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UNIR lanza el Máster de Formación Permanente en Medicina Estética y Envejecimiento. La doctora Cristina de las Heras, pionera en el desarrollo de técnicas en implantes subcutáneos faciales y con una experiencia profesional de más de dos décadas en el sector, asume su dirección.
La medicina estética genera más de 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos en España asociados al 35,9% de la población que se somete a tratamientos médico-estéticos, según el último estudio socioeconómico del sector realizado por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). El informe recoge que cinco de cada diez mujeres y dos de cada diez hombres son usuarios actualmente de tratamientos estéticos. Estos datos vienen a corroborar el auge de este sector y, paralelamente, la necesidad de contar con profesionales con una buena formación especializada en este ámbito. En este contexto, desde UNIR lanzamos el Máster de Formación Permanente en Medicina Estética y Envejecimiento.
“Este máster pretende ser una puerta de entrada transparente para ver esta especialidad con claridad y sin obstáculos, y una oportunidad de disfrutar de excelentes docentes con gran experiencia y vocación”, explica Cristina de las Heras, directora académica del título, quien recuerda que “la medicina estética no es una especialidad vía MIR, siendo esta del ámbito exclusivamente privado, pero que sí necesita el respaldo de la universidad”. Por lo tanto, para su ejercicio es necesaria una formación reglada.
Cristina de las Heras, directora médica y fundadora de la Clínica H&H Medicina Estética y jefa de la unidad de medicina estética facial de la Clínica Dermatológica Internacional, nos explica los detalles del nuevo título de UNIR.
¿Cuáles son los principales objetivos de este máster?
Formar y orientar a los médicos para el desarrollo de habilidades propias de esta especialidad, de ámbito privado, así como darle valor para evitar que sea un cajón de sastre para oportunistas y desfrivolizar esta profesión, acercándola a un mayor número de doctores. Y todo con rigor científico y el aval de un claustro de profesores que han desarrollado esta especialidad de manera exclusiva durante muchos años, han participado activamente en su desarrollo y divulgación, y comparten no solo experiencia sino mucha vocación. Considero que este es uno de sus valores más importantes.
¿A quién va dirigido?
Este máster va dirigido a licenciados en Medicina y Cirugía, con o sin experiencia en medicina estética, interesados en el abordaje del envejecimiento cutáneo y el tratamiento de los inestetismos faciales y corporales asociados o no a patologías. Hay que aclarar que corresponde exclusivamente al médico la realización de tratamientos con finalidad de mejora estética corporal, facial o capilar, por lo que otras ramas sanitarias quedan excluidas.
La medicina estética no se limita exclusivamente a las afecciones de la piel; es una especialidad más extensa que aborda igualmente los cambios metabólicos de la grasa corporal, por ejemplo, el tratamiento de los signos externos de la insuficiencia vascular periférica o la corrección de asimetrías faciales o corporales con únicos fines estéticos. Es por ello que no se le debe adjudicar a ninguna otra especialidad.
¿Por qué animaría a potenciales estudiantes a realizar este máster?
Es evidente que existe una demanda creciente a nivel mundial de intervenciones estéticas, lo cual implica un aumento de una formación especializada. En nuestro país, por ejemplo, están registradas cerca de 5.100 clínicas con actividad médico-estética. Como ya he mencionado, este título cuenta con un claustro de profesores con una larga experiencia en el sector. Por otro lado, la posibilidad de acceder a una formación universitaria online es una gran ventaja ya que permite compaginar otras actividades profesionales con el estudio.
¿Cómo serán las prácticas del Máster de Formación Permanente en Medicina Estética y Envejecimiento?
Al tratarse de una formación online, las prácticas no son presenciales. Los estudiantes tendrán la oportunidad de contactar con las empresas que participarán —directa o indirectamente— a través de talleres de formación vía streaming, siendo algunos de los profesores ponentes habituales y asesores médicos de las firmas, lo que abre nuevas puertas de formación.
Además de fundadora de una clínica de medicina estética y jefa de una unidad de medicina estética facial, ha sido pionera en el desarrollo de técnicas en implantes subcutáneos faciales, en las diversas modalidades de hilos tensores y en bioregeneración dérmica. ¿Cómo cree que su experiencia puede valerle a la hora de dirigir e impartir clases en este máster?
La experiencia siempre debe acompañarse de honestidad, con uno mismo y con los demás. Tu propia experiencia es rebatida en cinco minutos si no hay base científica, por muy bien que te haya ido a ti, y dejas de ser creíble. Con los años aprendes a enfocarte en lo verdaderamente importante y lo mismo ocurre profesionalmente. Al preparar un tema tienes que hacer un análisis general y objetivo que ponga al alumno en contexto, pero debes implicarte mucho más y aportar contenidos que se deriven del conocimiento acumulado. Cuando llevas “en vena” la docencia, eso suele estar garantizado.
“Contra el intrusismo: formación. Anula los miedos y obra el milagro”
La medicina estética es un sector con gran intrusismo. La formación de profesionales especializados, ¿contribuye a luchar contra esta lacra?
El debate está abierto. Según la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJ) en relación a las competencias, “corresponde solo al médico la realización de tratamientos con finalidad de mejora estética corporal, facial o capilar”.
El verdadero intrusismo es el que atenta contra la seguridad o la integridad del paciente. Sin embargo, compete a las autoridades sanitarias y no a los médicos pelear por defender esta medicina como una especialidad más. Durante años la Administración ha cerrado los ojos ante la apertura de numerosos negocios que aprovechaban un vacío legal para hacer negocio y no medicina. Solo a través de una denuncia se abría un expediente sancionador.
Existe otro intrusismo, y es el del oportunismo. Considero que cualquier práctica médica debe estar acompañada de un verdadero deseo de ayudar a la persona que lo necesita. Solo el talento es capaz de aproximarse a la voluntad, si bien es verdad que el talento implica trabajo y amor por lo que se hace. Por tanto, contra el intrusismo, formación. Para el intruso, formación. Para el que teme el intrusismo, más formación. La formación, como el Máster de Formación Permanente en Medicina Estética y Envejecimiento, anula los miedos y obra el milagro.
¿Cuáles son los tratamientos de medicina estética que más se realizan?
A nivel facial, sin duda la corrección de las arrugas de expresión con toxina botulínica y las infiltraciones con ácido hialurónico para corregir pérdidas de volúmenes o mejorar la calidad de la piel. A nivel corporal, los relacionados con el tratamiento de la celulitis y la grasa localizada. Sin embargo, soy partidaria de cambiar la tendencia.
Los mejores resultados solo se obtienen cuando tras un correcto diagnóstico se ofrecen los tratamientos más indicados. De esta manera, el paciente comprende su fisiopatología, participa en la toma de decisiones terapéuticas, colabora poniendo en marcha hábitos saludables y se establece una relación médico-paciente perfecta, y el profesional acompaña y participa más activamente en la evolución. No existe un mejor tratamiento, sino una correcta indicación.