UNIR Revista
La medicina y la investigación siempre deben ir de la mano porque solo así se lograrán avances en los tratamientos y en la calidad de vida de los pacientes.
La labor investigadora en el ámbito médico es una actividad imprescindible y determinante en la mejora de la salud, ya que supone descubrir nuevas formas de cuidados médicos que contribuyan al aumento de la mejora y esperanza de vida, así como a encontrar nuevos modelos de gestión de las enfermedades. Clásicamente, se piensa que la figura del médico investigador es la más común, es decir, que el médico es siempre investigador, pero esto no siempre es así.
Un médico nunca debe dejar de formarse, pues van surgiendo nuevos tratamientos o pautas sobre determinadas enfermedades. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, el tiempo que tienen para investigar es limitado o inexistente. Por eso, son muchos los médicos que abandonan la investigación porque no tienen tiempo suficiente para tratar a sus pacientes y compatibilizar su labor asistencial con la investigación..
No obstante, es imprescindible que tanto el ejercicio de la medicina como la investigación vayan de la mano. Los grandes avances de la medicina se han logrado gracias a la participación de los médicos, que han podido dedicar tiempo, habitualmente robado a su a sus familias y a su ocio, a la investigación.
Además, no hay que olvidar que la medicina está en constante evolución, gracias a la investigación, cuyo principal objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes, el avance de los tratamientos y una mejora en la asistencia sanitaria. El objetivo de una investigación médica debe ser siempre mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Qué es un médico investigador?
El médico investigador es aquel que forja su carrera dentro del laboratorio, trabajando por generar nuevos conocimientos y avances médicos que permitan mejores diagnósticos y tratamientos, así como la prevención de enfermedades.
Muchos médicos son investigadores a tiempo parcial, es decir, que compaginan la investigación con sus consultas en centros sanitarios y atendiendo a pacientes. Mientras que otros, ya ubicados en el mundo universitario o empresarial, se dedican puramente a la investigación, desde los laboratorios liderando ensayos clínicos y con la publicación de diversos estudios científicos en revistas científicas de prestigio.
¿Qué estudiar para ser médico investigador?
Un licenciado o graduado en medicina puede empezar su carrera investigadora en el ámbito hospitalario y universitario o colaborando con empresas del ámbito biosanitario. La formación académica de un médico es impecable, sin embargo, existe un déficit en la formación investigadora de nuestros médicos.
Aunque idealmente se debería empezar a inculcar la importancia de la investigación desde el primer año de la carrera de medicina, los contenidos docentes dedicados a investigación durante la carrera son marginales. Precisamente por eso, el Máster en Investigación en Ciencias de la Salud de UNIR representa una herramienta para todos aquellos futuros médicos investigadores que deseen formarse sobre las principales metodologías, o indicaciones de su uso, que son necesarias para la carrera investigadora.
Entre las características que debe reunir un médico investigador, es fundamental que este tenga conocimientos sobre metodología de la investigación, adoptar una actitud crítica y positiva ante las dificultades y el fracaso y, sobre todo, priorizar objetivos y saber realizar una buena gestión del tiempo.