Olga Lucía Sabogal Simbaqueba
El MAICP se ha vuelto un modelo muy importante de aplicar en los servicios y recursos de atención sociosanitaria como el modelo más indicado para promover la autonomía y el bienestar.
Cada vez hay más cursos y seminarios en torno al Modelo de atención integral y centrado en la persona (en adelante MAICP). Se ha vuelto, progresivamente, en un sistema muy importante de aplicar en los servicios y recursos de atención sociosanitaria para la comunidad científica, organizaciones internacionales y expertos en el sector. Todos coinciden en señalar el MAICP como el modelo más indicado para promover la autonomía y el bienestar tanto en personas adultas mayores, como personas con discapacidad.
Es un modelo constituido, principalmente, por un conjunto de principios relacionados con las personas, su dignidad y la preservación de sus derechos y calidad de vida. También, por una serie de criterios de actuación concernientes a la calidad de los servicios y programas que están impregnados de valores éticos, frente a los sistemas y enfoques tradicionales de atención.
Como bien define Rodríguez en su libro, ‘La atención integral y centrada en la persona’, “la atención integral y centrada en la persona, es la que promueve las condiciones necesarias para la consecución de mejoras en todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar de la persona, partiendo del respeto pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su participación efectiva”.
Es un modelo constituido, principalmente, por un conjunto de principios relacionados con las personas, su dignidad y la preservación de sus derechos y calidad de vida
En ese sentido, se evidencia un cambio en la atención e intervención con personas en situación de dependencia porque se comienza a poner el foco de atención en la persona. Y cada vez es mayor el número de profesionales del sector que aplican el MAICP, con el propósito de situar a usuarios y usuarias en el centro de la atención profesional, transformando los servicios, programas, prestaciones y recursos formales en un conjunto diversificado y coordinado de apoyos para aumentar el bienestar de las personas y favorecer la prolongación de sus propios proyectos de vida.
¿Dónde se puede aplicar el MAICP?
Una de las principales metodologías de trabajo del nuevo modelo es el empoderamiento, proceso mediante el que las personas reconocen sus competencias y fortalecen sus capacidades para impulsar cambios positivos en las situaciones en las que viven. Desde esta técnica se persigue desechar los modelos que fijan su foco de atención en las limitaciones y problemas de las personas y usar otros centrados en el desarrollo de sus potencialidades y fortalezas personales.
Los alumnos del Máster en Dirección e Intervención Sociosanitaria de UNIR adquieren todas las competencias necesarias para desarrollar el MAICP y aplicarlo en todos los escenarios y recursos asistenciales (Servicio de Ayuda a Domicilio -SAD), residencias, centros de día, viviendas institucionales públicas y privadas), lo que conlleva diferencias con respecto al modelo tradicional de atención a las personas con discapacidad o en situación de fragilidad o dependencia.
El empoderamiento desecha los modelos que se fijan en las limitaciones y problemas de las personas para usar otros centrados en el desarrollo de sus potencialidades y fortalezas
En el ámbito domiciliario, se favorece la permanencia en el hogar de las personas desde las dos dimensiones básicas, integralidad y personalización: la primera con un paquete integrado de servicios, adaptado a cada caso para que las personas puedan desarrollar su autonomía personal y seguir controlando su propia vida. La personalización, en la que tanto coordinadores/as como auxiliares del SAD conocen los elementos centrales de la relación de ayuda y saben promover la autonomía e independencia (historia de vida, empoderamiento, formación y apoyo a las familias en el propio domicilio, plan personalizado de atención y de apoyo al proyecto de vida…).
A nivel institucional, un centro o residencia que aplica el MAICP experimenta cambios sustanciales, con el objetivo de que las personas conciban el centro como “su propia casa” y las instituciones planifiquen los cuidados y la atención, apoyando la independencia y la autonomía para ofrecer la continuidad con la vida anterior de los usuarios, teniendo en cuenta sus preferencias, gustos, rutinas, etc. Además, los espacios, la decoración y todo el ambiente se organizan en base al modelo Housing con la participación de las personas y de sus familias. El modelo Housing, se caracteriza por proporcionar a las personas los cuidados necesarios durante las 24 horas del día en alojamientos normalizados y que se asemejen lo más posible a un auténtico hogar y así conseguir un ambiente hogareño.
En relación a los equipos profesionales que adoptan el modelo MAICP, significa un gran cambio. Su desarrollo requiere de unos profesionales capaces de desempeñar un nuevo rol, lo que también implica ejercer sus funciones de un modo diferente. Lo anterior, motivado por el hecho de que las personas pasan de ser receptoras pasivas de atención a convertirse en sujetos activos y protagonistas del plan de cuidados y apoyos que les afecta. De modo que es imprescindible que los profesionales generen una nueva percepción de la persona usuaria de los recursos. Y, especialmente, de una nueva forma de relacionarse con ella, no desde el rol profesional de experto y directivo, sino convertir la relación de ayuda en un acompañamiento de tipo horizontal en el que se empodera a las personas, se consensuan los apoyos a desarrollar y se facilita que la persona siga adelante con su singular proyecto de vida, desde el pleno respeto a sus valores y significados. Esto implica que las relaciones que se generen entre profesionales y personas usuarias, sean más agradables y amables.
En términos generales, es importante entender que la atención integral y centrada en la persona tiene un alto impacto en el desarrollo de una mejor calidad de vida en los ámbitos del envejecimiento y la diversidad funcional, basándose en el conocimiento profundo de las personas para poder actuar conforme a su historia de vida y ocupaciones o actividades significativas. Así, el MAICP aumenta la satisfacción de usuarios, familiares y profesionales, al recibir/practicar una atención e intervención sociosanitaria de mayor calidad.