Francisco Oleo
Cada vez dedicamos más atención y cuidados a la piel, el mayor órgano del ser humano, porque es una parte fundamental del cuerpo para detectar el estado de nuestra salud y cuidar de paso nuestra propia imagen. La directiva de Laboratoire Native y profesora de UNIR analiza el boom de la dermofarmacia.
La Real Academia Española define como dermofarmacia “la rama de la farmacia que estudia, fabrica y expende productos de cosmética”. Se trata, por tanto, de una disciplina científica que se encarga del estudio y la fabricación de los productos indicados para el cuidado de la piel, que se materializan en las aplicaciones tópicas con fines terapéuticos y cosméticos.
Hasta aquí la teoría, que da paso a la práctica. ¿Qué explica el boom que se está produciendo en torno a la preocupación de la dermis y la epidermis? “El auge de la dermofarmacia en la actualidad puede tener su origen en el aumento de la demanda de atención especializada por parte del ciudadano, y el farmacéutico constituye un profesional sanitario cercano, fácilmente accesible (sin colas ni listas de espera), instruido adecuadamente y en continuo reciclaje profesional”, explica María del Pilar Pérez Rivas, directora de Desarrollo de Ventas de Laboratoire Native y profesora del Máster en Dermocosmética y Formulación Cosmética de UNIR.
Solo durante este año, está previsto que la industria cosmética genere cerca 800.000 millones de dólares en el mundo, un 50% más de lo que facturó en 2017, según la firma de análisis de mercados, negocios y datos, CB Insights.
Un fuerte crecimiento impulsado por el aumento de la esperanza de vida y la irrupción de los adultos más jóvenes en este mercado. “Las nuevas generaciones son uno de los grandes catalizadores del sector, porque los millennials utilizan seis o más productos de belleza al día”, asegura Pérez Rivas.
El cuidado de la piel es la línea de mayor crecimiento de esta industria, con una cuota del 35%. Unos datos sorprendentes ante los que, para esta experta, “sólo cabe decir que la demanda de profesionales y la empleabilidad es muy elevada y aumenta en consonancia y de forma paralela con el fuerte crecimiento del mercado”.
La formación es clave para ser un experto en la piel, en su fisiología y funcionamiento, y en el tratamiento de patologías.
Los laboratorios especializados en la fabricación y comercialización de productos dermofarmacéuticos, que tienen una actividad muy intensiva en I+D+i, también contribuyen a este auge con la permanente actualización y mejora de sus productos.
“Al comprometerse a fomentar el conocimiento de esos nuevos productos, garantizan su eficacia y colaboran con la actuación profesional del farmacéutico, por lo que ambos comparten la responsabilidad de mantener con su dispensación la protección de la salud y la seguridad de los usuarios como objetivo prioritario”, subraya Pérez Rivas.
Para esta directiva el mercado de la dermofarmacia requiere de profesionales que estén alineados con lo que pide este mercado global y sean capaces de moverse con soltura en el corto y en el largo plazo a la vez. “El sector farmacéutico necesita personas entusiastas y que demuestren pasión por aquello que hacen. Confianza, coraje, visión y compromiso son las principales actitudes que exigen hoy las empresas desde el punto de vista anímico. En la parte técnica: conocimientos, habilidades y una dedicación al aprendizaje continuo y el desarrollo de nuevas competencias y capacidades”, destaca.
Algunas de las salidas profesionales que señala y a las que pueden optar los futuros especialistas en dermofarmacia son:
- Delegado de ventas a farmacias de productos cosméticos.
- Delegado de ventas y formación a dermatólogos, cirujanos plásticos, internistas, geriatras, pediatras, entre otros médicos especialistas.
- Manager en un laboratorio especializado en dermofarmacia.
- Asesor dermocosmético en farmacia y parafarmacia.
- Experto en crear perfiles y marcas personales para las actividades de emprendedores en el campo cosmético.
Se trata de unas profesiones muy intensivas en innovación e investigación, en las que la formación y la cualificación continua juegan un papel determinante. “Es de vital importancia para resultar competitivos y poder crecer profesionalmente”, afirma la docente de UNIR, que considera que “convertirse en un buen prescriptor de productos dermofarmacéuticos implica ser conocedor y experto en la piel, en su fisiología y funcionamiento, pero también en todos aquellos activos indicados en el tratamiento de cada patología cutánea, en la prevención del envejecimiento, las manchas, etcétera”.
En la atención dermofarmaceútica es muy importante seguir un protocolo correcto que, mediante la entrevista y la exploración, permita extraer la información necesaria para dar al paciente un consejo de calidad personalizado (que puede incluir un tratamiento con productos dermofarmacéuticos y unas medidas higiénico-dietéticas), o derivarlo al médico para su valoración y diagnóstico.
Es clave, afirma la directiva de Laboratoire Native y docente de UNIR, “realizar un seguimiento del paciente, citándolo para revisar la eficacia y seguridad del tratamiento aconsejado, proponerle algunos cambios si es necesario, derivarlo al médico si lo consideramos oportuno o solucionar las dudas que pueda plantearnos. En todos estos aspectos, la formación resulta imprescindible”.
Amplía tus conocimientos y actualiza tus competencias en dermofarmacia
En sector dermofarmacéutico, por su propia naturaleza, es imprescindible mantener los conocimientos siempre al día. El Máster en Dermofarmacia y Formulación Cosmética de UNIR ofrece un aprendizaje integral y siempre actualizado, que habilita para ser un profesional de la dermofarmacia en el competido mercado actual.
Una formación que María del Pilar Pérez Rivas quiere poner en valor, porque permite adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para aprender, recomendar y asesorar sobre productos cosméticos. Además, forma en identificar las patologías de consulta frecuente en la farmacia, enseña los conocimientos técnicos y da a conocer las buenas prácticas de laboratorio. Con esta titulación se aprende a interpretar la legislación, a poner en marcha estrategias de marketing y a diseñar campañas en medios online.
Una de las grandes fortalezas de este máster, que va dirigido a profesionales interesados en adquirir, ampliar o actualizar sus conocimientos, son los expertos que componen el claustro, con experiencia y destacadas trayectorias en el sector, como dermatólogos y dermatólogas de prestigio nacional e internacional, profesionales de la Agencia Española del Medicamento, de la industria farmacéutica y cosmética y farmacéuticos.
