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Los logopedas, conocidos como terapeutas del habla y el lenguaje, son profesionales dedicados a tratar trastornos comunicativos con el objetivo de rehabilitarlos para mejorar la calidad de vida de estas personas.
Dentro del ámbito sanitario hay diferentes perfiles profesionales, y cada uno de ellos cuenta con unas funciones y campo de actuación distinto. A este respecto, relacionado con el tratamiento de las dificultades y problemas comunicativos, encontramos al logopeda, que es un experto en el desarrollo y mantenimiento de habilidades comunicativas y lingüísticas en personas de todas las edades. El Grado en Logopedia es la única formación universitaria que capacita al estudiante a dedicar su carrera profesional a la logopedia.
El Consejo General de Colegios de Logopedas define la figura del logopeda como: “El profesional sanitario que previene, evalúa, diagnostica y trata los trastornos de la comunicación humana, manifestados a través de patologías y alteraciones en la voz, el habla, el lenguaje (oral, escrito y gestual), la audición y las funciones orofaciales, tanto en población infantil como adulta”.
Aunque hemos abordado qué es un logopeda, es posible que exista confusión entre la logopedia y la foniatría, dado que ambas se ocupan de problemas que pueden surgir a nivel comunicativo en una persona; pero lo cierto es que existen diferencias entre el foniatra y el logopeda.
La principal es que el primero diagnóstica y aborda las alteraciones de fonación, audición, así como la comunicación oral humana, desde una perspectiva médica y biológica, además de tener la capacidad para recetar medicamentos, al contrario que el logopeda. Este, por su parte, mantiene un enfoque más pedagógico que el foniatra y se encarga de mejorar las habilidades comunicativas del paciente, así como de las funciones orales no verbales.
Funciones de un logopeda
Las funciones del logopeda engloban diferentes áreas relacionadas con la voz, el habla y el lenguaje.
En la voz
El logopeda evalúa y diagnostica trastornos de la voz, pero también implementa terapias para mejorar la calidad y la eficacia vocal. Algunos de los casos de voz más comunes son:
- Disfonía o alteración del tono, intensidad y timbre de la voz.
- Hipofonía o disminución anormal en el volumen o en la intensidad de la voz por motivos neurógenos, es decir, originados por el sistema nervioso.
- Feminización o masculinización de la voz en pacientes transgénero.
En el habla
Realiza evaluaciones exhaustivas para identificar trastornos del habla relacionados con la articulación, la fluidez o la pronunciación, entre otros. La dislalia y la disartria son las dificultades en el habla más comunes:
- Trastornos de los sonidos del habla. Esto puede manifestarse como la omisión, sustitución, distorsión o adición de sonidos en las palabras.
- Disfemia, que hace referencia a la alteración de la fluidez y ritmo en el habla, presentando diferentes disfluencias como repeticiones o prolongaciones, así como bloqueos.
- Disartria, que hace referencia a la debilidad, falta de coordinación o disfunción de los músculos que controlan la producción del habla, debido a problemas neurológicos.
En el lenguaje
El trabajo del terapeuta también se ocupa de las alteraciones en la habilidad para expresarse de forma oral, escrita y gestual. Concretamente, trabaja trastornos del desarrollo del lenguaje, retrasos en el habla o dificultades de comprensión:
- Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL), que se caracteriza por existir dificultades persistentes en el desarrollo del lenguaje, como retrasos en la adquisición del habla, la comprensión del lenguaje y/o la expresión verbal, sin que haya una causa aparente.
- Dislexia, un trastorno específico del aprendizaje que muestra un deterioro de la capacidad de reconocer palabras y distorsiones en la lectura. Entre los componentes más importantes a intervenir se encuentra la conciencia fonológica, parte del lenguaje oral.
Entre las funciones del logopeda se encuentra también el tratamiento de las alteraciones en las funciones orales no verbales como los problemas a la hora de tragar alimentos, líquidos o saliva de manera segura y eficiente (disfagia).
La labor del logopeda es relevante porque interviene en la prevención, evaluación y diagnóstico de estos problemas. Una vez realizadas estas funciones, el especialista diseñará y elegirá el tipo de tratamiento adecuado para solventar los trastornos abordados e implementar así técnicas como la rehabilitación logopédica.
¿A qué personas trata un logopeda?
Este profesional trata una amplia variedad de personas, que deben presentar dificultades a nivel comunicativo. Como por ejemplo:
- Niños con retrasos del habla o del lenguaje, trastornos del desarrollo del lenguaje, tartamudez, dificultades de lectura y escritura, alteraciones del espectro autista u otras condiciones que afectan la comunicación y el lenguaje. Es decir, problemas que forman parte del ámbito de actuación del logopeda infantil.
- Adultos que han sufrido lesiones cerebrales, como accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos o enfermedades neurodegenerativas, que pueden causar dificultades en el habla, el lenguaje, la voz o la deglución; así como adultos con enfermedades neurodegenerativas que alteren su comunicación, tales como Parkinson, Alzheimer o Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
- Pacientes con problemas auditivos, mayoritariamente pertenecientes a la tercera edad, que requieren rehabilitación del habla y el lenguaje, así como estrategias de comunicación alternativas o aumentativas.
- Personas de cualquier edad con trastornos de la voz, entre otras afecciones en la calidad y la eficacia vocal.
En definitiva, el ámbito de actuación del logopeda abarca varias áreas, desde la atención temprana en logopedia hasta la atención a personas mayores. Es decir, las personas que trata este experto pueden ser menores, adolescentes, adultos o, incluso, adultos mayores que han perdido alguna habilidad comunicativa debido a problemas de audición o porque han sufrido un accidente, entre otras causas. Por supuesto, su ámbito de trabajo es el determinante último de cuestiones tan dispares como sus funciones o sueldo.