UNIR Revista
La intervención del logopeda en los enfermos de Alzheimer es primordial para retrasar la pérdida de habilidades comunicativas y problemas a nivel deglutorio.
Un logopeda es el especialista encargado de diagnosticar trastornos en la comunicación, lenguaje oral o escrito y el habla, así como en las funciones orales no verbales como la deglución, e implementar las medidas necesarias para solventar estos problemas. Así pues, la relación entre logopedia y Alzheimer es crucial para tratar las alteraciones del lenguaje y retrasar el deterioro cognitivo el máximo tiempo posible.
La labor del logopeda es clave para diagnosticar, identificar y evaluar los problemas a nivel comunicativo del paciente, así como para llevar a cabo el tratamiento adecuado dirigido a paliar los problemas degenerativos asociados a la habilidad comunicativa, el habla y el lenguaje que provoca.
Además de las dificultades lingüísticas, este especialista también aborda los problemas a nivel deglutorio, es decir, a la hora de tragar, ya que estos enfermos presentan incapacidad o dificultad (disfagia) y necesitan del trabajo de un especialista en logopedia para solventar estas alteraciones. Adoptar medidas para tratar la disfagia es clave porque así se evitan mayores complicaciones, como atragantamientos, malnutrición o deshidratación.
Para ejercer como logopeda y tratar a pacientes con enfermedad de Alzheimer es necesario contar con una formación que habilite para tal fin, como el Grado en Logopedia online de UNIR. Esta titulación habilita al estudiante a trabajar como logopeda en centros donde se necesite la intervención de un especialista para tratar trastornos del lenguaje y la comunicación.
Objetivos de la logopedia en pacientes con Alzheimer
En la ejecución de sus funciones, el logopeda trabaja con las personas con Alzheimer persiguiendo el objetivo principal: retrasar al máximo la pérdida de la capacidad de comunicación de estos pacientes.
A este propósito se le suman otros más secundarios que se complementan con las tareas propias de escenarios de logopedia y Alzheimer:
- Evaluar las dificultades y necesidades comunicativas del paciente para implantar un lenguaje funcional.
- Tratar de conseguir una fluidez en el habla a través de ejercicios prácticos con la boca para mejorar sus habilidades motoras.
- Estimular la memoria a corto y largo plazo para mejorar, en la medida de lo posible, la pérdida de esta capacidad. Este objetivo está enfocado a optimizar los síntomas de la anomia, es decir, el trastorno del lenguaje que se caracteriza por tener dificultad o incapacidad de reconocer o recordar el nombre de los objetos.
- Solventar la deficiencia de las expresiones orales mediante actividades prácticas que incrementarán la frecuencia, extensión y calidad de estas.
- Conseguir una mayor autonomía del paciente mediante actividades que le estimulen cognitivamente.
- Optimizar la dificultad en el lenguaje y la comprensión lectora con tareas de lectura y escritura.
- Fomentar la comprensión y aprendizaje de frases, palabras y órdenes.
Tras la evaluación logopédica de la persona con Alzheimer se pueden implementar todas las acciones para lograr los objetivos marcados. No obstante, cada paciente presenta unas características y avance de la enfermedad distintos, por lo que estos objetivos se deberán ajustar a sus necesidades y dificultades.
Por ejemplo, una persona con la enfermedad de Alzheimer puede mostrar un deterioro cognitivo severo y, por lo tanto, los objetivos establecidos serán distintos a otro paciente sin deterioro.
La enfermedad de Alzheimer es “un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento”, según lo define la Asociación de Alzheimer. Por lo tanto, logopedia y Alzheimer es un binomio útil que permite desarrollar una comunicación funcional del paciente y mejorar su calidad de vida. En este trabajo conjunto es esencial que intervenga la familia y/o los cuidadores del paciente para lograr los objetivos que se pretenden.