vida. Alrededor de 1.100 niños enferman de cáncer cada año en España, según datos del Registro Español de Tumores Infantiles RETI-SEHOP.
No obstante, la buena noticia es que en las últimas décadas, los adelantos científicos—tanto a nivel diagnóstico como terapéutico—han permitido que hayan mejorado las tasas de supervivencia hasta alcanzar el 80% de casos, especialmente si se detecta la enfermedad en sus fases iniciales, según la OMS.
Los retos para el futuro se asientan en una mejor eficacia de los tratamientos, reducir la toxicidad y efectos secundarios, y en una individualización de los mismos con el objetivo de ser lo más efectivos posibles.