Antonio Murillo Cancho
La ciencia nutricional ha demostrado que practicar una dieta equilibrada, junto a la realización regular de ejercicio, constituye la base fundamental de una vida saludable. Cuando la actividad física se muestra como objetivo, es necesario que los profesionales de la nutrición asesoren a los deportistas.
La ciencia nutricional ha demostrado que practicar una dieta equilibrada, junto a la realización regular de ejercicio, constituye la base fundamental de una vida saludable. Cuando la actividad física se muestra como objetivo prioritario, es necesario que los profesionales relacionados con la nutrición asesoren a los deportistas. Teniendo en cuenta las evidencias científicas contrastadas, la práctica deportiva es una actividad saludable cuya realización nunca puede comprometer la salud de las personas. Esta es la base sobre la que se forman los alumnos del Experto en Nutrición Deportiva de UNIR.
La nutrición deportiva es una gran desconocida o mejor dicho es una ciencia pervertida por una infinidad de mitos que en muchos casos el mundo del deporte ha transformado en falsa ciencia, creyendo ciegamente en sus presupuestos.
Los mitos en la nutrición del deportista están por desgracia ampliamente extendidos y muy aquilatados y es necesario que los profesionales relacionados tengan una óptima formación para convencer a los afectados con la ciencia en la mano.
La ciencia nutricional ha demostrado que practicar una dieta equilibrada, junto a la realización regular de ejercicio, constituye la base fundamental de una vida saludable. Cuando la actividad física se muestra como objetivo prioritario, es necesario que los profesionales relacionados con la nutrición asesoren a los deportistas”
En la sociedad se nos presentan estos mitos a diario y animan al deportista a adoptar patrones alimentarios erróneos. En este artículo trataremos de desmontar y hacer entender lo importante que resulta para el deportista que un profesional de la nutrición tenga un conocimiento sólido en la materia.
¿Mito o realidad? Después de entrenar hay que ingerir alimentos, especialmente un batido de proteínas.
Hay quien habla de aprovechar la “ventana anabólica” para referirse a un tiempo en el que el aporte de nutrientes es necesario para mejorar el rendimiento. Este espacio podría estar cuantificado en una media hora tras la práctica deportiva. La realidad es que el deportista debe procurar la recuperación de los depósitos de glucógeno con objeto de estar en óptimas condiciones para el desempeño del día siguiente de entrenamiento. Hoy sabemos que el tipo de nutriente que se ingiere y el momento en el que se realiza la ingesta influye sobre la recuperación.
La nutrición deportiva es una gran desconocida o, mejor dicho, es una ciencia pervertida por una infinidad de mitos que en muchos casos el mundo del deporte ha transformado en falsa ciencia, creyendo ciegamente en sus presupuestos”
Por ejemplo, el consumo de alimentos y bebidas ricas en glúcidos de moderado índice glucémico favorecen mayores depósitos de glucógeno. Entre los deportistas existe una gran tendencia a ingerir carbohidratos unidos a proteínas dando mayor prioridad a estas últimas. Las investigaciones más recientes nos indican que, la ingesta de proteínas o aminoácidos conjuntamente con hidratos de carbono no aumenta de manera clara la síntesis de glucógeno.
Por supuesto, la ingesta de proteínas dentro de las comidas de recuperación ricas en hidratos de carbono puede permitir que el deportista satisfaga otros objetivos nutricionales, como el aumento del balance proteico neto post-ejercicio. Pero es necesario tener en cuenta que ingerir excesivas cantidades de proteínas puede poner en riesgo la ingesta adecuada de hidratos de carbono necesaria dentro de las demandas energéticas, lo que interfiere directamente con la recarga de los depósitos de glucógeno.
Un profesional bien formado debe recomendar al deportista que consuma ese tipo de hidratos de carbono lo antes posible después de realizar un entrenamiento, ya que la tasa máxima de recuperación de glucógeno tiene lugar dentro de la primera hora.
Ingerir excesivas cantidades de proteínas puede poner en riesgo la ingesta adecuada de hidratos de carbono necesaria dentro de las demandas energéticas”
Esto se debe tanto a la activación de la glucógeno sintasa estimulada por la depleción del glucógeno, así como al aumento de la permeabilidad de la membrana muscular y la sensibilidad a la insulina inducidos por el ejercicio. El consumo de alimentos ricos en estos glúcidos después del ejercicio aprovecha este efecto y logra una tasa de recuperación muy alta en las primeras dos horas. A partir de aquí, la tasa de recarga es más lenta.
El peligro de los consejos de gimnasio
Algo parecido sucede cuando el deportista es aconsejado, especialmente en el entorno de los gimnasios, de la necesidad de tomar suplementos a la dieta para realizar su desempeño de forma efectiva. Incluso, llegan a decir a los clientes que de otra forma no conseguirán los resultados. Pues el profesional de la nutrición sabe que no son necesarios cuando el atleta se aprovisiona de alimentos siguiendo una dieta equilibrada y suficientemente variada. Evidentemente, al igual que una persona puede necesitarlos ante una determinada carencia, el deportista no está exento de tener esa necesidad, pero siempre bajo prescripción.
En los gimnasios también existen otras sustancias con pretendidas facultades ergogénicas. Tal vez estas sean más llamativas ya que prometen unas notables mejoras en el rendimiento, lo que no avisan es de que también ocasionan una importante merma económica en el bolsillo. Su utilidad es muy discutida y enormemente limitada.
La mayor parte de los expertos indican que, en general, el uso de estas sustancias con facultades ergogénicas no ayudan de forma significativa a un aumento del rendimiento deportivo”
La mayor parte de los expertos indican que, en general, el uso de este tipo de productos no ayuda de forma significativa a un aumento del rendimiento deportivo. Así se demuestra con los estudios clínicos pertinentes. No cabe duda de que en algún momento alguna sustancia determinada y en unas condiciones dadas podría resultar útil al deportista, pero siempre bajo supervisión del experto en nutrición.
La importancia de la hidratación: el mito de las ‘bebidas para deportistas’
Otra cuestión que también forma parte de los típicos mitos es la hidratación. Es un tema enormemente interesante y de absoluta necesidad para el deportista. No cabe duda de que el atleta ha de rehidratarse tras el desempeño deportivo. Debe conseguir y mantener un buen nivel de euhidratación. La industria ha introducido al mundo deportivo en una espiral de consumo que reporta unos interesantes beneficios económicos al hacer creer que todo individuo que practica deporte necesita unas bebidas específicas para estar bien hidratados, eso que se ha dado en llamar ‘bebidas para deportistas’.
Es posible que muchos de los deportistas requieran, debido a las particulares condiciones ambientales y especialmente al tiempo dedicado a la actividad, una bebida de reposición algo más completa que el agua. Pero desde luego, no son válidos muchos productos existentes como los ‘isotónicos’, esencialmente porque contienen cantidades de azúcares mucho mayores a las necesarias junto con los electrolitos necesarios para una buena hidratación.
El profesional debe recomendar al deportista que utilice como bebida de hidratación agua fresca cuando la actividad sea inferior a una hora, en unas condiciones ambientales idóneas para la práctica deportiva. En caso de superar este tiempo y especialmente si la sudoración es excesiva debido a las condiciones ambientales, sí se recomienda añadir ciertas cantidades de electrolitos y algún azúcar de alto índice glucémico. Siempre en cantidades estudiadas y, por supuesto, muy inferiores a las que aportan la mayoría de los productos comerciales. Por supuesto, el éxito en la rehidratación va de la mano de un buen programa de hidratación diseñado por el experto en nutrición deportiva.