UNIR Revista
Freud llama mecanismos de defensa a procesos psicológicos de carácter inconsciente que el sujeto emplea para defenderse de la angustia suscitada por representaciones insoportables para el yo.
A través de su investigación con pacientes histéricos, Freud descubrió que había síntomas somáticos, llamados mecanismos de defensa, que correspondían a la expresión de un conflicto inconsciente, producto de la represión de una idea intolerable para el yo.
En la obra de Freud, estos mecanismos se definen sobre la base de una dimensión dinámica y otra económica, donde lo que se reprime es la idea, lo que queda es el quantum de angustia que se acaba transfiriendo a una parte del cuerpo, lo que provoca el síntoma histérico. Por lo tanto, la enfermedad acaba siendo una solución dolorosa, pero más tolerable para el yo que la idea que lo causó.
Los mecanismos de defensa son movimientos del psiquismo mediante los cuales se evitan y excluyen de la conciencia las ideas o sentimientos no placenteros. Freud intenta clasificar otras afecciones neuróticas según el modo particular en que actúa en ellas la defensa.
Existen diferentes afecciones neuróticas que provienen de los distintos procedimientos que utiliza el yo para liberarse de la incompatibilidad mediante una representación. En El yo y el ello (1923), Freud plantea que el yo se ve amenazado por tres fuentes de peligro:
- La realidad.
- La libido.
- La severidad del superyó.
¿Cuáles son los principales mecanismos de defensa y el origen de estos conflictos?
En Neurosis y psicosis (1924), Freud describe que en la neurosis el conflicto es entre el yo y el ello, y el mecanismo empleado por el yo para defenderse es el de la represión. Lo reprimido se revela contra ese destino constituyendo una satisfacción sustitutiva y conformando así el síntoma neurótico (conversión histérica, transferencia obsesiva o fóbica).
En la neurosis narcisista el conflicto es entre el yo y el superyó. En ese caso, el mecanismo de defensa es el de la desmentida, negación, escisión, introyección o bien la vuelta hacia la propia persona (como en el caso de la melancolía).
En el caso de la psicosis, el conflicto es entre el yo y el mundo exterior, y el mecanismo de defensa es el de la forclusión o rechazo de la realidad. Ante el rechazo de la realidad, el paciente rechaza también una parte del yo. La primera fase será la del rechazo y la segunda la de la construcción de una nueva realidad. A esta segunda fase corresponde la construcción del delirio.
¿Cuál es la especificidad de los diversos mecanismos de defensa y qué otros se encuentran?
- Represión: operación mediante la cual el sujeto intenta separar de la conciencia y mantener en el inconsciente representaciones (pensamientos, ideas, imágenes, o recuerdos) ligados a una pulsión.
- Negación: a pesar de formular sus deseos, pensamientos o sentimientos hasta entonces reprimidos, el sujeto sigue defendiéndose negando que le pertenezcan.
- Renegación o forclusión: consiste en que el sujeto se niega a reconocer la realidad de una percepción traumatizante.
- Proyección: operación mediante la cual el sujeto expulsa de sí y localiza en el otro (persona o cosa) cualidades, sentimientos, deseos, que no reconoce o que rechaza en sí mismo.
- Introyección: el sujeto hace pasar, en forma fantaseada, del «afuera» al «adentro» objetos y cualidades inherentes a estos objetos.
- Vuelta hacia la propia persona: proceso mediante el cual la pulsión reemplaza un objeto exterior independiente por la propia persona. (Ejemplo: de un deseo de dañar a dañarse a sí mismo).
- Conversión: transposición de un conflicto psíquico (inconsciente) y una tentativa de resolución del mismo en un síntomas somáticos, puede ser de carácter motor (por ejemplo, una parálisis) o sensitivo (por ejemplo, anestesias, dolores localizados).
- Transferencia: se trata de un desplazamiento del afecto desprendido de un conflicto inconsciente hacia representaciones más o menos alejadas del conflicto original y más tolerable para el yo, hasta el punto que parezcan absurdas (ideas obsesivas de limpieza, orden, fobia o angustia ante una situación, animal o insecto).
- Regresión: se trata de un retroceso a modos de expresión y de comportamientos de la libido a una fase anterior en la que el sujeto se sentía satisfecho y seguro.
- Transformación en lo contrario: proceso en virtud del cual el fin de una pulsión se transforma en su contrario, al pasar de la actividad a la pasividad o a la inversa. (Ejemplo: el haber estado sometido a una agresión, a agredir a otro).
- Intelectualización o racionalización: proceso en virtud del cual el sujeto intenta dar una formulación discursiva a sus conflictos y a sus emociones, con el fin de controlarlos.
- Sublimación: se reprime una pulsión sexual y deriva hacia un nuevo objetivo, no sexual, y apunta hacia objetos socialmente valorados (pintura, escritura, música, etc.).
Como has podido observar, los mecanismos de defensa son un conjunto amplio de procesos psíquicos inconscientes, dirigidos a contrarrestar estados emocionales displacenteros o angustiantes. Son operaciones del psiquismo mediante las cuales se evitan ideas y sentimientos negativos, excluidos de la conciencia o transformados en su contrario, compensados por otras ideas o sentimientos, etc.
Pueden ayudarte a ocultar los efectos desagradables de la conciencia e ir más allá, transformando nuestro mundo interno inconsciente, mediante la reestructuración de la propia persona y su concepción de mundo.
Finalmente, a través de la técnica del psicoanálisis, Freud plantea el acompañamiento del sujeto para designar aquellos conflictos inconscientes y traerlos a la conciencia para que pueda optar a nuevas vías de resolución menos sufridas.
En UNIR ahondamos en numerosos aspectos teóricos de la psicología, como son los mecanismos de defensa en la obra de Freud, en nuestro Grado en Psicología online.